REMINISCENCIA

Tal vez nunca nos vamos totalmente,
se nos quedan pedazos
en las vueltas de la vida,
y así se me pegó tu sonrisa
estará allí para simepre
como un girón de atardecer,
la curbatura de tu mentón como
cosa deliciosa,
…añoranzas indecibles…
¡Qué lejos estas!

Una historia como la de Sarah.

Sarah, 30 años y aun mucho por vivir. Con tan solo 25 creía comerse el mundo. Ahora duda si llegará a los 31.

Muchos de nosotros dejamos todo para el mañana cuando ni siquiera sabemos cómo será ese mañana.
Al igual que Sarah, cuando la juventud despierta hasta el último poro de los cinco sentidos, en lo último en lo que pensamos es en que la vida puede tomar un giro repentino.

Ahora, tras cinco años de aquella euforia, Sarah decide escribir. Piensa que tal vez le sirva a alguien sus últimos discursos.

Sueño ilícito

Anoche tuve un sueño atroz e ilícito. Estaba en un gran salón de fiestas, con altas columnas de mármol blanco y profusas decoraciones doradas. Creo que era un baile de máscaras. Bailábamos juntos. Llevabas puesto un vestido blanco de tul volátil y una careta con plumas negras y plateadas. Tu belleza trascendía la comprensión del instinto. Muy cerca de mí tenías tu rostro y yo respiraba tu aliento y su sabor me hacía arder el corazón en un fuego delirante. Girábamos ceñidos. Sostenía tu pequeña mano derecha en mi izquierda, palma contra palma, con nuestros dedos entrelazados; recuerdo que estaba húmeda y tibia. Aquel tacto hermoso absorbía todo mi ser con una intensidad que jamás experimenté antes. De pronto me despertó una garra invisible estrujándome la garganta. La infausta atmósfera real envolvió mi ser sin tregua. Y descubrí que aún tenía la humedad y el calor de tu mano grabados en la mía. Sigue Leyendo...

Sin tildes ni acentos para hablar del amor.

Prometo escribir un texto largo y denso sin tener que acudir a las tildes ni a los acentos, ni a los falsos signos que no sean otra cosa que amar libremente bajo las noches con luna blanca, en las calles libres lejos del mundanal trasiego de la avaricia en forma de metal. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor que no sabe de subir a los podios para ponerse, como yugo, el oro, la plata o el bronce de las ataduras mundanas. Prometo escribir un largo y denso texto sobre el amor sin falsas tildes, sin inocuos acentos, sin interrogaciones dubitativas, sin admiraciones deformantes… prometo, y lo voy a conseguir, escribir un largo y denso texto sobre el amor vivido en las habitaciones con las ventanas abiertas porque no le importa el cotilleo de los vecinos ni los chismes de las vecinas. Sigue Leyendo...

Más allá del tiempo hay un lugar…

Más allá del tiempo hay un lugar donde el momento se transforma en ensoñación; donde la Gran Ciudad pierde su nombre y se comienza a convertir en hábitat para la esperanza. Más allá del tiempo hay un lugar donde los pájaros no se esconden de los hombres; donde el ruido de las calles sólo es un murmullo de la paz. Más allá del tiempo hay un lugar donde el ser humano vuelve a ser un ser humano y las mujeres pasean por las calles a cualquier hora de las veinticuatro que tiene el día sabiendo que nadie las va a hacer daño alguno. Más allá del tiempo hay un lugar donde las estrellas no son fugitivas; donde la luna es siempre un sueño y donde el sol es una realidad para la vida. Más allá del tiempo hay un lugar que se vive con el espíritu cristiano palpitando en cada corazón. Sigue Leyendo...

Perspectivas

Salimos de un punto hasta decidir si las cambiamos por otras (me refiero a las veredas). Yo hago eso continuamente; mis perspectivas son tan cambiantes que cambian a unas (me refiero a las veredas) por otras (me sigo refiriendo a las veredas). Como si los defectos de unas (me refiero a las veredas) los sustituyera por los defectos de otras (me sigo refiriendo a las veredas). Y así las perspectivas públicas (de las privadas nunca hablo cuando de temas de alcoba se tratan) van cambiando por simples coincidencias. No es necesario pensar demasiado. En las esquinas están ellas (me refiero a las veredas) y el estímulo favorable es ir cambiándolas para que duren muchos años más pero, en sí, dejando siempre una firma en el entorno. Sigue Leyendo...

Buscando signos… (corregido y aumentado).

No podemos crecer, por así decirlo, sin adentrarnos en esa especie de senda luminosa que nos va haciendo descubrir los indicadores simbólicos de todos nuestros anhelos. Senda cualquiera, por allí por donde vivamos, que nos va forjando como personas dentro de la naturaleza de este mundo histórico que flota, hiperbólico, en nuestras manos. Buscamos, continuamente, los signos necesarios e imprescindibles, de carácter masculino y femenino, que nos producen la sensación de que somos tributarios de la realidad circundante; para ir forjando la verdad, la particular e intrínseca verdad de cada uno de nosotros, sin la cual no significamos nada. La existencia humana se consolida en la continua prolongación de nuestras ansiedades. Y siempre esas señas de identidad son un conjunto de fuerzas que nos acompañan hasta el final. Es lo que muchos llaman personalidad; la doble puerta por la que entramos a la vida y salimos de ella. Sigue Leyendo...

