El Jabato y los ye-yés.

Ya había pasado de moda El Guerrero del Antifaz (recalcitrante represor seudorreligioso), estaba de capa caída Roberto Alcázar (facineroso machista y fascistoide) y se encontraba pasando su apogeo El Capitán Trueno (iniciador de aperturas sexistas) cuando apareció nuestro héroe El Jabato. Hablo de tebeos de infancia, cuando todas las semanas, en medio del marasmo laberíntico del Lenguaje, las Matemáticas, la Aritmética, las Ciencias Naturales y la Formación del Espíritu Nacional franquista, los colegiales corríamos por las calles, emocionadamente ávidos, para adquirir el número correspondiente de aquella serie que tanto excitaba nuestra imaginación. Apareció El Jabato, aquel indómito ibero que, con su inseparable amigo Taurus, hacía estragos -Astérix hispano- entre las filas de los imperialistas romanos. El mismo Jabato que le arrebató Claudia al sanguinario Marco y luego se enroló en cientos de aventuras por selvas africanas, territorios hititas, estepas siberianas, desiertos calcinantes, océanos profundos… para guiarnos, con sus intrépidas hazañas, a los territorios de la mágica liberación. Sigue Leyendo...

lo que quedó

A veces te recuerdo
paradita en la ausencia
con las manos vacías y la ternura lejos
solo a veces despunta una infantil sonrisa
en tus labios cansados,sin palabras ni besos.

Hubo un sol algún día que fue para nosotros
Y hubo niños y flores y pájaros y plazas
Hubo vida corriendo por nuestra sangre unida
y fue nuestro el camino
el viento
la esperanza.

Sensaciones manifiestas

Es una sensación dificil de describir la que siento cuando estoy bailando. Hay gente que no llama breakdance baile, simplemente porque no es el tipo de baile en el que piensas cuando te hablan de ello, pero para mi es más que un baile, es una manera de vivir. No se puede describir lo que siento cuando estoy en la pista porque no conseguiría hacer comprender cual es la sensación. Esa sensación de nerviosismo histérico momentos antes de entrar, esa sensación de paz interior en el momento de bailar y esa sensación de autorealización al terminar.
Sentir las miradas de la gente en ti, escuchar la música, sentir el beat y hacer que los pasos salgan de ti en un flujo continuo. No importa lo que piense la gente en ese momento, solo importa el que tu te sientas bien contigo mismo. Solo conseguir la naturalidad es el objetivo de este baile, ser tu mismo.
En definitiva, bailar es expresar lo que sientes en cada momento, transmitir a la gente lo que te pasa por dentro a través de unos pasos de baile. Bailar es sentir. Sigue Leyendo...

Malvada Locura -6 (Sexto relato de la serie Malvada Locura)

Malvada Locura – VI
(Sexto relato de la serie Malvada Locura)

Habiendo dejado atrás todas mis penas, sonrío, quieto frente a la ventana, con los brazos en alto, esperando que de mis manos crezcan hojas y ramas que lleguen al techo. No volveré a ser un hombre, no volveré a pensar como un hombre. A partir de ahora, seré un árbol. Un árbol viejo y feo abandonado a los caprichos de los elementos con escarabajos trepando por su tronco.

No es la primera vez que me propongo convertirme en un árbol, pero sí es la primera vez que me siento realmente preparado para emprender esta fabulosa hierogamia que, en el fondo, no es otra cosa que una reconciliación conmigo mismo. Sigue Leyendo...

Mensaje: El Diario del Kurdistán.

Para quienes tengan duda alguna sobre mi “Diario del Kurdistán” no solamente fue una emocionante experiencia vivida por mí en primera persona sino que, si volviera a nacer, volvería a hacer lo mismo. Y quien no lo interprete como una propia experiencia personal mía me es totalmente indiferente. Lo viví. Lo experimenté. Lo escribí. Y volvería a vivir dicha experiencia y aventura un millón de veces más si un millón de veces más se me presentara la ocasión de viajar al Kurdistán. Yo respeto mucho a los incrédulos pero, por supuesto, no hago caso a los incrédulos porque ellos tienen su libertad y yo tengo mi liberación. Ardo en deseos de ver, y alguna vez sucederá ya muy pronto, mi “Diario del Kurdistán” publicado en un libro de cara al público. Y como fue verídico no me importa lo que piensen quienes no se crean que fue verídico. Sigue Leyendo...

El PAQUIDERMO

Y ahí…
en el fondo de una caja, envuelto en servilletas de esas de papel que se usan en los bares, estaba escondido.
Lo desenvolví con cuidado y leí la nota: Marian,este pequeño detalle es para tu nueva casa,te traerá suerte
Ah….
pero lo tienes que poner con la trompa mirando hacia la entrada, eh?
besos.

En ese momento, dos lágrimas como dos soles resbalaron por mis mejillas…
Miré a mi alrededor, y nada encontré con más valor que ese paquidermo.