Como siempre te quedas callado

Como cada vez que nos vemos, salimos de aquel café, un lugar diferente cada ocasión. Hablamos sobre lo que haremos la próxima vez que nos veamos. El momento más duro del día para mi, el saber que me tengo que despedir y no me puedo ir contigo.

Caminamos hacia el estacionamiento, como siempre me acompañas hasta mi coche, en esta ocasión el lugar no es techado, la noche esta muy obscura y muy estrellada, no hace frío, el clima es perfecto.

Intentas abrir la puerta de mi coche como siempre, pero esta vez me recargo en ella, y me quedo viéndote a los ojos, el silencio nos invade y nos quedamos con la mirada fija, el uno sobre el otro. Sigue Leyendo...

La decíamos Mabel.

Se llamaba Maribel pero la decíamos Mabel. Era una chica guapa del BHA-OP. Una chica guapa, una gran compañera y una excelente amiga porque estuvo a mi lado en los momentos más duros. Me regaló un bombón, la invité a desayunar y nada más. Suficiente. Ella se marchó. Se liberó y eligió la Libertad. No importaba. Fue su gran mérito. Yo ya tenía a mi Princesa mucho tiempo antes dentro de mi corazón y ya me estaba traspasando el alma.

EN COMPAÑIA DE SABINA

Es la 1:56 de la madrugada y aquí estoy; en casa, un viernes por la noche, con 21 años y sin ganas de nada, ni siquiera de dormir a pesar del agotamiento que mi cuerpo padece a causa de varios factores ahora no importantes.

Con el gran poeta Joaquín Sabina de fondo y sufriendo hasta llegar a curar este decepcionado corazón…¿Patético, verdad? Aún sigo esperando una llamada tuya, mi corazón se sobresalta cuando en mi móvil suena el tono de un mensaje de texto y se derrumba cuando mis manos descubren que no es tuyo…

Podríamos haber dado mucho el uno por el otro pero sin embargo tú me dejas aquí. Y no sé donde estoy, me cuesta encontrar mi sitio, no estoy cómoda con nada ni nadie, me siento vacía, un cero a la izquierda, me dejaste tal dependencia de ti que hasta descuidé mirar por mí misma. Sigue Leyendo...

¿Te lo imaginas?

Imagina, que detrás de muchas nubes se esconde un cielo azul abierto.
Imagina que en la caída ya te estás levantando y que el caerse no existe.
Imagina que con tus ojos abiertos puedes ver desde muy lejos lo que con los ojos cerrados estás viendo de cerca.
Imagina que lo difícil es no creer en lo fácil, que lo imposible es mentira.
Imagina que tu paso por la vida de otros, serán las huellas para los perdidos.
Imagina que tus caminos surcados, son las salidas hacía la libertad.
Imagina que eres estrella en las noches oscuras, y que solo tú, las haces que brillen.
Imagina que eres el todo y que sin ti sería la nada. Sigue Leyendo...

Algo que escribir

La lluvia está que cae, por su propio peso lo hace. Nadie se lo ha enseñado, no ha ido a la Universidad para aprehender a desenvolverse, ella se deja caer por su propio peso.
Siempre lo hace en la misma dirección, cae y cae, y meteorológicamente deja de hacerlo, misteriosamente deja de hacerlo.
La lluvia antes de cesar, siempre espera ese instante en que nadie coincide, nunca busca hacerlo a gusto de todas, ni de todos. En eso es una Maestra.
La lluvia, no siempre, pero si a veces, es brutal, a veces cruel, malvada, salvaje, a veces in-solidaria, no tiene razón, a veces es insuficiente, a veces excesiva. Pero siempre sincera, insoportable-mente sincera. Cueste lo que cueste. Sigue Leyendo...

El vino añejo de la amistad.

La vida se ha convertido en una vorágine de inaplazables premuras. Un transitar de aspiraciones individuales y colectivas que nos llenan de afanes permanentes (a veces hasta esperpénticos) donde proyectar nuestros anhelos y la ineludible necesidad (muchas veces creada de manera aritificiosa y no precisamente natural) de apresar oportunidades. Y todos corremos como locos con la voluntad de superar obstáculos.

En este maratón en que se ha convertido la vida (una especie de MAPOMA infernal) es muy importante y necesario para nuestra salud mental darnos pausas para vivir y valorar adecuadamente el mundo de nuestras relaciones interpersonales. Es ese entorno de los amigos y las amigas. Un vino añejo que nació en una caverna de la prehistoria (a la luz de un fuego ardiente) y que sigue su existencia a través de millones de años. Sigue Leyendo...

isobo 52

Reclino la cabeza sobre la almohada y miro al techo. Un silencio de 52 minutos que se van alargando hasta que, al rozar la hora del sueño, un hada misteriosa, un rayo de luna que ilumina en su pelo, toca con su varita mágica la atmósfera de la habitación. Sueño. Millones de seres humanos, en diferentes lugares de la Tierra están trajinando en los campos o caminando por las calles de las grandes ciudades donde el cláxon de los automóviles me es totalmente desconocido. Estoy profundamente dormido y mi isobo ha quedado esperando en el puerto a que me despierte para salir a navegar. Yo, en estas horas prolongadas por el espíritu laboral trabajo con mi imaginacíón. Pero soy ajeno a lo que está ocurriendo en Filipinas, Malasia y Ecuador. Quizás hasta haya alguien que, desesperado, esté huyendo de sus fantasmas bebiendo alcohol en alguna bodega. Sigue Leyendo...