El Poder es un sentimiento que utiliza el lenguaje, que informa a medias y desinforma continuamente. La verdad es un concepto que tiende a disminuir y se diluye entre controversias y suposiciones. Un ejemplo notorio de “verdad inexistente” forjó la invasión de Irak.Lo que ahora crece es una desmesurada intolerancia y el terror a una guerra civil. Para los paises invasores se trataba de aplicar la estrategia del “poder”: ññegué, vi y vencí. El verdadero deseo fue generar un foco de convulsión que fuera llegando hasta Irán, creando un pánico atómico. Todo se mueve en un tablero fínamente diseñado. El Poder no trata de conseguir un espacio u otro, ahora es todo el Planeta el verdadero objetivo. La guerra está entre nosotros, parcelada, mediatizada…La gran pandemia es el “Miedo a la muerte”, es estar desprevenidos ante la amenaza de que “se apropien de lo nuestro”. Ni siquiera una mentira es mentira del todo…Ya no podemos evaluar lo esencial de la verdad ni su opuesto.

Se justifica cualquier acto, porque tenemos un amplio abanico de justificaciones para todo. Lamentamos la pobreza de medio mundo, pero ensalzamos las grandezas de un pensamiento absolutamente ancalado en el dogmatismo. La gran guerra, ésa que no se muestra, que no se ve, que sólo se percibe con sutileza…es la ideológica: los virus del pensamiento se instalan en las mentes. De esta forma, la grandeza de una guerra de fe sigue siendo justa, cuando en su origen surgió del ingenio humano para convertir los pensamientos en dardos envenenados.