Invitación (36)

Después de un silencio largo y eterno, se detuvo. Sabía que la única respuesta estaba en decidir lo que desde el principio no había dicho, lo que ocultaba como su verdad, como el secreto de la existencia. Su mente se proyectó hacia el futuro. Una niebla densa le rodeó. El fétido olor de la basura se diluía. Una luz brillante descendía mientras su cuerpo comenzaba a difuminarse entre la niebla. Paul….se había disuelto con entre aquella sopa original. Su única misión, ésa que era indispensable para que nada se extinguiera debería suceder, pero no sabía cuándo.

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