Mandarinas.

En algunos países de la Tierra existen muchos machos machistas, que van por la vida de machistas machos, porque no hacen otra cosa (quizás no tengan otro entretenimiento mejor o más sano) que emplear la palabra mandarina para insultar a los hombres casados como Dios manda, y bien casados por cierto, porque obedecen y cumplen los mandados de sus amadas esposas. Así que harto ya de tanta estupidez, un día cogí mi querido micrófono “El Camborio” (así lo llamo yo cuando quiero decir sentimientos) y lo dije con voz firme y clara pero rotunda: “No es cuestión de mandarinas sino cuestión de limones; si se enfadan las gallinas… ¿para qué los espolones?”. Para pensar solo un poco antes de hablar demasiado…

7 comentarios sobre “Mandarinas.”

  1. Ajajjaj…muy bueno.
    Sabes lo que pienso? que los que van de machistas por la vida, en realidad tienen en su casa a “un sargento retirado” por esposa- como aqui decimos-
    jajaja no falla diesel

  2. La verdad es que desconocía esa expresión y nunca la había escuchado. Bueno tengo que alegar que no solo hay que casarse porque alguien lo mande, sencillamente quieres hacerlo y lo haces, el lugar y rito ya es a gusto o creencia de cada uno.
    Tampoco creo que una relación deba basarse en lo que diga uno de los dos, siempre he pensado que convivir con una pareja es caminar el uno al lado del otro y no uno delante o detrás del otro, llevo 23 años haciéndolo y parece que funciona y sin ningún vínculo oficial ni religioso.
    Saludos y el que quiera hablar que hable, lo importante es que tú te sientas feliz con lo que haces y con quién lo haces.

  3. Cierta y triste realidad, pero coexiste como extraño instinto primate no evolucionado. Allí hasta el mono ha ganado la batalla de genero, civilización y respeto. En horabuena Diesel.

  4. Hola Glosagon. La expresión “eres un mandarina” la dicen en algunos países de América Latina (quizás en otras partes también pero eso no lo sé) los que se las dan de que dominan a sus mujeres (esposas, queridas o ambas cosas a la vez) y siempre hacen lo que a ellos les da la real gana. Por supuesto que dicen que quien hace caso a su esposa y la ayuda en las labores domésticas, sale a tirar la basura al basurero, prefiere estar con ella antes que irse con un grupos de “amigos” (escribo “amigos” entre comillas para diferenciarlo de la palabra amigos verdaderos) de bar en bar, de prosti en prosti o de partida en partida o partido en partido, etcétera, dejándola a ella encerrada en casa y esperando que, al volver, tenga la cena hecha y caliente porque, en caso contrario, estos “hombres” le tiran el plato de la cena a la cara y se marchan a cenar a un restaurante, somos unos “mandarinas”. Ellos dicen que quienes estamos con nuestras esposas e intentamos cumplir compartiendo con ellas sus decisiones somos “mandarinas”. Supongo que quieren decir estos “hombrecitos” que ellas nos mandan (de ahí lo de “mandarinas”) y que en vez de ser sus medias “naranjas” no pasamos de ser sus “medias mandarinas”. En fin. Que hay que tomárselo a broma para reírnos un buen rato porque a la hora de la verdad… ¡ay a la hora de la verdad lo que se descubre! Por ejemplo, se descubre que mientras a los “mandarinas” nunca nos ponen los cuernos ni nada parecido y además nos dan permiso, una vez que las acompañamos hasta el supermercado o el mercadillo, para disfrutar de mucho tiempo libre porque saben que los “mandarinas” tampoco les ponemos los cuernos a ellas ni nada parecido cosa que… ¡asombroso!… suele ocurrir muchas veces entre los que nos llaman “mandarinas” a nosotros porque ellos se creen “naranjas” completas cuando no tienen ni idea de como manejarse entre “limones”. En fin. Entre broma y broma siempre sale a la luz la verdad oculta de muchos “hombrecitos” que resulta, al final, que no son “mandarinas” sino bastante “melones mezclados con caracoles”. Es que lo he visto tantas en mi vida que, de verdad, o te lo tomas a risa o se cabrean mucho pero… esto… a mono cabreado no le mires la cara… la tienen muy fea con esos adornos puestos… jejeje… si les molesta un poco de broma que no bromeen con nuestra hombría y si no es así… pues quien se pica ajos come y a otra cosa mariposa. Muchas gracias por leer y comentar. Te aprecio un montón desde que leo tus textos que me parecen excelentes. Y lo de “mandarinas” pues esta es sólo una breve historia pero no debemos alargarnos más pues alguien se puede ofender y la verdad es que no estoy pensando ahora en nadie.

