Como periodista oficial (con título de Licenciado en Comunicación Social) de la ONG MUAD (Mujeres Unidas Apoyando al Desarrollo), ayer por la tarde tuve la grata ocasión de acudir a un taller (dirigido por mi esposa y dos especialistas profesionales porque si no hubiera sido así simplemente no habría acudido como pasa en otras ocasiones en que los talleres de algunos temas los planifican y los dirigen personas que no están capacitadas profesionalmente) y aprendí muchas cosas y asuntos relacionadas y relacionados con la “Violencia de Género” (especialmente contra las mujeres) y el Machismo como causa de la inmensa mayoría de los casos de violencia de género.
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44 Nuevos Refranes.,
1.- Si llegas a ser el primero recuerda que yo te espero.
2.- Aunque no tengas pesetas puedes comer las setas.
3.- En el mundo en que vivimos siempre cuenta lo que vimos.
4.- En llegando al verano siempre hay algo en la mano.
5.- Un zurrón medio vacío es tuyo pero no mío.
6.- Una esposa es buen vivir y las otras para el visir.
7.- Si eres un mameluco no comes el almendruco.
8.- Al melón que está pasado déjale siempre olvidado.
9.- Cuando tenemos cabeza acuérdate de quien reza.
10.- Mirando al horizonte se ve mejor todo el monte.
11.- Nunca mires a tu lado para no ser estorbado.
12.- Quien a su sombra se asoma es que sabe lo que toma.
13.- No por mucho más correr el perro no ha de morder.
14.- Cuando veas un gato no le arrojes tu zapato.
15.- Buena comida en el vientre aunque a otros no le entre.
16.- Para ser buen ciudadano nunca seas un mundano.
17.- Si te acercas a la puerta observa bien si es tu huerta.
18.- A café bien regalado sonríe a quien lo ha dado.
19.- A la mujer del vecino no te acerques que es espino.
20.- Antes de levantarte piensa bien lo que es el arte.
21.- Del rosal salen rosales y del mal todos los males.
22.- Si quieres un buen consejo no lo pidas a un pendejo.
23.- Irse de picos pardos es comer sólo los cardos.
24.- A las cardos borriqueros ni las peras ni los peros.
25.- Si te miras al espejo es que estás mucho más viejo.
26.- Cuando seas el invitado procura estar bien sentado.
27.- Una buena compañía es parte de la alegría.
28.- Cuando quieras ya casarte procura nunca pasarte.
29.- Una novia bien vestida te hace mejor la vida.
30.- Si un dedo te señala es que tu vida no es mala.
31.- Un envidioso sin fama duerme siempre en mala cama.
32.- Si aspiras a ser comandante empieza por ser caminante.
33.- Cuando vayas a la playa no te pases de la raya.
34.- Hay un destino fatal para quien vive en el mal.
35.- El alma de los humanos tiene pies y tiene manos.
36.- Cuando un ladrón te acecha no dejes nada en la percha.
37.- El dinero siempre es bueno aun cuando suene algún trueno.
38.- Para ser de los mejores fíjate en los mayores.
39.- Na hagas caso a la envidia y vive día tras día.
40.- Cuando cantes las cuarenta procura guardar tu renta.
41.- Para vivir bien contento usa siempre tu talento.
42.- Si llegas al mediodía es mejor tu melodia.
43.- No hables a voz en grito porque terminas siempre muy frito.
44.- Si juegas siempre con copas es que pierdes todas tus ropas.
Fe muerta = tajada mental.
Acabamos de celebrar el 8 cumpleaños de la fundación de la ONG MUAD (Mujeres Unidas Aportando al Desarrollo). 8 años de luchas, de tener que sobrepasar dificultades de todo tipo, de extendernos por España y parte del extranjero usando siempre nuestro propio automóvil privado, pagando de nuestros bolsillos toda clase de gastos, soportando murmuraciones, acciones desleales, traiciones incluso dentro del mundo de los cristianos y cristianas, haciendo toda clase de labores para seguir siempre adelante, superando envidias, odios, rechazos, personas desagradecidas, murmuraciones, etcétera. Y de esta manera totalmente voluntaria y sin ánimo de lucro (donde no sólo no recibimos ni un céntimo de nadie sino que incluso ponemos una alta cantidad de euros de nuestros bolsillos para llegar al máximo posible de personas) logramos, por fin, que la red de MUAD se extienda por muchísimos lugares de la Región de Murcia y otras poblaciones cercanas. También hemos logrado ser conocidos fuera de nuestras fronteras españolas por personas emigrantes que han conocido y reconocido nuestra labor desinteresada hacia las familias que nos han necesitado y nos siguen necesitando. Un dato revelador es que, después de 8 años infatigables, a veces hasta robando horas al sueño o incluso sin poder dormir, mi Princesa (con la ayuda de Krister, Lisbeth y yo mismo más unos muy pocos cristianos y cristianas y cuando digo muy pocos quiero decir poquísimos) ha conseguido que, de manera totalmente desinteresada y poniendo en riesgo nuestra propia economía personal, hasta un total de 1.500 familias (¡1.500 familias que pasan hambre!) puedan comer gracias al reparto de alimentos que hace la ONG MUAd sin ganar ni un sólo céntimo por esta agotadora labor. ¡1.500 familias que pueden comer gracias al reparto de alimentos a través de la ONG MUAD!.
En tertulia.
Lo puedo decir cantando como Raphael pero prefiero decirlo solamente hablando: digan lo que digan los demás… yo sólo soy un joven de 18 años de edad y, como tengo 18 años de edad, tengo derecho a emitir mi voto; pero hay algo más que me interesa mucho más que emitir mi voto. Lo que quiero no es sólo tener derecho al voto sino que se escuche mi voz. Y resulta que, analizando la experiencia, mi voz no me la dará nungún ningún Partido Político si sólo soy uno más de sus bases. Mi voz me la da mi toma de conciencia ante los problemas sociales.
Amor (pensamiento)
Los botones de las sotanas.
A mi amigo Carlangas parece que le molesta mucho que hable, en mi Diario, de los botones de las sotanas de los curas antiguos. Y eso que mi amigo Carlangas es ateo y no debería importarle. ¿O le importa que hable de eso en mis memorias porque le recuerda a Jesucristo? Supongo que, como no cree en Dios ni en que Jesucristo sea el Hijo de Dios, eso de que los botones de las sotanas de los curas antiguos sean, como me he enterado ya, un total de 33 que es, precisamente, la edad de Jesucristo el Hijo de Dios, le da algo así como repelús. Ahora voy comprendiendo porque le dan tanto miedo los botones de las sotanas de los curas antiguos.
Posdata.
