Amaneció tarde el día que terminamos pero esa noche…de vuelta a casa te escribí que te amaba…
Me parece verte con cada mirada, cada palabra…tuya
Incluso cada forma tan distinta que tienes de ser y sobre todo cada detalle cada gesto esa forma tan peculiar que tienes de cada paso que me hacían sentir lo poco que dura la vida eterna contigo, o cada vez que recuerdo haberte pedido que confiaras en mi cada que prometía ser distinto que a pesar de todos nuestros desacuerdos había prometido no fallarte.
Aun tengo presente cada una de tus venenosas frases de tus lastimeras letras de ese mirar indeciso, de tu no decir nada y lo más claro, de tus sentimientos ocultos por que odiarme si un día me amaste? Sigue Leyendo...
No, ustedes no me podrán juzgar. Porque en el mismo lugar de donde vienen sus leyes estoy yo.
Al igual que no podrán dar vida a mis alegrías ni solucionar los conflictos que a diario nos dan carga no me podrán juzgar, pues no reconozco su verdad impuesta que, por la fuerza, quieren hacerme entender.
Me sancionan como si al nacer ya hubiera aceptado esa regla y lo único que hice fue llorar.
¿Qué les tengo que agradecer que tanto me endeuda? Una idea al fin.
No lo creerán, pero esto no vale tanto, hay otras posibilidades mucho más valorables en la realidad; otros modos de ver la vida que no se enseñan, otros modos de sentir.
No me preguntarán como estoy y lo tendrán claro para apresarme en cualquier sitio, una orden que jamás dejarán que no se cumpla, más cuando no les importa. Tan solo es autoridad.
¿Por qué? Aún no lo se, llegará tan solo. Sigue Leyendo...
El Caballero de la Rosa (Capítulo 1)
Castillo de Camelot. Sede del Rey Arturo y los 150 Caballeros de la Tabla Redonda. Es principios del siglo XI después de Jesucristo. El papa Urbano II ha ordenado organizar una gran tropa de caballería para combatir contra los sarracenos que ocupan la Tierra Santa después de haber sido un rotundo fracaso la organizada con gentes de los pueblos dirigida por Pedro el Ermitaño y Gualterio sin Haber. En la sesión extraordinaria presidida por el Rey Arturo se encuentran los 150 caballeros al completo. Están decidiendo quiénes desean ir a esta segunda cruzada bajo los líderes Godofredo de Bouillon, Raimundo de Tolosa y Bolemundo de Tarento. De aquel total de 150 caballeros, 123 se levantan y dan el debido juramento de ir a combatir. Todos parten a ponerse bajo el mando de los líderes citados. Sigue Leyendo...
Querida y difusa ciudad de mi subconsciencia:
Quizás el rumoroso paso de las aguas de tu Guadiana hayan dejado en mi finitud existencial la fresca sensación de la sed mitigada por el misterioso tejido de tus callejas y en algún oculto campanario de una de tus catedrales, cercana a tu famoso Puente de Las Palmas, en el sanvicenteño barrio de la carretera, la cigüeña de mis pensamientos (esa que enhebra la vida en los sacrosantos nidos del espíritu), pudo haber preñado de sentires mis ansias de amarte más cuanto más desconocida te tengo. Sigue Leyendo...
Aviso a mis lectores y lectoras del Vorem.com que si queréis conocer la historia completa del cuento “El Caballero de la Rosa” la estoy desarrolaando en 7 capítulos por la página llamada “Textale.com” ante las dificultades técnicas que me impiden seguir publicándolo aquí en Vorem.com. Un saludo muy cordial a todos y todas.
Caminando en las calles de mi barrio, me aproximé a aquél lugar que hace tiempo no visitaba y que hace mucho extrañaba. Miré por la ventana y pude leer algunos escritos nuevos de aquellos que nunca se alejaron. Me sonreí. Las nubes, como grumos de leche esparcidos en el cielo, amenazaban tormenta. Me aseguré a mi abrigo y me aferré a mi sombrilla miniatura, robada del bolso de mi novia. Una sombrilla pequeña y femenina que no iba conmigo y que me dejaría empapar por la lluvia. Un trueno en el cielo, sonó como regaño y entré a ese lugar. A leer todo lo que quería, arriba de la puerta estaba el mismo letrero con el nombre del lugar: Vorem. Así que entré, saludé y tomé papel y lápiz y comencé..
– Creo que.. haré un poema. Sigue Leyendo...
No te alejes de mí,
quiero sentir el calor de tu cuerpo,
la ternura de tus abrazos,
la pasión de tus besos.
Quiero gritar a los cielos,
y decir a todos que te quiero,
que sin ti mi vida no tiene sentido,
que sin ti mi corazón esta vacio.
+ Hola, ¿qué tal?
– Holaa, bien ¿y usted?
+ Por favor, no me llames de usted, que aun soy un crio 😛
– Ok 🙂 ¿Cómo te llamas?
+ Alex, ¿y tú?
– Yo Ana, encantada 😀
+ Igualmente, ¿qué haces tan solita en el parque?, ¿sacar a pasear al perro?
– Si… bueno.. veras… Es mi perro guía, yo.. yo soy ciega y necesito de su ayuda para sortear los obstáculos que salen a mi paso.
+ Perd… perdona, no sabía que eras ciega, que torpe soy.. bueno, si la molesto voy a seguir paseando, lo ultimo que quería era ofenderla… Sigue Leyendo...
Dicen que estás muerto, papá, que el cáncer pudo más y te llevó… pero yo sé que sólo estás durmiendo… durmiendo tu sempiterna siesta de la tarde… esperando a que yo regrese para, como nos prometimos mutuamente, ir a beber agua de la Fuente de Los Tres Caños. Y que iremos otra vez a caminar por las calles de Valverde. Y marcharemos al monte, a ver bandadas de palomas sobrevolando las riberas del Júcar.
Ahora sé que estás solamente durmiendo tu siesta de siempre… mientras yo estudio geografías muy lejanas, historias humanas que penetraron en el corazón de la vida, versos inéditos de poetas tan anónimos como el viento… pero te levantarás para acompañarme en este caminar llamado Existencia. Y andaremos una vez más. Caminaremos en medio de las charlas con las cuales tú seguirás explicándome leyendas de tu ayer y yo iré comprendiendo un poco más el presente. Sigue Leyendo...
En alguna parte del día, siempre la luna se pierde vista.
Como todo lo que no está en nuestras manos, percibimos que no podemos evitar.
Me paso cuando busque la luna en el cielo, que caí en la cuenta que estábamos por esas horas. Me paso cuando caí en la cuenta que perdí los sueños, igualito.
Igual de imperceptible, como o cuando, se habían marchado. La sensación de que en alguna parte del viaje cual ladrón te hurto tu documento de identidad.
La puntada en el estomago, de la sorpresa, lo peor viene después, el vacio.
Solo el vacio vendrá a despertarte cada mañana, bienvenido a la comandancia nunca más de mucho ni poco, grande ni corto, triste o contento, ni da igual ni involucrado. Sigue Leyendo...
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