  5. ¡Jajajajaja!, me ha gustado mucho y me ha hecho reír tu comentario, Nazaret (en el buen sentido de la palabra). Sí. Efectivamente los monos bajaron de los árboles pero algunos (los que nos llaman a nosotros “mandarinas”) me parece que todavían se “andan por las ramas”. Jejeje. Un abrazo cordial, sincero y amistoso, y sigue adelante escribiendo cuando desees.

  6. Para quienes estéis interesados o interesadas en comprar mi novela titulada “Morir por ti siempre” ya está a la venta desde hace un par de meses más o menos. Si queréis saber todo lo relativo a ello entrar en Google y escribir “Morir por ti siempre”. Os saldrá la portada del libro con una breve sinopsis y en la parte de arriba tenéis indicaciones para pinchar en ellas y saber cómo contactar con la Editorial que lo está publicando y, de paso, también vienen los datos de ISBN del libro que, por supuesto, lo podéis pedir en las librerías con las que tengáis más confianza. Quienes podáis pedirlos a El Corte Inglés es muy buena idea porque los de El Corte Inglés os los ofrecerán muy rápido pero también podeís hacerlo en otras librerías que sepáis que os van a servir con rapidez. Está publicado en español, alemán e inglés que yo sepa (aunque puede que también lo encontréis enm francés u otros idiomas pero esto lo desconozco). Muchas gracias por leer este Aviso-Mensaje y a quienes estéis interesados o interesadas doblemente gracias. Que Dios os bendiga tanto a los que lo vayáis a comprar como a lo que no lo vayáis a comprar. Para mí es una alegría haberlo escrito y desaría compratirla con el mayor número de lectores posibles pero sé que será un best-seller… estoy seguro… y no lo digo por vanidad, ni por soberbia, ni por prepotencia… sino que, con toda humildad, sé que hay alguien en mi interior que así me lo dice. Estoy seguro de que se ha abierto un gran camino por delante para los libros de mi chavalilla (esposa) y para mí y DESEO QUE TAMBIÉN VOSOTROS Y VOSOTRAS TENGÁIS OPORTUNIDADES DE PUBLICAR. De parte de un amigo sincero.

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Mandarinas.

En algunos países de la Tierra existen muchos machos machistas, que van por la vida de machistas machos, porque no hacen otra cosa (quizás no tengan otro entretenimiento mejor o más sano) que emplear la palabra mandarina para insultar a los hombres casados como Dios manda, y bien casados por cierto, porque obedecen y cumplen los mandados de sus amadas esposas. Así que harto ya de tanta estupidez, un día cogí mi querido micrófono “El Camborio” (así lo llamo yo cuando quiero decir sentimientos) y lo dije con voz firme y clara pero rotunda: “No es cuestión de mandarinas sino cuestión de limones; si se enfadan las gallinas… ¿para qué los espolones?”. Para pensar solo un poco antes de hablar demasiado…

Un comentario sobre “Mandarinas.”

  1. Estoy en total de acuerdo con vos José… En este país se habla muchas veces sin pensar e impulsados por la no extinta cultura del machismo; más aún en Latinoamérica. Te saludo y te animo a seguir exponiendo este tipo de cuestiones.

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