Se informa a los distinguidos lectores la pérdida de un corazón, el mio…
Se le puede reconocer por sus múltiples heridas, su sufrimiento notorio y por su falta de amor y aprecio por las personas.
Acostumbra a mendigar amor en las plazas y praderas del sector, buscando personas en sus mismas condiciones, a veces selecto, a veces sólo por sentirse solo.
Si usted lo encuentra, se le ruega devolverlo, de preferencia vacío y en el mismo estado que lo encontró.
Si quiere recogerlo y no devolverlo, quedarse con él y hacerle aún más trizaduras, bienvenido sea. Dele ilusiones, cosas en qué creer, tal vez algo de pasión, para que se destruya por completo a la hora de volver…
Devuélvalo a su portador, un despechado que sufre por no tenerlo cerca, que cada día que pasa lo pierde; su apariencia es notoria, un rostro sin sentimientos, desgastado, ojos con lágrimas marcadas y un par de heridas en los brazos y piernas. Si llora y sangra, es él…
Para mayor información mendigue amor del corazón, quién contará la historia del portador, sus amores, desamores, las historias de sus heridas y sus sufrimientos, entre muchas otras cosas más que un corazón despechado puede contar sin la censura de la persona que se guarda el dolor.
Se ruega su rápida recuperación, se despide atentamente, la persona que lo perdió…
Qué distraccion, en qué andaria el que lo perdió???
Notable aviso publico, muy original, me ha gustado mucho.
un abrazo desde chile….y por cierto se ha sido traficado y llego a saber del mentado corazon te escibire al isntante.
No tengo palabras con tu escrito….un aviso de lo más original que he podido leer.Si por casualidad lo encuentro,no te preocupes que tendrás constancia de el.Saludos! 🙂
Si lo encuentro no lo dude que le daré Amor, le vestiré de colores y llenaré de ilusiones para cuando se lo devuelva llene de esperanzas la vida de su dueño..Usted.
Me ha dejado un “no se qué, qué se yo” ..al leerlo.
Un saludo.
Wersemei
Los únicos que pierden el corazón son los malvados.
Tú lo que necesitas es otro corazón caliente que acompañe al tuyo.
A veces cuando pasa mucho tiempo solo suele enfriarse.
“Las personas buscan la felicidad como el que busca su sombrero:
lo lleva encima y no se ha dado ni cuenta”.