Cuando mi enemigo sea yo

No quiero sentir que pueda necesitar
el hecho de que venga
ALGO a mi casa
que abra la puerta, sin llave,
entre en mi habitación sin permiso
y me rescate del MONSTRUO de la boca grande
que está dentro de mi oscuro océano… me niego a tener miedo…


Hay un monstruo dentro de mí que amenaza con matarme.
Aparece sin avisar.
He descubierto que sin estímulo externo.

Elegí resignarme a tener paciencia…

Quizás hay algo que lo despierte,
pero me temo que soy yo misma.
Me despisto un sólo segundo y ¡ZAS!, ataca.
Yo intento mantener la concentración
para no buscarlo
y trepo con garras fuertes
que no parecen tener intención de aprender a aferrarse.

. Hay un monstruo dentro de mí que amenaza con matarme.
Yo le echo las brasas de mi corazón encima,
para que vea que le puedo seguir haciendo daño
si eso es lo que cree que necesita,
o si es lo que cree que quiere,
si eso es lo que cree que está buscando.
Intento abrasar cada parte que lo compone
para que se dé cuenta de una vez
de que quizás sólo puedo aportarle eso. Daño.
Busco que se retuerza, que me deje en paz y haga su vida.
. Hay un monstruo escondido en mi estómago
que amenaza con alejarme de la gente
para Dios sabe qué.
Y encima no creo en Dios.
Debe de ser porque no quiero creer en Dios.
El monstruo se inventa historias para hacerme creer que existe.
Y lo cierto es que me hace creer que existe.
Ahora mismo, por ejemplo,
estoy convencida de que está dentro,
porque él sigue erre que erre
como comiéndose el interior de mi ser,
haciéndome pupa grande
y con la boca grande.
Y creo
que está ahí porque tiene que ser así.
Si no creyera que tiene que ser así
no estaría ahí.
Me ENCANTA olvidar el daño
que pretende hacerme
pero continúo descuidando
mi atención en su ESPERA… tan lantente.
Ahora está aquí.
Sufro su presencia castigadora,
anunciándome que debo aguantarle
simplemente por estar ahí.
O simplemente por despertarle.
A lo mejor debo echarle más brasas encima
porque no parecen ser suficientes
o quizás él necesita otra cosa para desaparecer.
Quizás mi parte buena.
Mi Dios.
A veces me siento tan limitada… tan incapaz… tan impotente…
Aburrida… aburridísima de mí misma.
Acaba sobreviviendo a cualquier hoguera,
como los monstruos de ficción.
Y encima pienso que la ficción no existe.
El monstruo no existe pero sigue ahí
asustándome,
alejándome de la gente.
Él no lo sabe pero creo que le he PERDONADO
y por eso lo despierto sin darme cuenta,
porque en el fondo me hace sentir mejor
pensar que he descubierto su VERDAD y así que puedo ayudarle
a no hacerme pupa,
la verdad que él me quiera contar
y la que yo quiero APRENDER a escuchar.
¡Él no es malo!
no es malo porque
no sabe que es malo.
Hace maldades, pero
¡No se da cuenta!
Por eso yo le perdono
y dejo que me castigue,
que me castigue
todo lo que necesite castigarme
para que UN DÍA se canse
y se busque otra persona
que SÍ le sepa ayudar
a perdonarse a sí mismo
por lo que haya hecho. Dios sabe qué.

4 comentarios sobre “Cuando mi enemigo sea yo”

  1. Creo que debes vencer la historia de ese mostruo o principe que te hace sentir bien pero a la vez mal y que no te deja quitarte la mascara que dará sentido a tu vida.No dejes que tu vida sea una obsesión sino una realidad, porque la obsesión te generará miedos y los miedos te seguirán haciendo daño.
    Tienes que aceptar su verdad aunque duela, para vencer a tus sentimientos.

  2. Te propongo una manera quizás efectiva de eliminar al monstruo. No lo abrases con fuego porque eso le da más vida… anégale con el jarro de agua fría de tu propia inspiración. Por ejemplo, el hecho de que hayas escrito esto tan interesante (Cuando mi enemigo sea yo) es una manera muy efectiva de anegar al monstruo. Adelante, Marianela. No tengas miedo. Ese monstruo es sólo una ficción y cómo tú piensas que la ficción no existe (!claro que la ficción no existe porque la ficción es una secuencia de la realidad no real!) ese monstruo en verdad no existe. Ninguna obsesión, ssshhh… ssshhh de s(ólo)s(on) s(ilencios) h(aciendo) h(uecos)h(hueros). ¿Comprendiste Marianela?. los huecos hueros son huecos vacíos y los monstruos, al final,sólo vivien en el vacío de la inexistencia. Llena de agua ese hueco vacío y el monstruo se ahoga… TE QUEREMOS MUCHO Y NO VAMOS A DEJAR QUE EL MONSTRUO TE ATRAPE.

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Cuando mi enemigo sea yo

Cuando pierda todas las partidas,
cuando duerma con la soledad,
cuando se me cierren las salidas
y la noche no me deje en paz.

Cuando sienta miedo del silencio,
cuando cueste mantenerse en pie,
cuando se rebelen los recuerdos
y me pongan contra la pared

Resistiré, erguido frente a todo,

6 comentarios sobre “Cuando mi enemigo sea yo”

  1. No me cabe la menor duda.

    Ahí va una estrofa de mi buen amigo Bunbury:
    ” …y ahora estás en mi lista,
    de promesas a olvidar.
    TODO ARDE SI LE APLICAS, LA CHISPA ADECUADA…”

    Tiene usted la gran suerte de contar con la chispa adecuada, además, quien te conoce sabe, que no es algo nuevo para ti, siempre la has tenido, aprovéchalo.
    Quema todas las cosas que te duelen y que el olor a chamusquina perfume cada una de las muchísimas victorias que te esperan a partir de hoy mismo.

    En fin, nos vemos… aunque no nos veamos.

  2. . No te preocupes, Laguna. Quise poner que era una canci’on del d’uo din’amico, pero como en el teclado polaco que estaba utilizando no s’e c’omo poner las tildes *el texto es copiado y hasta los signos de puntuaci’on est’an cambiados(, pues no quer’ia escribir esto que est’as leyendo ahora mismo, que parece no s’e qu’e.

  3. Es una canción del “Duo dinámico”. Creo que deberías ponerlo a la hora de publicar la letra.

    Hay una magnífica escena final en la película de Almodovar, “Átame”(1990), en la que Antonio Banderas, Victoria Abril y Loles León cantan esta canción. Siempre he creido que la Victoria, carácter donde los haya, llora con sinceridad.

    Es una canción para cantar a voz de grito, siempre que nos sintamos que la vida se nos rebela.

    😉

  4. Bueno, ya veis lo “puesta” que estoy yo en canciones de la década prodigiosa. De todas formas, si Ssshhh ha copiado aquí esa letra del Dúo Dinámico, será porque le llega y lo suscribe.
    Quiero creer eso, para no sentirme ridícula al haber puesto el primer comentario. No pasa nada, anyway.

    Saludos.

  5. Sencillamente estupendo. Tanto las rimas como el mensaje que lleva implícito el poema.

    Tu autoafirmación me parece de maravilla, tengo un texto que algún día pondré aquí (es en prosa) sobre ese mismo sentimiento, que yo tuve hace bastante tiempo un día frente al mar. Y que me valió para sortear todas las tormentas que vinieron después.

    Así que enhorabuena por tu texto y por el impulso que te ha llevado a escribirlo.

    Un saludo.

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