Nueva tarde. Nueva variante. El Mágico Solitario siempre tiene reservada alguna sorpresa más o menos imaginaria. El caso es que “los del margen derecho del Segura” han retado a “los del margen izquierdo del Segura” y “los del margen izquierdo del Segura” han retado a “los del margen derecho del Segura”. Solución. Dilucidar todas sus controversias acudiendo al Mágico Solitario. Esta vez, y sin que sirva de precedente para que nadie se mosquee más de la cuenta o le dé al moscatel demasiado, la victoria ha sido de “los del margen izquierdo del Segura” que han ganado por 22-18 a “los del margen derecho del Segura”. Y no se admiten reclamaciones políticas de ninguna clase. Yo no soy Garzón. Garzón era un chuleta de la clase del Lope de Rueda al que Gimi le puso la cara como un pan de tantos tortazos que le dio. Tampoco soy Mata, otro chuleta de la clase del Lope de Rueda al cual Gimi casi le mata de la cantidad de tortazos que le dio. No soy ni Garzón ni Mata. Soy El Mágico Solitario y me encuentro en el lugar adecuado y en el momento oportuno. No soy ni uno ni otro. Así que, de manera imparcial, recojo la baraja española y cuento la realidad de lo sucedido en esta tarde primaveral. Si Garzón y Mata eran dos primaveras era problema de ellos con Gimi y de Gimi con ellos. Si tienen alguna reclamación que hacer que la hagan al maestro armero de Eibar ahora que el Eibar está a punto de ascender a la Primera División del Fútbol Español. En cuanto al problema de las márgenes izquierdas y derechas del Segura que lo solucione el señor alcalde de Molina. Y de la molinera no pienso, en estos momentos, ni hablar. No sé si vendrá a cuento escribirlo o no escribirlo. Pero lo voy a hacer. El genial William Shakespeare dijo un día: “Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez”. Y como estoy más vivo que nunca simplemente registro este pensamiento en mi Diario y lo cierro hasta que Dios así lo quiera. De momento las cosas están así y no hay que darles más vueltas salvo las necesarias, por el Paseo Rosales, para despejar la mente como si de balones rivales se tratara; o sea, mandando sus reclamaciones al quinto pino de Alguazas a través de una patada a seguir como se hace en el rugby. La vida continúa.
Un par de huevos.
Tengo solamente 17 años de edad y los cuatro estamos todavía solteros. Es época no de fiebre de sábado noche sino de fiebre de domingo de madrugada. Siempre tenemos que madrugar para llegar a tiempo de poder jugar al tenis en la Casa de Campo. Todavía no hay instalaciones municipales pero existe ya una pista de cemento . Y a ella vamos con todos los bártulos en nuestras bolsas de deportes abultadas por el insomnio. Es necesario vencer a la pereza para no perecer en la desesperación de ver la pista de tenis ocupada por otros. Hoy ha sido un día de suerte y comenzamos a jugar…
Senderismo (9)
Día 2 de abril del año 2014 después de Jesucristo. ¡Por fin aparece de nuevo Dobra! Dobra es la perrita de raza pastor alemán y me hace recordar a Dobrinia. Recuerdo. El dragón o la serpiente aparecen en los cuentos populares y en la épica folclórica rusa y serbia. Conocida como la Fiera Serpiente, se la relaciona con el fuego, el agua y las montañas, límites del Otro Mundo. En la Rusia precristiana se creía que los relámpagos eran dragones, y se los vinculaba con el dios del trueno, Perun, circunstancia que podría explicar la historia de Dobrinia y el dragón, que narra alegóricamente la conversión de Rusia (finales del siglo X) mediante la victoria del héroe sobre un dragón, símbolo del paganismo y de su principal deidad, Perun.
Las grandes corridas.
No soy antitaurino aunque se jodan los mariquitas. Si se joden los mariquitas que se jodan. Ese es su problema y no el mío. Es más. Me encantan las grandes corridas. Aplaudo a los hombres valientes que se juegan la vida ante los toros. A solas. O la vida del toro o la vida del ser humano. La primera vez que oí hablar de un torero fue de Manuel Rodríguez “Manolete”. Y desde que era solamente un niño me encanta y me siguen encantando leer crónicas taurinas. De esas que hacen afición. Me entusiasman las grandes corridas como aquellas que surgían del duelo entre Diego Puerta y Paco Camino, con Santiago Martín “El Viti” de testigo en el cartel de los mejores.
Ni los jipiloyas ni los escarabajos peloteros…
Sólo 19 años de edad. No me interesan, absolutamente para nada, las filosofías de los amores libres de los jipiloyas nada más, que son de orígenes angelinos, ni los chutes de los escarabajos peloteros procedentes de liverpul porque para vivir con pelotas me sobra con las mías. Del mayo francés sólo me interesan las flores naturales. Las barricadas de los ácratas me son más indiferentes que los gases de neón de las tiendas del sexop. Los reclamos de la movida no me mueven en ningún sentido; ni en el sentido de las agujas del reloj ni en el sentido de las agujas hipodérmicas. A mi dermis la cuido y la respeto porque tengo que jugar al fútbol o al tenis o a cualquier deporte que se me ponga por delante. En cuanto a los chuecos me son tan extraños como los marcianos. Y hablando de misterios insondables los brujos y las brujas no están incluidos ni incluidas en mi actos cotidianos. Quizás sea porque nací para ser independiente, autónomo y liberado. Y si se joden los envidiosos que se jodan. Al fin y al cabo vivir a la manera de Dios es ser realmente cristiano.
Monjas no me interesa.
Monjas no me interesa y mucho menos los Informes de Monjas. Si Atienza (sea del Real Madrid o no sea del Real Madrid) no sabe quién soy me es completamente inverosímil; tan inverosímil como Pedro y toda su pandilla de envidiosos. Quizás de mi vida en la Central (Principal para más señas) sólo me interesa la chavala morena que sé yo. Alguna vez hasta nos hemos encontrado en algún hotel continental y me ha sonreído. Por eso mereció la pena pasar aquellos tres meses en la Central y me haya servido para ligar mejor con ellas. Monjas no me interesa y mucho menos los Informes de Monjas. Hacia el cerrillo siempre tiran las cabras, locas para más inri, pero yo sólo estoy compensando las cuentas para dejarlas bien ajustadas. Lo mejor de todos aquellos tres meses, además de la guapa y sexy chavala morena, es que aprendí mucho sobre Juan de Austria y el mercadillo de Olavide que debió ser un personaje muy importante en la vida madrileña.
Solución para “La Opinión”.
Estoy al día. Soy un joven de tan sólo 18 años de edad en este 2014 después de Jesucristo. Quien diga lo contrario es que está mintiendo porque la mentira siempre la manifiestan los envidiosos. El caso es que, como ya tengo escrito, en la Asamblea General Anual del Hogar de Molina de Segura (Murcia de España), alguien dio el aviso de que lo que está sucediendo en este Hogar, los domingos por la mañana, es de verdadero escándalo y como sigan las cosas así es posible que, alguna vez como no se corrija el asunto, vamos a tener alguna desgracia por accidente o por agresiones desatadas por culpa de la violencia.
Literatura (pensamiento)
Refrán.
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -5-
Escena Quinta.
Personajes.- Alberto, Laínez, Un pintor anónimo, Un marchante, Señor Ladino, Otro pintor anónimo, Una voz lejana, Dos policías.
Escenario.- Noche cerrada. Buhardilla de la calle San Bernardo de Madrid. Se está celebrando una reunión de pintores y gentes del Arte. Todos tienen en sus manos vasos llenos de cubalibres. En el fondo de la escena, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Alberto.- ¿Qué tal estás, Láinez? ¿Cómo te encuentras que te veo tan perdido? ¿Te gusta la técnica de El grito de Eduard Munch?
