– ¿Estás bien, Jóse?.
– No se preocupe, doña Pasión, estoy perfectamente bien.

Mi tío Esteban, junto con mis primas Angelines y Juanita que servían en las mesas del kiosko bar, nos miraban después de las correspondientes presentaciones personales. Allí estábamos, en lo alto de La Pedriza donde nace el Manzanares, mi esposa Liliana, nuestra pequeña Leslie (la pequeña Carla nacería dos años después) y yo. Junto a nosotros se encontraba el asturiano Fernández con toda su parentela (madre, esposa, hija e hijo). Era, aproximadamente, el verano de 1986. Sigue Leyendo...

Segnda semana en Espasante.
Todavia dormimos mi marido y yo demasiadas horas.
Es como si las hadas de la noche te hecharan su manto blanco, para cubrirte de los males humanos y sumergirte así en su aurea efimera y benigna.
Tendremos a poco tardar que dormir menos horas, pues doce se me antojan demasiadas.
hoy he estado en la playa pero no me he bañado completamente, solo me he dedicado a pasear, saboreando la brisa marina y mirando al horizonte verde por doquier, precioso, como si fuera a alzar el vuelo en cualquier momento.