El Cóndor (V): El largo caminar…

Bajaban, por las cenagosas aguas del Cristal, las anaranjadas tencas… acompañadas de sus ciprínidas crías –pectinadas entre las vegetaciones musgosas-y, al otro lado de la frontera inexistente, retumbaba el eco de las voces de Orellana, San Ignacio, Borja, Bagua y Nazareth; y yo me reconocía como la Escultura Invisible, limitada por los tres vértices atardeceros de su presencia: la paz de sus miradas sin umbrales de ocultación, el desarrollo de sus palabras con la encendida perseverancia de los poéticos lirismos y la democrática sensibilidad de la internacionalidad de su místico universo.

Acerqué mis labios sedentosos y bebí del líquido beso que manantializó en el hoyuelo izquierdo de la comisura de su boca. Despertó, entonces, como el naufrago que, rescatado, intenta explicarse por qué no pereció ahogado en la espuma del océano fragoso.

-¿Eres tú la Laguna Legendaria de la historia de amor?.
-Es mejor que duermas…

Y durmió. Dormimos juntos –entregados al amor noble y sincero- toda la noche… y ahora estoy aquí, a doce metros de altura sobre el nivel de mi cabello, viéndole partir hacia el Sur, camino del Urubamba… pero sé que muy pronto volverá. Será después de haber descifrado el hondo jeroglema del misterio de las “chullpas” y después de haber seguido (empujado por El Gran Espíritu Aymará que habita en los aires de la tramontana) más allá de Cuzco, Sicuani, Juliaca y Poriatá… más allá de Calama, Copiapó,Rancagua y Chaitén… y más allá del Tronador, el Chubut, el Chico y el Deseado…

Será después de que las plantas de sus pies hayan hollado la cresta del Murallón, cuando divise aquella Isla del Fuego donde los ona, los alacaluf y los yahgán extinguieron la cultura de sus lenguas fueguinas al final de los tiempos amerindios… y cuando ese fuego que quema la existencia de todos los “magallanes” como él, le obligue a volver… porque todos los infinitos se componen siempre de un regreso…

Sé que cuando vuelva le voy a reconocer… porque recuerdo muy bien quien es él.

(Continuará)

Cristal.- Río de los Andes del Perú. Gran centro pesquero.
Orellana, San Ignacio, Borja, Bagua y Nazarteh.- Lugares andinos del norte de Perú
Urubamba.- Río del Perú. Una de las ramas principales del Ucayali. Se une al Apurímac
Arequipa.- Ciudad de Perú. Centro industrial, turístico y artístico (ejemplo del barroco)
Cuzco, Sicuani, Juliaca y Poriatá.- Lugares andinos del sur de Perú.
Calama, Copiapó, Rancagua y Chaitén.- Lugares andinos de Chile (de norte a sur)
Tronador, Chubut, Chico, Deseado.- Lugares andinos de Argentina (de norte a sur)
Isla del fuego.- Punta extrema del sur de los Andes de América (en la Argentina).

2 comentarios sobre “El Cóndor (V): El largo caminar…”

  1. Tengo cierta dificultad, en este punto, si ella es la que narra, ¿quién besa a la chica que es la laguna : “Acerqué mis labios sedentosos y bebí del líquido beso que manantializó en el hoyuelo izquierdo de la comisura de su boca”?

    ¿y la voz del “y yo me reconocía como la Escultura Invisible, limitada por los tres vértices atardeceros de su presencia”?

    En este punto, parece que habla él, pero me resulta confuso, ya que pensé que era a través de los ojos de ella que se narraba…

    Al final, vuelve a ser ella quien habla “Sé que cuando vuelva le voy a reconocer… porque recuerdo muy bien quien es él.”

  2. Amigo Only… siempre es ella la que va narrando el relato. La voz es siempre la de ella pero a veces se introduce en el alma de él y toma su lugar. pero siempre es la figura femenina la que dirige la narración. Ahora bien en los diálogos intervienen tanto él como ella. El relato es a través de la memoria de Anaí pero cruza su memoria con la de él. Los diálogos sin embargo son más claros en cuánto a saber quien habla en cada momento. Es un juego ese del cruce de memorias que aprendí mientras viví en América Latina prtacticando literatura allí. Un grande pero gr4ande abrazo Only… y espero que a mediados de agosto pueda cumplir el viaje a Mallorca en el cual seguiré al pie de la letra tus orientaciones.

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