Templada madrugada, has encontrado escribiendo
a un chico no inspirado que está lápiz en mano,
¿por qué a estas horas no me encuentras acostado?,
no me deja dormir un inmundo ser villano.
Hablaré de mi novia
que ha cambiado mi historia;
tomó fuerte mi mano
cuando ya iba al expendio
planeado mi suicidio…
Gracias a ella estoy sano.
Nada nos separará;
somos más que dos almas clamando eterna vida,
y ninguno olvidará
la relación parida…
Aquella tarde de abril fue el punto de partida.
Juro que fracasará
quien intente sin piedad alejarme de ti, querida,
más de uno intentará
el ver destruída
nuestra fortaleza con tanto amor construída.
Cenicienta, has perdido tu zapato.
¡No estés triste que te lo devolverá
aquel chico que por siempre te amará!
Y dale, cambia esa cara de espanto.
Cenicienta, ¿por qué me inspiras tanto?,
¿qué misterio tu persona esconderá?
Mil sonetos mi pluma te escribirá.
Soy consciente, en ellos falta encanto.
Ahí él tomaba el té mientras el agua corría,
y lento, sorbo a sorbo, saboreaba la infusión.
Su cara denotaba ya la triste dulzura,
hablaba del sin sentido de una existencia fría
de lo que se siente llegar a tan trágica conclusión,
dijo que el azúcar por tan dulce ya era amarga.
“Esa es su escencia” con ternura nos decía
y exhortaba a nuestras almas para amar con pasión
“¡nunca, nunca teman al camino su angostura…!”
nos exclamó mientras su harapiento bolso abría.
“Brillen humildes, puros… ” -advirtió con precisión-
“¡Soberbio, la ruta de los buenos es más larga!”.Sigue Leyendo...
Yo juro que estoy muerto estando vivo,
aunque mande nuestro Padre a no jurar.
Solo yo soy quien puede asegurar
que en la jaula de la parca estoy cautivo.
He bebido el licor más corrosivo,
y al probarlo bien podrás corroborar,
que al instante como yo vas a jurar
que es verdad, estás muerto estando vivo.
Imposible sembrar en el cemento…
también en el papel color pradera,
cimientos de una eterna primavera
que aguante tempestad, el fuerte viento
arrancando de la tierra el sustento,
quemándolo en la hoguera cual basura
e izando la bandera de la usura,
ha dejado al campesino ya muerto.
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