Respuestas Exactas al Concurso “Los héroes viven descalzos”

1.- El escritor fue Rafael Alberti y el poema se titula “Oda a Platko”.

2.- El país donde nació Platko es Hungría y tiene fronteras con Eslovaquia, Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia, Rumanía (vale también escribir Rumania) y Ucrania (vale también escribir Ukrania).

3.- Se llamaba “Saeta Rubia” al futbolista Alfredo Stéfano di Stéfano Laulhe.

4.- Cándido Gardoy Martín, llamado Macala, jugó en el Atlhetic Club de Bilbao, Español de Barcelona, Hércules de Alicante, Real Madrid y Rácing de Santander.

Noches inolvidables.

Noches inolvidables aquellas en que, en medio del profundo sentido de las cosas, las cosas se hacían profundas… hondas… más extensas e intensas que las propias coordenadas de los momentos recordados y vividos entre las nieblas y ese pequeño rincón que todos tenemos dentro de nuestras ilusiones. La proporción del sueño se hacía tan inmensa que yo caminaba entra las luciérnagas de las luces de neón y las empedradas calles retorcidas de la vieja ciudad castellana. No importaba si era Burgos o Toledo o Palencia o Ciudad Real. Tampoco importaba si era Cuenca o Guadalajara o Soria o Segovia… porque la realidad es que era Madrid. Sigue Leyendo...

Hablando de Bothanikós (Ensayo – Primera Parte)

Las solanáceas (Solanaceae Juss.) son una familia de plantas herbáceas o leñosas con las hojas alternas, simples y sin estípulas pertenecientes al orden Solanales, de las dicotiledóneas (Magnoliopsida).1 Comprende aproximadamente 98 géneros y unas 2700 especies,2 con una gran diversidad de hábito, morfología y ecología. La familia es cosmopolita, distribuyéndose por todo el globo con la excepción de la Antártida. La mayor diversidad de especies se halla en América del Sur y América Central. En esta familia se incluyen especies alimenticias tan importantes como la papa (Solanum tuberosum), el tomate (Solanum lycopersicum), la berenjena (Solanum melongena) y los pimientos o ajíes (Capsicum). Muchas plantas ornamentales muy populares pertenecen a las solanáceas, como Petunia, Schizanthus, Salpiglossis y Datura. Sigue Leyendo...

¿Por qué no? (corregido y aumentado).

¿Por qué no podemos, por un momento, sentarnos para sentirnos?. Nadie nos lo puede impedir. Sólo consiste en dejar nosotros de correr para dejar correr nuestros sentimientos. Volvernos conciencia por sólo un instante de la eternidad de un minuto y hacer de ese instante una constante donde poder sentirnos presencia y esencia en todo nuestro propio ser. ¿Por qué no?. ¿Por qué no podemos vernos y entrevernos sintiéndonos algo más que una extraña circunstancia y poder así añadir a nuestro ser el primer afijo de nuestro respiro y el último sufijo de nuestro suspiro para convertir nuestro complicado sentir en un simple sentimiento?. Sí. Todo cabe en un por qué… Sigue Leyendo...

!Ay!..Mar…

¡Ay!…Mar
Si pudiera ……
atraparte en una vasija de oro,
Robarte el aroma a salitre y libertad.
Grabaría los cantos de sirenas,
El rumor de las olas,
Pintaría la palidez de la Luna reflejada en ti
conseguiría que mil estrellas surgieran de la nada
alumbrando la noche guiando a los errantes marinos

Reflexiones en el parque.

Muchas horas sentado en el mismo banco, aguantando el chaparrón de la lluvia de palabras formuladas como religión. Miro el reloj. La tarde está pasando entre el gris aburrimiento de mis pensamientos y esta especie de granizada que me está cayendo encima aunque es pleno verano. Yo no estoy aquí, sentado el el banco del parque, aguantando el letal aburrimiento de la cháchara monocorde y religiosa. Yo no estoy aquí. Yo estoy en otro punto muy distante, más allá de este sol que se está ocultando y las sombras de esta arboleda perdida entre el insomnio que penetra en mi cerebro y las ganas de gritar un estallido de libertades. Sólo oigo pero no escucho. Sólo oigo palabras religiosas pero no escucho más que el murmullo del agua de la fuente ornamental que derrama su líquido elemento como una comunicación para con las próximas estrellas. Sigue Leyendo...

tertulias de cafeterías. (corregido y reeditado)

!Cuánto me gustan las tertulias de cafetería!. Deberían ser asignatura vital para los ciudadanos; pues en ellas la variedad de los temas es rica y sabia. Da mucho juego para la verdadera libertad de expresión. La verdadera libertad de expresión y no el falso libre albedrío.

