Todas las entradas de: Juliet

Para ti, mi vida…

Fue un sábado cualquiera. Esa noche los fuegos artificiales cubrían el cielo de Valdemoro, los veíamos mientras caminábamos hacia el parque más cercano. Tu mano junto a la mía era lo único que necesitaba para ser feliz.

Llegamos al parque y nos quedamos de pie mirando el cielo iluminado. Yo me tapaba los oídos – ya sabes lo que me molesta el ruido – y tu me rodeabas con tus brazos. Acabó el estruendo y fuimos a encontrarnos con dos amigos nuestros. No estuvimos mucho rato con ellos, lo justo para disfrutar de la música y la compañía, y de una bebida compartida. Sigue Leyendo...

La Vida Desperdiciada

Se acercaban las fiestas de Navidad y, como cada año, solo significaban unos cuantos días festivos en el calendario laboral. Aunque eso ya era suficiente “Ahora podré descansar algo mejor. Por lo menos no tendré que levantarme a esas horas de la madrugada en las que la gente parece sacada de una peli de zombis autómatas”. Lo que estaba claro es que con Navidad o sin ella sus problemas de sueño no se iban a disipar, ni su ánimo depresivo, ni su inapetencia en todos los ámbitos. Y mucho menos él. Llevaba años incluyéndole en su lista de “propósitos de año nuevo”, en sus mejores deseos, en la carta a los Reyes Magos de Oriente, se lo pedía a las estrellas fugaces, a las que no lo eran, a los tréboles, a los dientes de león… incluso hablaba muchas noches con Dios (aunque era atea convencida), pero la desesperación es lo que tiene, te hace buscar la salida incluso donde sabes que no está. Si te fijabas bien, podías ver en sus ojos ahogados el recuerdo de tantos años intentado borrarle de su vida. Sigue Leyendo...

La última hora

Hace una horas consumí mi último aliento.
Y no tengom manos que me auxilien.
No tengo palabras que alivien mi dolor.
Mi alrededor es un paraje hostil en el que las cosas no son lo que deberían ser
y las personas que me rodean son para mi pistolas cargadas con una sola bala.
Juego a esa ruleta rusa cada día, con cada persona, mermando paulatinamente mi fuerza, mi aguante; aumentando esa agonía, esa incertidumbre por un futuro totalmente incierto y ciertamente doloroso.
Regalé mi ser y me lo han devuelto destrozado.
La gente lo pisa, lo desprecia, lo maltrata sin miramientos. Solo importa el interés propio. Sigue Leyendo...

Silencio

Hay poca gente que conoce el verdadero silencio, ese en el que paradójicamente se escuchan tantísimas cosas, donde te pones en contacto con tu yo interno, incluso donde revives esa conversación que tuviste hace 10 años con algún ser desconocido con el que entablaste una mini conversación; o donde la imágen de un futuro perfecto se proyecta nítidamente ante tus ojos, permitiéndote navegar por ella como si de realidad virtual se tratara.

Mis silencios suelen ser muy concurridos. Decenas de fragmentos por segundo inundan mi mente y cientos de palabras retumban en mis oídos.
Es una tranquilidad relativa puesto que todavía desconozco dónde se encuentra mi interruptor de desconexión con el que, quizá, me podría permitir 5 minutos al día de tranquilidad real. Sigue Leyendo...

Breve descripción….

Después de mucho tiempo de reflexionar en mis años de existencia he llegado a la conclusión de que lo que realmente me une a él es un trato de cordialidad que no existiría si no fuera por la existencia de mi eje vital.

Gracias a ti me he sentido como una autentica mierda, por tus insultos, por tu ignorancia, por tus desprecios… y no solo hacia mi, que quizá es lo que más me duela. No encuentro mejor final para esta historia que tu retirada.

Manipulador hasta la médula, egoísta integral, no soporta críticas y critica sin parar.. y aun asi, siempre me he sentido culpable por pensar lo que pienso de ti. Sigue Leyendo...

The Trial (El Juicio)

Buenos Días, su señoría gusano.
La corona mostrará claramente que
el prisionero que comparece ahora ante vos
fue atrapado in fraganti
mostrando sentimientos
¡Mostrando sentimientos!
de naturaleza casi humana.
Eso no está nada bien
¡Llamen al maestro de la escuela!

Hablando de nada

Hoy me encuentro vacía. Estoy tan acostumbrada a este sentimiento que casi no recuerdo la paz de sentarte frente a un lago, la tranquilidad de un abrazo cariñoso, la fuerza de un beso…

Estoy cansada. Cansada de la vida, cansada de los demás y cansada de mi. Hay veces que ni me soporto.
Me he vuelto fría, distante, triste, seria, hago las cosas como un robot, programadas, ¿donde están la emociones? se podría decir que ya no siento nada, aunque es cierto que me duelen las cosas, cierto que una simple conversación vanal para mi tiene mucha mas trascendencia que para el resto de los mortales y que la ansiedad que siento me come por dentro y, al hablar de esto, se agudiza y se retuerce en mi estómago. Sigue Leyendo...