Porque mi alma quedó flotando entre tus palabras,
ausente de todo y presente en el dolor; angustia
en el gozo.
Llamo a tu puerta y te has ído,
nada queda de tu presencia ante mis ojos,
y el dolor te llama, porque el sosiego insiste,
porque si te amé, me amaste, en una unidad perpétua.
Mis horas son el dolor de tus pisadas,
los ecos desdoblados de tu llegar y tu partida.
No se desgarra el corazón porque sigo amando
y una cinta dorada amarra tus recuerdos con mis latidos.
Como si te mirara, no dejo de sentirte
y esto me estremece: no estás.
Alma transformada en rosa sin pétalos,
perfumando la soledad de todo y el tiempo,
abrazando el sueño del adiós,
porque sin ti la noche me reclama.
(Para Morgana, en dimensión Poética)
Ahí afuera, más allá de ideas
del bien o el mal, hay un lugar.
Nos vemos ahí.
Cuando el alma yace sobre la yerba.
El mundo está demasiado lleno para hablar de él,
las ideas, el lenguaje, incluso la frase “cada uno”
No tienen sentido.
Jalal al Din RUMI.
Gracias Grekosay, por tu dimensión. Saludos.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar… no soy de este mundo ni del vendiero, ni del Paraíso ni del infierno… en realidad soy un ser de ninguna parte (Rumi).