Razono que es mucho mejor una tertulia en la que participen personas de ambos géneros (el masculino y el femenino) porque así se tiene la oportunidad de ser uno mismo y una misma sin ambigüedad alguna…

La última (El Chivatazo)

¿Sabéis quién es la última “gallinita” española que se las da de “gallita” ante los hombres?. Lo sabemos Amilibia y yo mientras Mariñas (que no habla más que de chismes sin gracia alguna) sigue que te sigue con su columna “del corazón” que se parece, en verdad, a la Pantera Rosa (tanto por su manera de escribir como por la manera de vestir). !Y mira que es hortera vistiendo Mariñas, Dios mío!. Pero bueno, que cada cual escriba de lo que quiera que las “horteradas” venden mucho hoy en día. !Santo Cielo! diría mi abuela Rufina si estuviese viva. Lo que lo quiero yo entender (y paso olimpícamente de Mariñas y sus horteradas) es a Soraya Sánchez en torno a una entrevista celebrada por Amilibia. A ver si puedo comprender algo de dicha entrevista. Sigue Leyendo...

Es una tarde conocida (reedición)

Dos caracolas con quienes escuchar en una playa donde se confirma que algo de nuestros sentidos se ha unido con la arena. El manojo del espacio es algo de nostalgia bajo el peso de una caliente tarde tan frágil como el herrerillo común con su plumaje azul y amarillo: mar y sol en el centelleo de la playa. Recuerdo sólo algunos sueños en medio del tiempo blanco. No me hace daño hoy recordar ese momento de la mucha luz escribiendo a alguien un “suelo llamar a todo un volver aquí”. Estoy en ningún sitio especial salvo aquel lugar en que escucho dos caracolas en la playa. Sigue Leyendo...

El otro y yo (Relato).

El otro y yo, niños todavía, seguíamos el mismo camino de las rojiblancas albas, buscando entre el rojo y blanco del amanecer, a la misma Princesa que habíamos soñado las noches anteriores. Él iba siempre el primero y por eso le llamaban El Señor de Oro. Yo iba siempre detrás, situado a cierta distancia, y por eso me llamaban El Caballero de Plata. Él me servía de guía y de faro en aquel voraginoso transitar por las calles. La chica del reloj nos servía de cronómetro para saber a cuánta distancia estábamos de la costa y cuándo sería la hora de llegar a la cima. Él y yo soñábamos con la misma Princesa, pero el problema, imposible de solucionar, era que la Princesa sólo amaría a uno de los dos. Sigue Leyendo...

Los héroes viven descalzos (Reflexión y Concurso Añadido)

Reflexiön: Desde Van Gol (el héroe de las caminatas) hasta Helguera (el que no pudo serlo todo) pasando por Emerson (el que se creía siempre grande) y Gago (el que más cara le echa al asunto) todos los héroes viven descalzos según una entrevista realizada, en equipo, por Juan Ignacio, José Luis, Ulises (no el antiguo héroe griego sino un español muy joven), Hugo y Alberto (no el pintor de “paleta gorda” que está liado con Ana María). En fin, que todos los héroes vivien descalzos… incluídos Roberto Carlos (el que “cantaba” a capello), Diego López (el del espíritu por los suelos) y Miguel Torres (que no sé qué lío tiene con eso del ADN para comprobar la paternidad). ¿Y qué decir de Mejías, al que no le arranca nunca la dinamo de su moto?. Viven descalzos hasta que se pongan las botas… Sigue Leyendo...

Otro día en París (Relato reeditado y corregido)

Dicen las noticias que la ciudad está bloqueada. Los accesos y las salidas de la capital se encuentran cerrados a cal y canto debido a las espesas y gruesas capas de hielo y nieve que hacen imposible el tránsito vehicular en todas las direcciones; así que he determinado tomarme el asunto con la mayor tranquilidad posible y quedarme, otro día más, encerrado en el salón del hotel donde, ahora mismo, todo es una barahúnda de idas y venidas, con los mozos de los equipajes yendo de un lugar a otro sin acertar, definitivamente, a quiénes dar prioridad en estos momentos de angustia general declarada. Sigue Leyendo...

En la Punta de Calaburras.

Hoy me encuentro caminando, con mi amigo “El Botijero” por tierras malagueñas de Mijas y sus alrededores. Vamos caminando hacia la misteriosa Punta de Calaburras. He metido en mi zurrón unos cuantos bocadillos de mortadela y algún puñado que otro de aceitunas. También llevo morteruelo dentro de una tartera bien cerrada para que se escurra por los bordes y me llene el pantalón vaquero de pringue.

He de aclarar que este salmorejo que llevo para alimentarme en el camino es el llamado salmorejo cordobés (bien distinto del salmorejo canario) y que es una crema que se sirve como primer plato, original de la zona de Córdoba, a base de tomate, ajo, miga de pan, aceite de oliva y sal. Su consistencia es la de un puré o salsa, a diferencia del gazpacho que suele ser líquido. Sigue Leyendo...

Tu presencia (A María)

Tu presencia
¿es la esencia
del producto de la ciencia?.
No, pequeña poetisa,
no debe andar deprisa
quien quiera obtener conciencia.

Más allá de la impaciencia
del saber de la premisa
de condensarse en la Safo
está el profundo autógrafo
de un hombre con gran paciencia.