Quisiera serlo todo para ti;
tu desazón,
tu amor perpetuo.
Pero el tiempo,
que todo lo mata,
también mataría nuestro amor.
y yo,nostálgico enfermizo,
cada invierno,
vería nevar tristeza
en mi jardín.
Me ocurre algunas veces,
que al caer la tarde,
miro a los vencejos
cruzar el cielo azul;
y un azar misterioso
invade mi ser,
creyéndome vencer
al tiempo y a la muerte;
pero, la realidad me enseña
que la luz emigra siempre
al lecho nocturno de la sombra.
Llego caliente de emociones:
de alegría, de amor …
Te veo a lo lejos esperándome
en el mismo lugar de siempre,
y todavía mi corazón se acelera
como un tímido adolescente.
Cuando nos encontramos,
nos besamos y abrazamos
como el primer día.
Qué gozo cada semana
poder estar junt a ti,
quererte, amarte y susurrarte
al oído palabras de amor.
Llevamos así diez años
y cada día te quiero más.
Quizá me arrepienta un día
no haber sabido decirte que te quiero;
haber dejado pasar
grandes silencios entre nosotros
sin mirarte a los ojos;
haber sido un estúpido engreído
teniendo el paraíso a mis pies.
Seguro que me arrepentiré,
pero ya no habrá remedio.
Encorvados y abatidos,
con la tarea cumplida,
pululan por nuestras calles
los ancianos cada día.
Ni familia ni gobierno
quieren de ellos saber,
sólo su humilde bastón
les intenta comprender.
Los humanos somos ya
pasto de la tiranía,
cuando no sirves al clan
te arrinconan y te tiran.
Aquí yace un hombre más
que nació un triste día,
que vivió por los demás
y murió cual mercancía.
La noche ciega mi amor.
Cansado y aburrido
paseo entre tinieblas
con la esperanza de espaldas.
Impávido y maniatado
veo como la luna
corretea sonriente
sin dejarse nunca atrapar.
¿Dónde estás?
Con la claridad del día no te veo;
con la oscuridad de la noche tampoco.
Las obras anónimas de la Naturtaleza
siguen expuestas en la galería del mundo
pidiendo a gritos
que se identifique su autor.
Me pongo a pensar;
quiero escribir poesía;
pero no acierto con las palabras.
Tengo un murmullo interno,
un ir y venir de ideas,
que cansadas de esperar
en el lecho de mi mente,
se suicidan a oscuras
dejando huérfano el papel.
Los dictados del pensamiento
son ejecutados con excesivos borrones.
La claridad se ve empañada
por el vaho de la desidia.
Nada merece la pena.
Todo se torna en locura constante.
La denuncia flota en el ambiente
como algo natural y contagioso.
La razón se ve acorralada
en los tenebrosos recovecos del alma.
Qué felices fuimos
cuando sólo teníamos
el parque y la luna
para querernos.
Qué felices fuimos
cuando nuestras manos
de gozo ardían
y nuestros corazones
revoloteaban sin descanso.
Qué felices fuimos,
y hoy …tan desgraciados.
Vivo tu ausencia con la tristeza
del perro abandonado.
Quiero huir de tí,
pero tus labios me saben todavía.
Donde ayer había leña,
hoy ceniza sólo queda.
Donde ayer había luz,
hoy sólo existe ceguera.
Donde ayer había amor,
hoy sólo llanto y espera.
No me pidas prisa para vivir,
deja que la quietud
presida mis actos más modestos;
que el silencio
arrulle mi persona,
que mis sueños
se remansen en tu amor.
Con el viento te envié
veinticuatro besos tiernos.
Te besé con mi memoria,
recordándote en silencio.
Quería besar tus labios,
quería amarte de nuevo.
Qué difícil se me hizo,
tener tus ojos tan lejos.
¡ Cuánto me hubiera gustado
besar tu boca el primero !
¿ Por qué te acordaste de mí?
¿ Por qué trajiste mi ser
a tu laberinto eterno ?
¿ Por qué me diste la luz
para terminar a oscuras ?
¿ Por qué hiciste de mí
otro peón de la duda ?
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