CADA QUE…

Cada vez que estas cerca tengo un gran peso pues envidio las palabras de tu boca, pues cada una de ellas lleva un beso.
Si mi amor por ti crece cada día, hora, minuto, segundo… porque no hacer una historia y dejarla escrita.
Si me preguntas con afán sincero, me quieres, yo voy a responderte: yo te quiero, porque te quiero; no tengo otra razón para quererte.
En estas hojas dejo plasmado mi amor; pues así no se las podrá llevar el viento.
Si llegaras a quemarlas, quedarán las cenizas.
Tú sabrás si las tomas o las dejas.

Anna M R.

Mi refugio

Tengo un lugar que yo misma me he construido mentalmente. Se trata de una pequeñísima cabaña, rodeada de vegetación, altos árboles y flores de todos los colores imaginables. Se escuchan los trinos de los pájaros y el ruido de pequeños animalillos al desplazarse entre las plantas.

No dispongo más que de una habitación para mí sola. Yo decidí el color en el que se debían pintar las paredes, para que resultara lo más relajante posible. También elegí un cómodo sillón, situado junto al único y gran ventanal de la estancia. Desde mi sillón puedo contemplar los árboles y recibir los rayos del sol naciente, pues el ventanal está orientado al Este. Sigue Leyendo...

La absenta

La absenta o ajenjo, bebida originaria de la Provenza, fue en el siglo XIX y comienzos del XX la bebida preferida de los artistas. Pintores y literatos como Toulouse-Lautrec, Van Gogh (que se cortó el lóbulo de una oreja bajo los efectos de esta bebida y se lo regaló a una prostituta), Picasso, Baudelaire, Hemingway, Degas, Manet y Oscar Wilde (que inmortalizó la bebida ahora rehabilitada al plantearse: “¿Cuál es la diferencia entre un vaso de absenta y una puesta de sol?” parecen haberla utilizado sin mucha moderación, ya que creían que les ayudaba a acrecentar su inspiración. Se la llegó a llamar “bebida maldita de los modernistas” y se creyó que era causante de ataques epilépticos. Ha estado siempre rodeada de un halo de misterio y de romanticismo, que aún persiste. Sigue Leyendo...

El alma de cada día

Se nos va ascendiendo el alma
en el misterio de todo lo humano
y sube hasta la cima de su ansiedad
desde el abismo de la más oscura sombra.

Se interponen, entonces, las verdades
como inicios de principio del camino
y al final de cada aventura diaria
la vida se nos asoma hacia lo eterno.

Sensaciones.

Mientras la fina lluvia salpica mi rostro,
siento sensaciones de corazones marchitos,
putrefacta sombra de lo que en otros tiempos fueron,
sensaciones olorosas de colonia infantil en la escuela,
infancia olvidada en bamboleos idílicos,
en el devenir de los tiempos angostos.

Siento la claridad difusa del pensamiento infantil,
volando a lomos de dragones vengadores de fuego,
cataratas espumeantes olvidadas perdidas,
en la profundidad de ignotas selvas frondosas,
planicies ocultas entre nevadas cimas,
en escarpadas montañas abismales.