Aquí estoy viendo pasar la vida enredador, mi pierna se ha convertido en un trozo de hormigón , lo malo es el tiempo tres meses me quedan, que parecen tres años, para conseguir la libertad de poder caminar.
Todo comenzó el 17 de Junio a las 9 de la noche, me disponía a cruzar mi calle que esta después de una curva, cuando terminaba de cruzar, un coche me arrolló, por lo que se ve el conductor venia borracho, pero aun así tuvo la decencia de parar y llamar al samur y a la policía, yo solo decía hay hay hay, al rato aquello parecía una verbena con tantas lucecitas de dos ambulancias y cuatro coches de policia, yo con un dolor horrible contemplaba como salía mi tibia a la altura de la rodilla, cortaron toda la ropa que llevaba e iba muy arreglada pues había estado en una entrevista de trabajo muy interesante y además me habían seleccionado.

En la UVI movil me pusieron morfina cosa que me puso de buen humor, hasta el punto que en un frenazo el medico se me hecho encima y yo le dije, hombre espera a que me arreglen la pierna y entonces hablamos.
He tenido dos operaciones, la primera de urgencia me pusieron un aparato con pinchos tipo robocop a la semana fue la segunda estuve en el quirófano 5 horas y me quitaron el aparatejo, para ponerme tan solo una media.
Ya por fin estoy en casa pero no puedo apoyar la pierna por lo que necesito ayuda para todo, menos mal que mi marido me saca todas las tardes en la silla de ruedas a dar un paseíto.
Amigos os deseo de corazón que no tengáis que pasar por este calvario, aunque podía haber sido mucho peor, el coche solo me rozo, con la velocidad que iba si me coge de lleno no lo cuento, esta ha sido mi ultima experiencia importante, os quiero voremios, un millón de besos

Abrí los ojos y tan solo vi la oscuridad de la luna negra
Tirado en el suelo me encontraba,
Solo magullado, destrozado y ensangrentado
Como un viejo e inservible muñeco .

Fuerte e incansablemente abría y cerraba los ojos,
Creía soñar, quería salir de aquel catastrófico lugar.
Pero por mas que lo intentaba la oscuridad de aquella luna negra sobre mi se abalanzaba,

Sólo un golpe y el auto pasó veloz aprovechando la luz amarilla del semáforo.Allí quedó tendido.Desde mi ventana lo veo subiendo con dificultad a la vereda.
Unos niños pasan sin mirarlo.Un anciano lo toca con su bastón moviéndolo un poco.El no lo miró.Con sus ojos cerrados,adolorido,pensaba que no era malo morir allí… Se acurrucó junto al muro.
La sañora cruzó la calle.Se agachó con dificultad y se lo llevó en brazos.
Ahora no sentía dolor.La miró cariñoso con sus ojos pardos.
¡Había encontrado un hogar!