Un día cualquiera
del frío invierno…
!verás la lluvia caer
oirás el viento soplar,
pensarás qué triste es
ver desierta la ciudad
qué pena da saber
que tu nombre nadie llamará!.

Existe una calle.
Es tan larga
que parece que jamás va a terminar.

Solitaria.
Nunca hay nadie.
Esa calle silenciosa siempre está.

Cuando el alma me invade de nostalgia
me asombra lo difusa que se vuelve
la mañana sin sol y en la penumbra.

Yo dispongo entonces de minutos
para medir la distancia entre nosotros
y busco excusas que me centren
lejos del caos y del retorno.

Gallardo es tu navegar
Rodeada de la espuma
Envolvente del pleamar
Triunfadora en la bruma
Ascendente de la mar.

Tú, que permites que tu cuerpo
nunca sea sombra sino luz
porque tienes el alma entera
bajo el cobijo de la doncella enamorada.
Tú, serás la perfección amante
de mi prometido viento deslizado
como rápido trueno y firme rayo
penetrando en la fórmula de tu romance.

Esta noche estoy pensando
en vuestras luciérnagas encendidas
y en candiles luminosos bajo las lunas
cuando el río desicurre en su frescor.

Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.

Doscientos veintiuno fueron los momentos
que viví en tus miradas
envuelto en el éxtasis
de toda tu alborada.

Si no fuera porque hice colocado
el camino de tu espera
me habría desconectado;
condenado
a mirarte desde fuera
y dejar que te tocara el sol.

Y se fue Marbury hacia la guerra
en medio de la esperanza y el honor…
¿Volverá Marbury del horror
antes de la hora de la cena?

Cruzando la acera por debajo del cielo
había un calleja.
Y hablando de flores…
Allí no había flores. ¡Qué va!

Había una calleja
y pasaba una vieja
con un monedero.
Y hablando del cielo…
Cayó dios del cielo. ¡Corre!

Música popular es el viento de los girasoles
como folklore referido a los maizales
desde el hallazgo de todas sus raíces
para superar a todos los vendavales
del titánico esfuerzo redentor.

El otro anochecer salí de casa,
mirando al suelo y rumiando manchas,
entonces sonaron campanadas
en la ermita de allá
y, de pronto, respiré.

Somos todos hijos de la historia
engendrada en el inicio de las cosas
y a manera de paseos entre rosas
todos viajamos bajo el sol.

3 !Alta ría que llevas en tus adentros
el alma viajera de las aguas
efímeras!.

2 !Viajera insondable hacia las costas
de enigmáticos centauros!.

Cuanto más murmura el cobarde
más pronto llega la tarde.

La envidia es como la sarna
el que la tiene nunca sana.

Quiizás el rumoroso paso de las aguas
de tu Guadiana oculto y misterioso
enhebró la vida en el espíritu
de mi sentir profundo y silencioso.

En el interior de todos mis poemas
siempre hay un café que, de nocturno,
se hace taciturno,
alegre, trashumante
de emociones y de humo.

Silencio en la noche
la luna está en calma
y abro el corazón
porque ella me llama.

La noche está dulce,
la estrella se inflama
y un astro perdido
a su amor reclama.

He hecho el amor con tu sombra,
sustituta derramada
En los pasillos de mi cabeza
Como siempre de esa manera urgente o arrebatada.
Parece que arañando los lienzos blancos,
tus pupilas desabrochadas,
y las palabras guarras, temblando al borde de los labios
con esa forma enredada en la saliva

Late el corazón de un poeta
en medio del concierto de la tarde;
el fuego del sol está que arde
mientras el realista duerme su siesta.

El mismo de todos los días
que llega alrededor de ti
y se encierra en sus pensamientos
para oír todos tus enigmas;
que juega a charlar con todos tus encantos
en la sala de juegos de la Fantasía.

Cómo se consumian los palitos de vainilla,
al ritmo con que nuestros cuerpos humedecidos
jugaban a conjugarse en un único inseparable,
demostrando salvajemente los instintos escondidos
en lo primitivo de nuestros sentimientos.

Cómo translucían los cristales de las ventanas
por el vaho desprendido de nuestros cuerpos,
encendidos por el fuego del sexo y del amor,
desterrados del paraiso,de la eterna salvación
e inmortalizados sobre unas sábanas de usar y tirar.

Y te convertiste en lágrima secreta de mi alcoba
cuánto más fuerte soplaba el viento del otoño…
cuando los álamos del río se doblegaban bajo el peso
del viento frío; y la gélida atmósfera del sentimiento
hacía añicos el mar de cristal de tus llantos.

COMPAÑERO, COMPAÑERO DE FATIGAS
ENHEBRADAS EN LAS HORAS DEL ESFUERZO
CUANDO LAS HORAS SE TIÑEN DE CANSANCIO
ACUMULADO EN LAS NOCHES DEL ENSUEÑO.

Ojos abiertos a la noche
por encima del ensueño.
Son ellos, los ventanales
que no tienen dueño.

Tú, que diste la vida por nosotros
en el campo de batalla de la vida;
tú. que fuiste más que otros
en el fuerte dolor y en la alegría…
Tú…

Se ama donde se nace,
se ama donde se vive,
se ama donde se piensa,
se ama donde se escribe.

Por las calles
pasan
millones de personas.
Unos callan;
otros hablan de sus cosas
pero todos viven,
como las rosas,
de las savias verdes
que son hermosas.

Azul cariño de mi pensamiento
eres tú,
que vuelas por mi sentimiento
con tu vuelo azul
y llenas mi firmamento
de aromas de abedul
bajo el cielo abierto
de toda mi inquietud.