Se hunde en el torbellino de su lago.
Y bebe allí silencios, sosiegos miles.
Traza un milano de pasiones viles
el olvido del camino, de un andar sano,
la cúspide nevada del grito y el halago
que se desprende con crujir sombrío
de su sueó, su esperanza, su goce tardío
cual quieta noche de pensar alado
Hoy la esperanza se pinta de verde,
hoy de nuevo el jardín crece y florece,
las palabras que surgen están nerviosas,
sueñan con ser versos,
sueñan con ser prosa.
Nacen del sentir,
del corazón,
nacen del río
y de la emoción.
Palabras solamente
convertidas en canción
11 de Marzo llora la tierra
Roja se tiñe, puñales brotan
Los ríos gritan malas palabras
El cielo negro la mar salada
Todos a uno lloran la marcha
Tantos muchachos tantas muchachas
Tantos heridos, poca alabanza
Tiembla la tierra, llega la azada
Cortando cuerpos paz y esperanzas
Ya hace seis años de tanta infamia
Los familiares fuertes en calma
La luna me siembra en sueños
Sueños dorados de mil colores
Sueños desnudos con mil albores
Sueños que recibe mi cuerpo
Al amanecer
Sueños de ternura y de sabores
Sueños que se funden en los amores
Y que descansan en nuestro ser
Sueños de luz y de añoranzas
Sueños ligeros como las aves
Que encierran todo lo que tu sabes
Para crear un mundo lleno de paz
De júbilos y pertinaz
Se despertaron sin haber dormido. De noche aún, en el momento cuando ya era después, se fueron.
Desde algún momento, salvando el implícito no quisieron pensar. Y no pensaron. Solo corría el tiempo. Casi ausente de ellos.
Ellos que eran los de antes.
Y se miraron.
Buscándose allí, donde solo existe el encuentro.
Y empezó a escribir con la mente,
lo que luego soñaría de su risa,
lo que pintaría de sus ojos,
Recuérdame Dios como son las palabras
Palabras pobres no incitan a nada
Palabras ricas en amor y tardanzas
Tardanzas que nos recuerda el pasar del tiempo
Sueños de amor y sencillos goces
Sueños de amor y altivas añoranzas
Húmedas como el pecho de una mujer de mama
Húmedas como la tierra tras las regadas labranzas
Humedal como de cuerpos que a la tierra profanan
Humedal que los perrillos jugando ebrios se afanan
Algún día han de acabar
Esas lágrimas que brotan
De este estío
Que en mí tiende anidar
Palomas de alas rotas
Sueños sombríos
Tumbas que lloran sus mármoles
Raros gritos lucifugos;
Lágrimas mías
Borren las señas mortales
De hondos pesares oblicuos
Oh manía.
En este atardecer conjugado de emociones
quedo colgada del vértice de tus labios
me hundo en tu cuerpo surcando tus pliegues
confinada en el placer,
sintiendo de tus dedos atroces descargas
extasiándome de deseos a través de ellos.
Severos mensajes salen por mi boca
Mentes diáfanas critican mi alocución
Porque no buscamos una solución
Para llegar a un acuerdo sin parangón
Perdonad mis palabras si abrasivas son
Pues no veo otra manera de mostrarme
Si peco puedo demorarme en mostrar
Mi alma sin ninguna omisión
O comisión del delito que muestre
Mi forma de ser y mi vida al desnudo
Ante la adversidad mi gente se pone de pie, mi corazòn se ensancha de orgullo por haber nacido en esta tierra maravillosa de mujeres, niños y hombres valientes, esforzados nobles, chilenos de corazón.
¡ Vamos chile ! que se puede, aun tenemos Patria.
Puro, Chile, es tu cielo azulado,
Puras brisas te cruzan también,
Y tu campo de flores bordado
Es la copia feliz del Edén.
La poesía es el lenguaje en su modo mas glorioso…
Y del amor es la poesía el aliado mas valioso…
Y al ver el hombre a la amada, surge en el un poeta grandioso…
Y la mujer inspira al poeta hablar de modo hermoso…
Cuando antes de conocerla, el poeta era un @#$%& baboso…
Se me olvidaba que
era yo solo el que la amaba.
Se me olvidaba que
era yo solo el que la amaba.
Se me olvidaba que
de pronto ya no la recordaba.
Se me olvidaba que
se me olvidaba que
de pronto ya no la recordaba.
Brilla la luna en el campo
de la vega trianera
y una canción de primavera
da vida al cielo claro.
El preclaro
poeta de la ribera,
que está en la orilla del río,
libera y libera y libera
a la Carmen del delirio
que el poeta Manolo
ama para sí solo
a través de su quimera.
Mi sueño anhelado…
me resistí a dejar que me llevaras,
pero una voluntad mayor
hacia tí me arrastra,
y es que en tu arrullo
todo resulta más liviano.
De la vigilia al sueño…
desaparecer en su abrazo.
Con un ligero movimiento
hago que este momento
se me antoje eterno,
una lucha por seguir despierta,
hasta que poco a poco
pierdo la conciencia,
hasta que lo único real
es el tacto bajo mis dedos
y esta lenta rendición al sueño.
La música sevillana
de la bella trianera
se convierte en marinera
barca del atardecer.
Al nacer…
el poema recupera
un saber de poesía
que es dulce melodía
con su profundo quehacer.
Hoy te daría un susurro de mi voz estando en calma,
que escucharas en palabras el sentido de mi alma
y adivinaras el placer de su dulzura tras de ti…
Hoy te daría todo el tiempo que me sobra y el que no tengo,
mientras sentados frente a frente y sin tocarnos,
recorremos cada poro de tu piel y de mi piel…
Hoy te daría el conjunto de mis sueños
que pululan por el patio entre jazmines y brezos,
esperando que regreses a buscarlos,
te los lleves y los tengas junto a ti…
Siento el aire que me trae tu regreso,
el perfume de tu sombra se me acerca
y lo dejo que me envuelva por entero,
que me llene de ilusión y de placer…
Siento fuego abrazador entre mis piernas,
llama ardiente que me trae el delirio de tu voz,
tu pecho que se agita en vaivén como las olas,
mis cabellos que se pierden entre gotas de sudor…
Por la vega marchan cuatro jinetes
en cuatro jacas blancas de gran alzada.
Van cabalgando toda la jornada
apretando fuerte el alma y los dientes.
Por la vega trotando entre dolientes
caminos de piedra y la plomada
del sol que quema en la explanada
les deja las manos más bien calientes.
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