Calando…

Por pobre reconozco al lumpen
Por sensible gusto del péplum
Por humano esa mezcla me asume
El cuadro que presento: Delirium.

Siento una pluma en mi oreja
Una idea sobre mi ceja
Un cuerpo sobre mi costado
Y un corazón rojo azulado…

¡Bah!

¿Bah?. ¿No sería mejor decir BHA?. Exacto. Esto sólo es la reflexión de un hecho real, verídico y científicametne demostrado…

La historia es la del BHA de los 70, los 80 e inluso los 90. La historia es de unos empleados “de paños menores” que idolatran al que les habla de justicia social y justo reparto de las riquezas. La historia es que empiezan a conocer los jóvenes de España (ellos y ellas) lo que es no encontrar un trabajo. El caso es que los “líderes” sindicales de turno, apoyados desde afuera por unos cuantos adláteres (de poca monta) inflaman la mente de los desprevenidos bancarios con aquellos de ¡No a las horas extras para trabajar todos! Y el caso es, y termino la reflexión, que todos aquellos que idolatran a quien les habla desde la tribuna y aplauden el slogan… pues… sencillamente no trabajan por la mañana para poder hacer horas extras y comprarse lindos chalets a costa de los que están en el paro… si… el caso es que hasta ofrecen a sus mujeres a los poderes intermedios como, por ejemplo, el Director de Personal. Fin. Ahora toca meditar… Sigue Leyendo...

Tú. Yo.

Tú.
Tú me dijistes que te quisiera.
Tán fácil de rogar que apenas me detube en creerte. Fué solo un juego, un amor de verano, pero en otoño. Ni siquiera sé si un amor.
No probé de tus prepotentes labios, ni caí en tu cama en la que sé que te comportas como un irresistible ruín. Sólo toquè tu piel y ya eso bastó y me quemó. Y me frustró, tocarte y no tocarte.
Fué dramático, con la belleza que eso conlleva. Y casi hubiese jurado que fué real.
Pero tú.