Láinez.- ¡Me encuentro a pesar de todo, Alberto, me encuentro a pesar de todo! ¡Es el grito del dolor! ¿Sabes tú lo que es el grito del dolor, Alberto?
Alberto.- No soy un gato de escayola, Láinez. Tengo mucha vista y por eso tengo muchos sentimientos.
Láinez.- ¿En el páncreas tal vez? ¿Tienes sentimientos en el páncreas tal vez? ¿Y qué me dices del corazón? ¡Claro que para un pintor tan infantil como tú ya es suficiente que sepas lo que es un pastel? Te gustan muchos los pasteles, ¿no es cierto?
Alberto.- ¡Manejo muy bien a las paletas!
Láinez.- Sí. Eres el Benito Perojo de la Pintura. ¡Ya veo que amas a las naturalezas muertas!
Alberto.- ¡Pero estoy vivo, Láinez! ¡Vivito y coleando con un señorota! Mira como canto. ¡Se va el caimán se va el caimán se va para Barranquilla! ¡Mueve la colita la linda señorita! ¡Mueve la colota la fea señorota!
Láinez.- Ya. ¿Quieres que te diga la verdad?
Un pintor anónimo.- ¡Qué interesante charla! ¡Me encanta escuchar a los genios!
Láinez.- La verdad sólo es una.
Alberto.- ¿Y cuál es la verdad?
Láinez.- ¡Vives del cuento, Alberto! ¡Vives del cuento pero no sabes ni pintar con brocha gorda! ¿Tienes la brocha gorda, Alberto? ¿Tú crees que todo lo que dibujaste para el cuento de Otero eran dibujos de verdad? ¡Ni eran dibujos ni eran nada parecido a dibujos, so jeta! ¡Y además tuviste el descaro de querer pedirle una buena suma de dinero por esa mierda que no eran dibujos sino cosas sin sentido alguno! ¡Menos mal que Otero fue más listo que tú y no cayó en tu trampa!
Alberto.- ¡Todo artista que se precie de serlo tiene que valorarse muy alto, Láinez! ¡Mis cuadros son la crema de la crema por no decir la leche de la leche!
Láinez.- Ya. ¿Y éste que hay aquí cómo se llama?
Alberto.- Una casa de locos.
Láinez.- ¡Pues por muchas veces que lo miro, y eso que ya lo he mirado más de mil veces, no veo por ningún lado ni a la casa ni a los locos! ¿Dónde está la casa y dónde están los locos, Alberto? ¡Con razón a tu arte lo llamas informalismo inconceptual! ¡No hay forma de entenderlo ni manera de conceptuarlo para poder definirlo! ¿Qué dice a todo esto Isabel, la propietaria que te alquila esta buhardilla para tus estofados de pintura?
Alberto.- ¡Imaginación, Láinez! ¡Tienes que poner mucha imaginación para poder interpretar mi Arte y ver lo que hay en mis cuadros! ¡Todos los genios somos así!
Un marchante.- ¿Cuánto pides por él, Alberto?
Alberto.- Por ser La casa de los locos y por ser para ti te pido cinco mil euros por él y conste que es una ganga.
Un marchante.- No sabía yo que hubiese tanta genialidad en ese cuadro. ¡Es una verdadera bicoca aunque pareza una cosa loca! Esperaré.
Alberto.- ¡Yo no rebajo ni un céntimo! ¡Lo del regateo queda para quienes sueñan con ser como Butragueño o marroquíes con ganas de joder la marrana! ¡No es bueno para todo un genio como yo rebajar ni un céntimo el valor de sus amados cuadros!
Láinez.- ¿Y esta mancha gris que hay aquí qué es?
Alberto.- ¡Ese es de la Escuela de Juan!
Láinez.- ¿Lo ha pintado tu sobrino Juanito el que va a la guardería infantil?
Alberto.- ¡Te repito que tienes que poner mucha más imaginación! ¡Observa la mancha gris, Láinez! ¡Observa la mancha gris como si fuese La Mancha! ¿Ves La Mancha en la mancha gris? ¡Ten en cuenta que es de la Escuela de Juan Gris y por eso sólo es una mancha! Pero… ¡fíjate bien en la mancha!… ¿De verdad no ves toda La Mancha dentro de la mancha, Laín?
Láinez.- ¡Ni Laín ni leches! ¡Yo me llamo Láinez y no Laín como otro se llama Martínez y no Martín!
Alberto.- ¡Está bien, bonito del Norte!
Láinez.- ¡Un poco más guapo que tú sí que lo soy! ¡Y por mucha imaginación que pongo cuando miro todos tus cuadros yo sólo veo las obras de un estafador!
Alberto.- ¡No te acalores tanto, Láinez! ¡Los genios tardamos mucho tiempo para poder ser comprendidos!
Láinez.-¡Pues estoy ya años esperando a ver si vendes alguno, caradura!
Alberto.- ¡Comprender a un genio es muy difícil, Láinez, pero comprender a un super genio como yo es casi imposible! ¡Eso me diferencia de los genios, amigo mío! ¡Soy mucho más que un genio! ¡Soy un super genio!
Láinez.- ¿Quieres decir que toda esta basura vale millonadas?
Alberto.- ¡La basura es lo que más vale en el Arte de la actualidad! ¡La basura es lo más creativo! ¡La basura es lo que más mola! ¡Pero toda mi basura es basura genial y no basura común! ¿Me entiendes ahora? ¡Soy el artista del momento!
Láinez.- ¡Vaya momento, Alberto, vaya momento!
Señor Ladino.- ¡Un momento, caballeros del caballete!
Láinez.- ¿Qué busca usted, caballero de la caballa!
Señor Ladino.- ¿De quién es toda esta basura?
Láinez.- ¡Del gran Alberto Adrados y Muriarte, el Supergenio del Arte, aquí presente!
Don Ladino.- ¡Pues le felicito de todo corazón! ¡Me ha llegado al alma! ¡Jamás había visto yo tanta basura junta! ¡Cuánta cantidad de genialidad escondida! ¡No se la ve presente por ningún lado pero en alguna parte se ha de encontrar! ¡Creo que lo importante es buscarla con michísima paciencia para poder encontrarla y dar el grito!
Láinez.- No intente regatear el precio porque este super genio no rebaja ni un céntimo de ninguno de sus cuadros o que él, y solamente él, llama cuadros.
Un pintor anónimo.- ¡Vaya pifostio!
Alberto.- Prefiero no haberlo escuchado…
Láinez.- Lo mejor es hacer como el avestruz cuando presiente el peligro, ¿no es cierto, Alberto? ¿Has pintado alguna vez a una avestruz para cambiar de tema?
Otro pintor anónimo.- ¡So golfo!
Alberto.- ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Una voz lejana.- ¡O dejan de armar tanto pifostio o llamo a la policía!
