Rincón de un parque.Hay una farola encendida y un banco largo. Al lado del banco hay un tacho de basuras con hojas de periódicos. Es de noche y sopla el viento. Se escucha una música de “flauta de pan”. Es “El cuculí y la flauta”.
(Aparece en escena Juanito, el niño mendigo que va dirigiéndose hacia el banco. Tiembla de frío, de hambre y de miedo. Se detiene frente al tacho de basuras, remueve en su interior y saca unas hojas de periódicos; después se tumba en el banco, se cubre con las hojas de periódicos y se queda, encogido, completamente dormido mientras sigue sonando, de fondo, la música)Sigue Leyendo...
Mesa preparada para cenar.Vajilla muy humilde. Vela encendida. Están cenando Luisa y sus cinco hijitos de corta edad (dos niños y tres niñas). Tristeza en todos los rostros. Ropajes muy humildes.
José (Volviendo su mirada hacia ellos).- Pero… ¡si es mi cuñada Luisa con sus cinco hijos! ¿Cómo puede ser que vivan en tal pobreza? ¿Y mi hermano Pablo? ¿Dónde está mi hermano Pablo?
(José se acerca a la mesa y la rodea para atraer la atención de todos ellos)
José.- ¡Luisa! ¡Sobrinos! ¡Escuchen! ¿Qué les ha sucedido? ¿Por qué están todos tan trsites? ¡Cuéntenme! ¿Es que no me oyen? ¿Es que no me ven? ¡Luisa!… ¿dónde está mi hermano Pablo?Sigue Leyendo...
Sala de hospital. Una camilla con bulto “humano” bajo la sábana. Foco de luz blanca. Botellín de suero. Un aparato medidor de pulsaciones de corazón con sonido muy lento (bip… bip… bip…). Al frente hay una Luz Azul.
José (Monologando).- ¿Qué ocurre? ¿Dónde estoy? ¿Por qué visto así? ¿Qué es todo esto? ¿Dónde está mi terno? ¿Y estas zapatillas? ¿Por qué llevo puestas estas zapatillas en lugar de mis zapatos? ¿Y esa camilla? ¿Quién yacerá ahí?
(José se acerca despacio hacia la camilla mientras el aparato medidor sigue lentamente con su bip… bip… bip… hasta que levanta la sábana. José se vuelve repentinamente hacia el público. Está completamente perplejo)Sigue Leyendo...
Central de Ahorro Popular. Sentimientos a flor de piel y un inicio laboral que promete horas de ensoñación. Y es que las chavalas de buen ver comienzan a destaparse en mi fantasía. Hay que seguir con la inercia de mis aventuras en Cima. Y encima hasta puedo seguir jugando al fútbol. ¿Qué más pedirle a la vida con mis siempre eternos 18 años de edad? Lo mejor de todo es la hora en que la veo llegar y, a escasos centímetros de mí, fichamos la tarjeta de entrada. Después se aleja pero ha quedado grabada en mi memoria. ¿Para qué te quiero Soledad? Sonrío. Sonríe. No estoy haciendo mal el camino. Y después, entre el viento del invierno y los días fríos, me caliento al trasluz de la ventana. Hay luz. Siempre hay luz para los sentires a flor de piel ahora que, ensimismado en mi ensoñación, la veo llegar. Sonrío. Sonríe. Quizás es que esto de saber elegir se basa en saber clasificar. Y no me refiero a las fichas bancarias.Sigue Leyendo...
Déjame besar tu espalda – dijiste
si en aquel lugar en aquella hora yo hubiera
comprendido las razones…
entonces sentí tus labios y tu aliento
La reacción natural de la piel poniéndose en
guardia que sensación tan increíble
Es tu aroma lo único que logra transportarme
No pude escuchar toda la fraseo o quizá no terminaste
de articularla pero el sonido de tu voz recorriendo
el oído me trasporto como siempre me dijiste…
Pepa vende rosas. Lola vende claveles. Las dos se ubican… ¡válganos el cielo cuando las da por discutir!… en la puerta del mercado donde el olor a aceitunas reclama la atención de las curiosas comadres. Pepa es una niña mientras Lola ya está bien entrada en años. La gitana Lola está deseando perder de vista a la paya Pepa…
“¡Oye, niñita de los peines! ¿Por qué no te das una vueltecita por los buenos aires y luego vienes y me lo cuentas, esaboría?” “¡Ni hablar de la peineta, doña Lola! ¡Yo he venido antes y tengo todo el derecho de mi sangre andaluza para estar donde he llegado!” ¡Válganos el cielo cuando las da por discutir! Es entonces cuando interviene él. “No discutan por culpa de las flores porque no hay razón suficiente para hacerlo. Voy a comprar un ramo de rosas y un ramo de claveles y sanseacabó la discusión” Es “El General”. En el arrabal se han tejido muchas leyendas sobre “El General”. La mayoría de todas ellas le presenta como un antiguo resistente. Uno de aquellos maquis que huyó a las montañas pero decidió, un atardecer cualquiera, de que era llegada la hora de ser parte de una pequeña sociedad. Y dejó sus heroísmos para convertirse en todo un personaje real dentro de todos nosotros. Las mujeres le adoran como si fuese un dios de la felicidad. Y él es feliz mientras se siguen tejiendo leyendas sobre él y su espigada silueta más propia del hambre que de las ganas de seguir en forma.Sigue Leyendo...
1 de agosto de 2104 después de Jesucristo. Vuelvo a “comunicar” con Jaime Fernández Garrido: “Charles Chaplin, no sólo interpretaba las películas, también era el director, el guionista, el productor, componía la música y muchas cosas más. “El chico” (1921), “Luces en la ciudad” (1923),”Tiempos modernos” (1936) fueron algunos de sus films más famosos. El conocido “Charlot” era un defensor del cine mudo. Decía que el cine moderno destruía la belleza del silencio. No sé lo que sir Charles diría hoy si viese nuestro mundo: El silencio parece ser el enemigo de muchos. En la calle todo son sonidos estridentes. En los grandes almacenes ponen música y anuncios para que puedas comprar más cosas. Mientras todo esto sucede, perdemos la belleza de la comprensión, del silencio, de interesarse por lo que otra persona puede estar pensando o sintiendo sin decir nada”.Sigue Leyendo...
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