Ahora,
que la vida me dice adiós,
con más amor aún
que en otras primaveras,
qué difícil se me hace dejarte,
esposa mía.
Pero el tiempo,
verdugo implacable y feroz,
se lo lleva todo por delante
matando historias de amor.
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Habíamos decidido emprender un viaje donde se requería arriesgarlo todo
donde no hubiera espacio para los engaños donde sencillamente se nos
escapara lentamente la felicidad…
Esa felicidad que se germina dentro, y que nos arrancamos cuando hace
falta sentir la diferencia de un respiro y otro, seguramente fue que erramos
el tiempo sin darnos cuenta o que había que reparar alguna fractura antes de
decir lo que había que decirse…
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Y ahora
en la hora de la respuesta…?
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Ahora,
con esta luz cerrada entre destellos,
llego a la sala de mi alma.
Si algún día yo me encontrara tranquila,
si no hubiera ninguna cosa fuera de su sitio,
en esta habitación de aristas infinitas,
de perfumes enredados al filo de la medianoche.
Ahora y desde aquí,
me observo.
Me observo escondida
debajo de la mesa.
Acurrucada en un rincón,
mascando lentamente la prolongación constante de mi alma,
que guardo cuidadosamente………
. Me gusta.
Un ahora comprometido, Morgana… comprometido con el sentido perenne de las prolongaciones del ánimo. Me gusta esa manera de extender la observación de los sentidos a través de las cosas… o quizás la observación de las cosas a través de los sentidos… porque a la hora de la verdad observar la vida desde un rincón es lo mismo que estar en le mismo centro de ella. Felicitaciones.
Sólo tu sentido, memoria, sentimiento,
te dirán, que lo escribes es fruto de tu saber.
No puedes escapar de esta hermosa paradoja,
en la que discurriendo entre palabras, imágnes, contexto y
calculado final, todo es un “quehacer literario”.
Si alguna vez dijeras que “no sabes escribir”,
no podría escucharchar otra cosa que:
hasta doy soy capaz mi corazón y mis manos
acarician las palabras.
¡¡¡Excelente!!!
Me hace sentir muy bien tus comentarios. Soy parca en palabras y expresiones.
Gracias. Un saludo Diesel
Me falta tanto Grekosay, tienes razón, ¿quiénes somos sin nuestro sentido, sentimiento y memoria? Hay tantas historias que habitan en mi memoria, y no sé como ir contándolas.
Un saludo
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Hola Christian. No hay mayor desengaño que decirle no a la vida. Un sí a la existencia es la Fe que nos queda a quienes nos sentimos del Vorem.
Como celebro tus textos…ya te extrañaba
Saludos en el Ahora ya…desde mi rincon atte.