Don Ladino.- ¡Es usted toda una gloria nacional, Alberto! ¡Puedo hacerle un gran favor! ¡Si me da usted a mí esos cinco mil euros que pide por La casa de los locos, yo me comprometo a alquilar una camión de gran tonelaje y me llevo todas sus obras a Vaciamadrid! ¿No le gusta mi oferta? ¡Al fin y al cabo usted también está de acuerdo en decir que es basura! ¡Basura genial pero basura nada más! ¿Le interesa el trato?
Láinez.- ¡Que le repito que este super genio de Alberto no quiere rebajar ni un sólo céntimo! ¡Por mucho que le ofrezca no lo va a admitir! ¡Yo creo que pinta tanta basura y tiene tanta basura reunida aquí porque sufre del síndrome de Diógenes!
Otra voz lejana.- ¡O dejan de armar tanto pifostio o también llamo yo a la policía!
Láinez.- ¡Silencio todos que vienen a por nosotros!
Alberto.- ¡Que me asesinan! ¡Que me asesinan!
Dos policías (entrando en la buhardilla tras dar una patada a la puerta y hablando al mismo tiempo).- ¡Borrachos! ¡Golfos!
Las dos voces lejanas al mismo tiempo.- ¡Hay que ver cómo está el Mundo del Arte!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -6-
Escena Sexta.
Personajes.- Carlos, Un transeunte, Luis, Un guardia.
Escenario.- Noche cerrada. Jardín de Atenas de la calle Segovia, en Madrid. Carlos y Luis están caminando de un lado a otro. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Carlos.- ¡Canallas! ¡Asalariados! ¡Cobardes!
Un transeunte.- ¿Se está dirigiendo a mí?
Carlos.- ¡Esbirro!
(El transeunte sale corriendo a toda velocidad)
Luis.- ¡Buena noche tenga usted, ciudadano de décima categoría!
Carlos.- ¡Y no sólo eso, no sólo eso, Luis, no sólo eso!
Luis.- ¡Cuenta, cuenta, cuenta!
Carlos.- ¿Qué te parece como compañero?
Luis.- ¡Ese es un paria!
Carlos.- ¡Catalanista tenía que ser! ¡Es seguidor del Barcelona habiendo nacido y estando viviendo en Madrid! ¡Es la vergüenza de la vergüenza!
Luis.- ¡En todas partes cuecen habas, Carlos!
Carlos.- ¡Es un paria! ¡Te digo yo, Luis, que ese tal Javier Castillejo es un paria!
Luis.- ¡Tiene menos luces que un suburbio!
Carlos.- ¿Tú eres anarquista, Luis?
Luis.- ¿Por favor, Carlos! ¡Yo respeto las leyes!
Carlos.- ¿También las leyes de la Iglesia?
Luis.- ¡Esas más que las otras! ¡Mi tío jesuíta está feliz conmigo!
Carlos.- ¡Qué horrible servidumbre!
Luis.- ¿Tú te crees proletario, Carlos?
Carlos.- ¡Por lo menos sueño con serlo algún día!
Luis.- ¡Qué pocas luces que tienes, Carlos! ¿Cómo se te ocurre querer regresar a la Edad Media?
Carlos.- ¡Porque estoy harto de los banqueros!
Luis.- ¿Pero no eres de los que trabajan para ellos? ¡Buenos sueldos que ganas cada mes, pillín, bribón, burguesito!
Carlos.- ¡Se merecen la guillotina!
Luis.- ¡No basta con la guillotina! ¡El Barcelona tiene mucha Historia!
Carlos.- ¡El Barcelona no es el Madrid!
Luis.- ¡Ni el Madrid es el Barcelona!
Carlos.- ¿Ya estás otra vez borracho, Luis?
Luis.- ¿No crees que todos los obreros deberían ser, sin ninguna excepción, del Atleti?
Carlos.- ¡Los obreros se creen demasiado importantes!
Luis.- ¡Como me llamo Luis que pienso decírselo al Señor Presidente de España enviándole todo un estudio riguroso de lo que deberían ganar los obreros y la gente de la Banca para pasar hambre y que no se las den de tan importantes! ¡Las clases son las clases y yo, aunque no he acabado ni el Bachillerato Medio, tengo mucha clase! ¡Por eso las chavalas dicen de mì que de casta le viene al galgo y de tal palo tal astilla y genio y figura hasta la sepultura y menos da una piedra y la ignorancia es atrevida!
Carlos.- ¡Eso es! ¡Zúrranos de lo lindo a todos los obreros y a todos los bancarios enviando ese informe al Presidente del Gobierno de España para que pasemos hambre! ¡Gracias Luis!¡Con tu inestimable ayuda podré ser algún día un simple y pobrísimo proletario para poder ser coherente con lo mal que pienso a pesar de lo bien que vivo!
Luis.- ¡En ello estoy, Carlos, en ello estoy!
Carlos.- ¡Y en última instancia, si no responde el Señor Presidente de España, envíalo al Tribunal de La Haya o, por lo menos, al Tribunal de las Aguas de Valencia! ¡Pero envíalo pronto, Luis! ¡No eres más tonto porque más tonto ya es imposible serlo!
Luis.- ¡Acabando con los obreros acabamos con las barcelonistas nacidos y residentes en Madrid!
Carlos.- ¡No me opongo a eso! ¡Viva el Real Madrid! ¡Alea jacta est! ¡Dame la mano, amigo!
Luis.- No puedo. Estoy muy apenado.
Carlos.- ¿Qué te pasa, Luis? ¿Otra vez con la depre?
Luis.- ¡Treinta años llevo sin poder olvidarla!
Carlos.- ¿No te parecen ya demasiado treinta años pensando siempre en la misma?
Luis.- ¡Me rebelo, me rebelo y me rebelo contra el Duranguesado entero!
Carlos.- ¿Pero se puede saber qué te pasa y qué es lo que te pesa?
Luis.- ¡Que se divierten todos a mi costa por no poder olvidarla!
Carlos.- ¡Bárbaros! ¡Son todos unos bárbaros!
Luis.- ¡Hay que conocerlos muy bien, Carlos!
Carlos.- ¡Canallas! ¿Y esos son los que protestan contra la Leyenda Negra?
Luis.- ¿Qué chorrada estás diciendo ahora, Carlos?
Carlos.- ¡La barbarie ibérica es única en la Historia!
Luis.- ¿Tú también estás con la depre?
Carlos.- ¡Todos! ¡Todos los proletarios empleados de Banca estamos con la depre!
Luis.- ¿Dónde se habrá metido el poeta Pepe? ¡Hace años que no le veo! ¡Ese sí que es feliz!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -7-
Escena Séptima.
Personajes.- El ordenanza, Don Filisberto, Don Diamantino, Dorita, Clarita, Pereda.
Escenario.- Noche cerrada. Un rincón del mesón “Las Cuevas de Luis Candelas” en el Arco de Cuchilleros de la Plaza Mayor de Madrid. Los empleados de un Negociado de Banca están celebrando la despedida de jubilacíón de uno de ellos. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
El ordenanza.- ¡Aquí se reunía el famoso bandolero y asaltador de caminos Luis Candelas con todos sus malhechores! ¡Perfecto lugar para celebrar la despedida de uno de los nuestros! ¡Feliz Don Diamantino que ya no tendrá que seguir madrugando de lunes a sábado ambos inclusive porque queda muy bien eso de decir ambos inclusive! ¡Qué lástima que no pueda devolverle todavía los mil euros que me prestó hace cinco años pero es una pena penita pena pena de mi corazón no poder quedarme por más tiempo con todos ustedes porque ya me ha dado un aviso mi parienta a través del móvil y tengo que acudir a casa porque si llego más tarde de lo que ella espera me toca dormir en la escalera!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -8-
Escena Octava.
