CARTA A LA FIBROMIALGIA Y AL SINDROME DE FATIGA CRONICA
“Queridos compañeros invisibles, os escribo estas cuatro letras para daros las gracias por estar ahí, por todo lo que habeis hecho por mí, ya que yo siempre he renegado de vosotros, me he revuelto contra vosotros, nunca os he aceptado y jamás he facilitado vuestra tarea. Sé que siempre habeis querido ayudarme, que vuestra intención ha sido buena, aunque yo no lo entendiera así y me sintiera jodida, porque eso sí, yo me he sentido, y a veces aún me siento, MUY JODIDA… por tener que soportar un dolor que la mayoría de las veces no se puede ni describir, por tener que vivir tan cansada, por tener que soportar que los demás no entiendan unos síntomas que ni yo misma entiendo;