a ella

la llaman Martina, y tiene los ojos claros y es bella aún los domingos si madruga.

a él le pareció bien aquella chica como compañera de piso. “ya te llamaré”. aunque ya lo había decidido y nadie más se había presentado.

un chico callado y torpe, extraño. una chica extrovertida de ojos panorámicos

y un día que Martina no podía dormir le oyó hablar a solas, llorando. susurraba en voz baja y respiraba por la boca. y ella entró en su habitación y lo miró, allí sentado, con la cara de luna hablándole a la pared, sonámbulo. pero Martina pudo hablarle, y le respondía, aún dormido.

y cada vez que ella no pudo dormir, preocupada, esperaba un rato y lo oía, y hablaban durante horas sin que al día siguiente mencionaran nada de lo ocurrido.

y él le hablaba de Martina, la dulce Martina, y sus ojos de pelos de punta. “creo que estoy enamorado, aunque no creo en eso”. y ella de pena tenía los ojos tiernos, frágiles

y de vez en cuando volvía a ocurrir lo mismo.

y, precipitadamente, corrió rodando la última semana antes del verano. a paso ligero, sin poder hacer nada, o eso le pareció a ella.

se dio cuenta en el último instante. había pasado la semana entera sin dormir sólo por escucharle y hablarle. quería consolarlo, por lo menos.

pero él era sonámbulo, y en el mundo, quién lo hubiera pensado, hay más Martina que una sola. quizá por eso la eligió. superstición, casualidad, no sabe. igual una Martina se podría comer a la otra, la inalcanzable.

y así ella en el fugaz momento de la última mirada se deslizó en el sillón con la certeza acabada.

que era ella la que se había enamorado.

y lo peor de todo: que ella sí creía en esas cosas

2 comentarios sobre “a ella”

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A ELLA.

soñe con ella,
ella, blanca como la nieve,
con su cabellera al descubierto,
viendo florecer su vida, sin mi,
en suenos me decia que estaba bien,
feliz, ¿feliz?….. feliz sin mi?.

sera feliz de seguro sin mi, pero en sueños, es tan hermosa,
es tan esvelta, tan lucida,
tan claro el mundo cerro sus ojos, busco inspiracion, y nacio ella,
ella, la mujer que mis sueños,
la mujer de la camisa roja y jeans apretados.

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A ella

Cenicienta, has perdido tu zapato.
¡No estés triste que te lo devolverá
aquel chico que por siempre te amará!
Y dale, cambia esa cara de espanto.

Cenicienta, ¿por qué me inspiras tanto?,
¿qué misterio tu persona esconderá?
Mil sonetos mi pluma te escribirá.
Soy consciente, en ellos falta encanto.

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A Ella

A Ella nada le fué facil desde los primeros días de su existencia.
A Ella le complicaron la vida durante años.
A Ella casi nunca tuvo muestras de cariño, afecto, aprobación y apoyo.
A Ella encontrar a una persona en la distancia que le dió de todo lo que carecía.
A Ella se sintió persona con valía y adquirió confianza.
A Ella sentir que esa persona se le fué sin despedir, sin unas palabras, sin sabe si volvería a saber de El.
A Ella cada palabra que sale de su boca es para su recuerdo.
A Ella…A El.

Un comentario sobre “A Ella”

  1. Aunque el texto es un poco enigmático para mí (de hecho he estado pensando en un comentario desde la primera vez que lo he leído, y han sido varias), creo que hay muchos sentimientos escondidos en él, sentimientos que a Ella le siguen afectando. No sé quién es Él, pero parece haber dejado una huella indeleble en Ella.
    Sólo espero y deseo que esos recuerdos no nublen la vida actual de Ella. Sobre todo, si Él se fue voluntariamente sin despedirse…
    Un beso, Wersemei.

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A ELLA

UN DOLOR INTENSO SENTI
CUANDO CREI QUE ME HIBA A MORIR
CUANDO CREI QUE TODO ERA EL FIN .
UNA ALEGRIA INMENSA SENTI
CUANDO A MI HIJA TUVE JUNTO AMI .
MIS PROBLEMAS Y PENAS PERMANECEIAN
PERO CON ELLA MAS PEQUEÑOS PARECIAN .

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