Personajes.- Dieguito, La cerillera, Don Camelo Vela, El ministro.
Escenario.- Noche cerrada. Café Gijón del Paseo Recoletos, en Madrid. Se han citado tres personajes para celebrar una reunión. Sentado, ante una mesa, se encuentra esperando Dieguito. También está en el local la cerillera. Al fondo del escenario, y colgado del techo, hay una luna menguante.
Dieguito (razonando para sus adentros).- ¡Qué nervios! ¿Cómo será Don Camelo Vela en persona? Por la tele, desde luego, se le ve cara de bruto. Me conozco muy bien todas sus obras así que no tendré ningún problema a la hora de hablar con él. Mientras espero tomaré unas cuantas notas para saber qué temas tocar. Pero no… no… no y no… nada de notas… me atreveré a hablar cara a cara con él sin tener que recurrir a ninguna clase de apuntes. ¡Al carajo las notas! ¡Sin ellas puedo dejarle a la altura del betún! A mi ya no me asusta nadie.¡Qué nervios! Pero quiá… quiá… quiá… como él se atreva a venir yo no voy a estar callado…
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -9-
Escena Novena.
Personajes.- Estrella, Un pianista, Rubén, Un joven.
Escenario.- Noche cerrada. “Cueva de Sésamo” en la calle Príncipe, de Madrid. Un pianista está tocando “El Himno de la Alegría”. Sentados ante la mesa más cercana al pianista se encuentra una pareja de novios que se llaman Estrella y Rubén. Ante la otra mesa más cercana al pianista está sentado un joven. El pianista termina de tocar y suenan los aplausos de Estrella y Rubén. En el fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Estrella.- ¡Bravo! ¡Magnífico! ¡Es usted muy extraño pero también muy extraordinario!
Un pianista.- Pues soy del barrio de Vallecas.
Estrella.- ¿Usted del barrio de Vallecas? ¡Parece todo un ruso!
Un pianista.- De los rusos sólo conozco la ensaladilla.
Estrella.- ¿Se refiere usted a la ensaladilla rusa?
Un pianista.- Ensaladilla rusa con mayonesa Musa.
Estrella.- ¡Genial! ¡Es usted también poeta!
Un pianista.- Yo me entiendo.
Estrella.- ¿Usted se entiende? ¿Con quién se entiende usted?
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -3-
Escena Tercera.
Personajes.- El tabernero, Un borracho, “Bakunin”, Don Desatino, “La Apasionada”, “El Rey de los Ilusos”, “La Lagarta”, Una voz de la calle.
Escenario.- Noche cerrada. Local de la CNT en la Plaza de Tirso de Molina, de Madrid. Los revolucionarios están sentados todos ante una mesa rectangular que presiden “Bakunin” y “El Rey de los Ilusos”. Hay churros sobre la mesa. En el fondo del escenario, y colgada de la pared, hay una luna menguante.
El tabernero.- ¿Puedo opinar o no puedo opinar para saber de qué va esta reunión?
Un borracho.- ¡Vino, por favor! ¡Es necesario el vino para quien vino y quien no vino se quedó sin vino!
“Bakunin”.- ¡No os conozco, compañeros y camaradas!
El tabernero.- ¡Yo tampoco te conozco a ti, así que Levante Las Palmas equis! ¡Te pareces a Rasputín solo que en macarra!
Don Desatino.- ¿Quiénes son estos dos golfos?
El tabernero.- ¡Golfos no sino solamente golferas! Desde que nací sé quién soy.
“Bakunin”.- ¿Prometéis no volver nunca más por aquí?
El tabernero.- ¡Depende! ¡Todo depende de lo que depende! ¡Yo dependo, tú dependes, él o ella depende! ¡Nosotros dependemos, vosotros dependéis y ellos o ellas dependen! ¡También lo sé decir en cuanto a chupar se dice! ¡Yo chupo, tú chupas, él o ella chupa! ¡Nosotros chupamos, vosotros chupáis y ellos o ellas chupan!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -4-
Escena Cuarta.
Personajes.- Amador, Don Latino, Maribel, Gadesio, Pérez, Los Clientes, “Clarinete”, Capitán Mostacho, Un vigilante, Un vecino, Un guardia, Otro guardia.
Escenario.- Noche cerrada. En la Peña Musical “El Rincón del Arte Nuevo” de la calle Segovia de Madrid, están actuando, de cara a los clientes que abarrotan el lugar, Amador y su íntimo amigo Don Latino. Al fondo del escenario, y colgando del techo, hay una luna menguante.
Amador.- ¡Amo! ¡De verdad que te amo, amo!
Don Latino.- ¿Me amas más que a Maribel?
Amador.- ¡Más que a Maribel y a todos los otros!
Don Latino.- ¿Es que ha habido otros?
Amador.- ¡Por la Libertad! ¡Lo hago por la Libertad! ¡Cobrando por supuesto! ¡Si no hay billete no hay filete!
Don Latino.- ¡Déjate guiar, Amador, déjate guiar!
Amador.- ¡Guíame hasta la cama, por favor! ¡Me duele! ¡La cabeza y el corazón al mismo tiempo!
Don Latino.- ¿Te apetecen antes de eso unos buñuelos de viento?
Amadoor.- ¡Me muero! ¡Me muero por unos buñuelos de viento o sin viento!
Don Latino.- ¡Un café cargado nos vendría de perlas!
Amador.- ¡Qué perla eres! ¡Cómo me cuidas! ¡Cómo me mimas! ¡Cómo me amas! ¡Como mi todo!
Don Latino.- ¡Qué pesado eres Amador! ¡De verdad que pesas más que una vaca en brazos toda la santa noche! ¡Corre un estúpido velo sobre estos temas, Amador, y concéntrate en lo que cantas porque cantar vaya que sí que estás cantando!
Amador.- ¡Qué vergüenza! ¡Estoy cantando de lo lindo que soy! ¡Quiero irme de aquí! ¡Quiero a mis buenos aires querido! ¡Préstama a tu Mercedes, por favor!
Don Latino.- ¡Todo te lo permito menos que pongas una mando sobre mi Mercedes!
Amador.- ¡Me refiero al carro! ¡No tengo dinero ni me ha tocado la lotería!
Don Latino.- ¡Está bien, mi nene! ¡Está bien, mi pibe! ¡Está bien, mi Flás Gordo, quiero decir mi Flash Gordon, pero viéndote de cerca pues, esto, ya ves como sós vos, Maradonna de los cantautores!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -10-
Escena Décima.
Personajes.- Una vieja pintada, Don Florentino, La Lunares, José Luis.
