Me ahogo donde no hay agua
sino dolor.
Me hundo tan abajo, tanto
que ni en el mar muerto podría flotar.
Estoy de pie,
tocando fondo
y no es de arena,
sino de cal.
Cal viva.
Es tanto el dolor que me ahoga
que no me doy cuenta
que en el fondo,
muy en el fondo
me consumo…
Viva.