Movías tus manos sobre la urdimbre,
la prodigiosa red de una araña de oro.
El coro de colores se mezclaba en la armonía
y entretejías blancos, con esmeraldas y ocres,
azules que crispaban su paso contra los rojos,
orgullosos de su ira.
Tapiz entre tejido, urdido entre tus manos,
entrelazado para ser matiz de colores,
paleta de agostados campos de Castilla.
Un comentario sobre “Colores sobre el tapiz”
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Tienes ucho talento, compañero. Visualizo tu poema y siento cómo las espigas de oro se mecen bajo las nubes blancas de la imperecedera meseta castellana y después el tapiza de los rojos y los azules me trae a la memoria tiempos de verano sembrado entre charlas alrededor de un fogón, donde los unos y los otros tejen sueños con sus manos. FELICIDADES TAMBIEN PARA TI.