Escenario.- Teatro Real de Madrid, en la Plaza de Isabel II. Cuatro personajes están representando el destino de dos donjuanes. Sentados todos en sillas. No hay ninngún otro elemento decorativo. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Una vieja pintada.- ¿Quién desea hablar en primer lugar?
Don Florentino.- Tengo miedo.
Una vieja pintada.- ¿De las ratas o de los ratones? ¿Tiene usted miedo de las ratas o de los ratones? Son dos cosas muy diferentes aunque parecen lo mismo.
Don Florentino.- ¡De las brujas como usted! ¡Ay, ay, ay! ¡Mis muelas!
Una vieja pintada.- Ja, ja y ja. ¡Que le den morcillas a usted y a sus muelas!
Don Florentino.- ¡Ay, ay, ay! ¡Mis muelas!
Una vieja pintada.- ¿Alguien más quiere decir algo más que llorar por sus muelas?
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -11-
Escena Undécima.
Personajes.- El poeta, Tío Tino, Una madre, La portera.
Escenario.- Noche cerrada. En el rincón más oscuro del Pasaje de Cavanilles, en Madrid, están hablando El poeta y el gitano Tío Tino, sentados en dos cajones de madera mientras beben de una bota de vino. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
El poeta.- Debajo de las estrellas se sueña mejor.
Tío Tino.- Así es.
El poeta.- ¿Y entonces para qué bebemos?
Tio Tino.- Para gozar.
El poeta.- No, Tío Tino. Yo bebo para algo más.
Tío Tino.- ¡Que me aspen si te entiendo!
El poeta.- Préstame cien euros y verás cómo si me entiendes cuando no te los devuelva.
Tío Tin.- ¡Es fantástico sablear a los demás!
El poeta.- Y pensar que esa no es nunca mi intención…
Tío Tin.- ¡Arriba las más bellas ! ¡Arriba las botellas!
El poeta.- No. Esta vez no brindo más.
Tío Tino.- ¿Es que te vas de verdad?
El poeta.- ¡Ignorante! ¡Nunca he estado aquí!
Tío Tino.- ¡Claro! Como tú si has estudiado en la Universidad…
El poeta.- Mi pequeña fortuna, lograda con el sudor de mi frente, me ha costado. ¿Tiene algo que reprocharme por ello?
Tío Tino.- En realidad, no; pero para los demás esta vida es nuestra tragedia.
El poeta.- La tragedia muerta nunca es una tragedia.
Tío Tino.- ¡Pues algo será!
El poeta.- Exacto. Algo es. Se llama esperpento.
Tío Tino.- ¿De dónde sacas esa filosofía?
El poeta.- Viendo cómo os perdéis lo mejor de la noche.
Tio Tino.- ¿Qué es lo mejor de la noche si no es beber para olvidar?
El poeta.- Poder mirar para arriba y contemplar a las estrellas para no olvidar jamás.
Tío Tino.- ¡Mucho camino has andado tú a pesar de tu corta edad!
El poeta.- Sin admiraciones, Tío, sin admiraciones exageradas. No es necesario que me admire tanto. Pero sí. He caminado mucho. ¿Y usted? ¿Qué ha hecho usted con todas las perras que guarda debajo del colchón más las que ha ido sableando por ahí a los ingenuos que buscaron su protección?
Tío Tino.- ¡Tenerlas a mi lado!
El poeta.- ¿Tiene a su lado tantas perras para no saber qué hacer con ellas o quizás para ir contándolas una a una cuando tiene insomnio en lugar de contar ovejas? ¿Sólo las tiene para beber y volver a beber creyendo que viaja a través de sus resacas?
Tío Tino.- Es mi costumbre y la de los míos.
El poeta.- Pue eso es el esperpento, Tío Tino, eso es el esperpento que todos vosotros estáis viviendo.
Tío Tino.- ¡Estás totalmente loco!
El poeta.- Ido pero no loco. Al menos puedo leer en el fondo de mi alma.
Tío Tino.- ¡Aquí el único que manda soy yo! ¡Estás empezando a contagiar a todos los demás con tu rebeldía!
El poeta.- Grotesca manera de llamar civilización a la incultura.
Tío Tino.- Pues esto es lo que hay.
El poeta.- Usted olvida que el mundo es un espejo mucho más grande que ese en el que usted se mira cuando se levanta para afeitarse con la intención de que los demás le respeten.
Tio Tino.- ¿Y tú? ¿Por qué no me respetas tú?
El poeta.- Olvida usted que hace ya muchos años que yo me marché.
Tío Tino.- ¿Y dónde está tu espejo?
El poeta.- Ya le dije que en el fondo de mi alma; allí donde no todos pueden llegar.
Tio Tino.- ¡O eres un loco o eres un genio! ¿No tienes término medio?
El poeta.- En el término medio se han quedado todos ustedes. En el término medio de la mediocridad.
Tío Tino.- ¡Pronto saldremos de este callejón!
El poeta.- No podrán hacerlo mientras se oculten siempre contra estas paredes ¡Las paredes sólo son valiosas cuando son derribadas!
Tío Tino.- ¡El mundo no nos admite!
El poeta.- Explíquele a todos la causa de por qué el mundo si me admitió a mí.
Tio Tino.- ¡Tienes muchas ganas de guasa esta noche!
El poeta.- Y usted tiene demasiado miedo no sólo esta noche sino todas las demás.
Tío Tino.-¡No hemos podido tener a nadie que nos dé nuestra oportunidad!
El poeta.- ¿Yo tuve a alguien que me la dio o fui yo quien la capturé cuando nadie me la daba?
Tio Tino.- La verdad es que no sé cómo lo lograste…
El poeta.- Porque no quise morir.
Tío Tino.- La verdad sea dicha, nadie madrugó tanto en la barriada.
El poeta.- ¡Despertad ya!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -12-
Escena Duodécima.
Personajes.- “Max”, “Dino”, “La Niña”, “El Pellista”, “Ganzúa”, “El Pirata”, “La Porrera”, “El Albañil”, “La Javi”, “La Trapera”, “El Tirado”, “Reno”.
Escenario.- Noche cerrada. Garaje abandonado en la calle Puerto Alto, de Vallecas, en Madrid. Están reunidos toda la pandilla completa. Al fondo de la escena, y colgando del techo, una luna menguante.
“Max”.- ¡Es la última vez que “Los Moracos” se chulean de nosotros!
“Dino”.- ¡La zurra que les vamos a dar va a hacer historia en las Crónicas de España!
“Max”.- ¡Los muy canallas parecen mosquitas muertas!
“Dino”.- ¡Tararí que te ví! ¡Ni queremos a Alá ni queremos a Alí!
“La Niña”.- ¡Maricas! ¡Cobardes! ¿Qué tengo que hacer yo?
“Max”.- ¡Tú serás el cebo! ¡Ya veréis como esos caen como mosquitos trompeteros! ¡Van a aprender, pero que muy bien aprendido, lo de a un pastel de rica miel diez mil moros acudieron y por salidos murieron presos de patas en él!
“Dino”.- ¡Cómo se te notan las clases de Literatura de Don Porfirio!
“Max”.- Yo… que tengo buena memoria… solamente eso…
“La Niña”.- ¿Y no puede ser otra la que haga de cebo? Es por si las moscas son demasiado verdes…
“El Pellista”.- ¡Mientras yo sea un pillo no te tocan ni el flequillo, chavalilla!
“El Ganzúa”.- ¿Y por qué no vamos a su guarida y les asaltamos directamente? A mí no hay cerradura que se me resista. ¡Para algo soy “El Ganzúa”!
“El Pirata”.- ¡Baje el pirata que llaman!
“El Pellista”.- ¡No es así!
“La Porrera”.- ¿Y qué va a pasar con los porros? Si los liquidamos a todos desaparecen los camellos para siempre…
“El Pirata”.- ¡Ya lo sé! ¡Ya me acuerdo! ¡Se dice bajel pirata que llaman!
“El Pellista”.- ¡A mi me importa menos que un pepino si desaparecen los porros o si no desaparecen los porros! ¡A la porra!
“La Porrera”.- Pero… ¿no podríamos dejar que se quede “El Mojamé”?…
“El Pellista”.- ¡A ese le tengo más hincha que a todos porque es del Barcelona!
“El Pirata”.- ¡Por mi bravura el temido!
“La Niña”.- Si tú lo dices… pero… ¿no podría ser otra el cebo?… ¡”La Javi” también está muy buena!
“El Albañil”.- ¡Yo ya tengo preparado el capacho de los ladrillos!
“El Pellista”.- ¿Es que vamos a emparedar a alguno?
“La Niña”.- Repito que por qué no puede ser “La Javi” el cebo.
“La Javi”.- ¡Prudencia, mucha prudencia! ¡Tenemos que actuar con mucha prudencia y asegurarnos el triunfo! ¡Yo no puedo ser el cebo porque me pongo muy nerviosa!
“La Niña”.- ¿Y tú te crees que yo soy Agustina de Aragón?
“La Trapera”.- ¡Resolvamos el conflicto del cebo haciendo una votación democrática!
“El Pirata”.- ¡No tenemos urnas ni tenemos tiempo! ¡Mi hermana será el cebo como ya ha dicho “Max” y “Max” sabe muy bien lo que dice!
“El Tirado”.- ¡Como se me inflen las narices tiro a unos cuántos por el barranco!
“La Niña”.- ¡No tires tanto, “Tirado”!
“El Tirado”.- ¡Yo tiro a todo lo que haya que tirar!
“El Pellista”.- ¡Menos lobos, Caperucita, menos lobos!
“La Niña”.- ¡Tira a quien quieras menos a mí!
“El Tirado”.- ¡Si te pones a tiro no sé lo que me hago!
“El Albañil”.- ¿Qué hacemos con tantos ladrillos? ¿Se los tiramos o no se los tiramos?
“El Tirado”.- ¡Que repito una vez más que yo tiro a todo lo que haya que tirar!
“La Porrera”.- ¡Si seguimos tirando no vamos a parar nunca de tirary ya está bien de tanto tirar porque el asunto clama al cielo!
“El Albañil”.- ¡Tengo el arma perfecta para las barbas del “Mojamé”! ¡La paleta!
“Max”.- ¿Quién es la paleta?
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -12-
Escena Duodécima.
Personajes.- “Max”, “Dino”, “La Niña”, “El Pellista”, “Ganzúa”, “El Pirata”, “La Porrera”, “El Albañil”, “La Javi”, “La Trapera”, “El Tirado”, “Reno”.
Escenario.- Noche cerrada. Garaje abandonado en la calle Puerto Alto, de Vallecas, en Madrid. Están reunidos toda la pandilla completa. Al fondo de la escena, y colgando del techo, una luna menguante.
“Max”.- ¡Es la última vez que “Los Moracos” se chulean de nosotros!
“Dino”.- ¡La zurra que les vamos a dar va a hacer historia en las Crónicas de España!
“Max”.- ¡Los muy canallas parecen mosquitas muertas!
“Dino”.- ¡Tararí que te ví! ¡Ni queremos a Alá ni queremos a Alí!
“La Niña”.- ¡Maricas! ¡Cobardes! ¿Qué tengo que hacer yo?
“Max”.- ¡Tú serás el cebo! ¡Ya veréis como esos caen como mosquitos trompeteros! ¡Van a aprender, pero que muy bien aprendido, lo de a un pastel de rica miel diez mil moros acudieron y por salidos murieron presos de patas en él!
“Dino”.- ¡Cómo se te notan las clases de Literatura de Don Porfirio!
“Max”.- Yo… que tengo buena memoria… solamente eso…
“La Niña”.- ¿Y no puede ser otra la que haga de cebo? Es por si las moscas son demasiado verdes…
“El Pellista”.- ¡Mientras yo sea un pillo no te tocan ni el flequillo, chavalilla!
“El Ganzúa”.- ¿Y por qué no vamos a su guarida y les asaltamos directamente? A mí no hay cerradura que se me resista. ¡Para algo soy “El Ganzúa”!
“El Pirata”.- ¡Baje el pirata que llaman!
“El Pellista”.- ¡No es así!
“La Porrera”.- ¿Y qué va a pasar con los porros? Si los liquidamos a todos desaparecen los camellos para siempre…
“El Pirata”.- ¡Ya lo sé! ¡Ya me acuerdo! ¡Se dice bajel pirata que llaman!
“El Pellista”.- ¡A mi me importa menos que un pepino si desaparecen los porros o si no desaparecen los porros! ¡A la porra!
“La Porrera”.- Pero… ¿no podríamos dejar que se quede “El Mojamé”?…
“El Pellista”.- ¡A ese le tengo más hincha que a todos porque es del Barcelona!
“El Pirata”.- ¡Por mi bravura el temido!
“La Niña”.- Si tú lo dices… pero… ¿no podría ser otra el cebo?… ¡”La Javi” también está muy buena!
“El Albañil”.- ¡Yo ya tengo preparado el capacho de los ladrillos!
“El Pellista”.- ¿Es que vamos a emparedar a alguno?
“La Niña”.- Repito que por qué no puede ser “La Javi” el cebo.
“La Javi”.- ¡Prudencia, mucha prudencia! ¡Tenemos que actuar con mucha prudencia y asegurarnos el triunfo! ¡Yo no puedo ser el cebo porque me pongo muy nerviosa!
“La Niña”.- ¿Y tú te crees que yo soy Agustina de Aragón?
“La Trapera”.- ¡Resolvamos el conflicto del cebo haciendo una votación democrática!
“El Pirata”.- ¡No tenemos urnas ni tenemos tiempo! ¡Mi hermana será el cebo como ya ha dicho “Max” y “Max” sabe muy bien lo que dice!
“El Tirado”.- ¡Como se me inflen las narices tiro a unos cuántos por el barranco!
“La Niña”.- ¡No tires tanto, “Tirado”!
“El Tirado”.- ¡Yo tiro a todo lo que haya que tirar!
“El Pellista”.- ¡Menos lobos, Caperucita, menos lobos!
“La Niña”.- ¡Tira a quien quieras menos a mí!
“El Tirado”.- ¡Si te pones a tiro no sé lo que me hago!
“El Albañil”.- ¿Qué hacemos con tantos ladrillos? ¿Se los tiramos o no se los tiramos?
“El Tirado”.- ¡Que repito una vez más que yo tiro a todo lo que haya que tirar!
“La Porrera”.- ¡Si seguimos tirando no vamos a parar nunca de tirary ya está bien de tanto tirar porque el asunto clama al cielo!
“El Albañil”.- ¡Tengo el arma perfecta para las barbas del “Mojamé”! ¡La paleta!
“Max”.- ¿Quién es la paleta?
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -13-
Escena Decimotercera.
Personajes.- Darío, Lara, Madama Coletas, Piris, Claudia, Martini, Basinake, El hortera, Un camionero.
Escenario.- Noche cerrada. Fiesta de Carnaval en la Plaza Mayor de Madrid. La Peña de “El Grupo” lo está celebrando bebiendo como cosacos y como cosacas. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Darío.- ¡A las cuatro viene el señor alcalde!
Lara.- No puede ser cierto tanta felicidad.
Darío.- ¿Usted no tenía un reloj en la muñeca, Madama Coletas?
Madama Coletas.- ¡Por mis dos coletas a lo Calzaslargas que no sé quién me lo habrá robado!
Piris.- Quien haya sido se ha dado el pire.
Darío.- ¡No hay derecho! ¡Es una infamia! ¡Es un descrédito! ¡Es una injusticia! ¡Es una fechoría! ¡Es un deshonor! ¡Esto es un atraco!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -14-
Escena Decimacuarta.
Personajes.- Juan Escudero, Junior Escudero, Rubén, Radamés.
Escenario.- Noche cerrada. Chalé de la calle de Arturo Soria de la Ciudad Lineal de Madrid. El conjunto musical “Los Zapatines” está reunido parsa ensayar un nuevo repertorio de composiciones. En el fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Juan Escudero.- ¡Esa peluca tiene mucho polvo, Junior!
Junior Escudero.- ¡Qué más quisieras tú que tu peluca tuviese tanto lustre como la mía!
Juan Escudero.- ¡La tuya no tiene lustre sino un lustro!
Junior Escudero. ¡Pues hace un lustro que tú no te comes ni media rosquilla! ¡Tienes una cara de boniato que pareces todo un papayal!
Juan Escudero.- ¡Tú siempre dando la nota! ¡Vas a ir a papá!
Junior Escudero.- ¿Quién te has creído que eres tú? ¿El Llanero Solitario de sálvese quien pueda? ¡No te jode el Pollo del Arete!
Juan Escudero.- ¿Y tú de donde has sacado ese piercing tan chabacano? ¡Eres un pringao!
Junior Escudero.- Fue idea genial del manager. Lo piden mis fanáticas y tengo encanto.
Juan Escudero.- Pues si tus fanáticas te piden eso es que están bastante extraviadas. ¿Te estás extraviando por culpa de esas extraviadas? ¡Lo llevas claro! ¡Quizás hasta pueda que tengas encanto si son todas ellas tan cegatas, pero no sabes ni cantar los pollitos dicen pío pío pío cuando tienen hambre cuando tienen frío! ¡Cantas peor que una gallina afónica!
Junior Escudero.- ¡Ni pío, Juan, no digas ni pío porque tú cantas como un pollino con paperas!
¿Te has enterado ya bien enterado del todo? ¡So enterado! ¡No eres más que un so enterado!¡Papá me prefiere a mí! ¡Chínchate! ¡Como le diga a papá que me estás haciendo llorar se te va a caer la peluca para siempre!
Juan.- ¡Releches! ¡Qué mal gusto tiene papá y qué mala suerte tengo yo con un hermano tan bobo!
Noches de bohemia con luna menguante (Teatro) -15-
Escena Decimaquinta.
Personajes.- Ovispo, Royo, Piluca, Rico, Larisa, La periodista, Un mensajero.
Escenario.- Noche cerrada. Fiesta de Fin de Carrera en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Al fondo del escenario, y colgada del techo, hay una luna menguante.
Ovispo.- ¡Bebamos! ¡Por la salud de todos mis compañeros feligreses! ¡Bebamos!
Royo.- ¿Pero qué rollo es éste?
Ovispo.- ¡Hoy hemos cumplido con el undécimo mandamiento que dice copiarás en todo lo que harás!
Piluca.- Este tipo cada vez está más feo. ¡Qué cosa más fea, pardiez!
Ovispo.- ¡Diez! ¡Te pongo un diez! ¿Quién habla mal de mí?
Royo.- Todos los que te conocemos.
Ovispo (canturreando).- ¡Olvidemos el pasado, olvidemos el pasado y volvamos al amor!
Royo.- Cuando yo digo que este menda es un rollo…
Piluca.- ¡A decir verdades la única verdad es que yo no estoy contenta!
Ovispo (canturreando).- Porque si no es a tu lado, porque si no es a tu lado ¿dónde voy a estar mejor?
Rico.- ¡Aquí hay algo que no funciona y me parece que es tu coco, Ovispo!
Ovispo.- ¡Calla, mama y racho! ¡José Antonio Primo de Rivera ya lo decía!
Royo.- ¿Nos vas a soltar otro rollo de los tuyos?
Piluca.- ¡Si esto es una Fiesta de Fin de Carrera yo no soy Piluca sino peluquera!
Royo.- ¡Arrea! ¡Una intelectual arreando de lo lindo! ¡Y qué linda es!
Ovispo.- ¡Esta noche bebo para no olvidaros, compañeros del asma mía! ¡Qué asma! ¡Ay que asma que tengo yo!
Piluca.- ¿Yqué pasa con las compañeras? ¿Nos tratas como a las extranjeras?
Ovispo.- ¡Tengo suficiente dinero para comprar tu silencio, Piluca! ¡Para eso soy parrillero!
Entrevista con un mameluco (Entrevista)
Me encuentro en la ciudad más grande de Nepal, Katmandú para los que no lo sepan, buscando a algún personaje interesante a quien poder entrevistar. No busco a ningún budista porque los budistas me aburren con sus salmodias y monsergas pseudo religiosas y pseudo filosóficas. Yo no fui jamás un hippy de los años 60 del siglo XX sino alguien que soñaba con la ocasión de poder decir que el famoso Mayo del 68 me importó menos que una “señora” de La Ballesta y eso que lo que es a mí las “señoras” de La Ballesta madrileña o no madrileña me han importado menos que un carajillo; así que, buscando un lugar donde poder tomarme un carajillo, deambulo por las calles de esta ciudad tan “adorada” por aquellos hippys de cabellos largos y de ideas cortas (y es que pensando en ellos se me viene a la memoria Schopenhauer y me entra la risa). Sin poder aguantarme las ganas de reír he llegado, sin darme ni cuenta ya que iba comiendo mi bocata de chorizo, hasta El Templo de los Monos y, a pocos metros de la entrada, he encontrado lo que buscaba: ¡un mameluco!. Así que presento mi carnet de periodista al mameluco y éste se pone enormemente contento y empieza a hacer morisquetas cuando le digo que voy a entrevistarle y va a ser conocido en el mundo entero. Unas lágrimas han aparecido en los ojos del mameluco.