Se puebla la tierra de una extraña sensación de temor. Cuanbdo una sociedad de la comunicación es tan amplia y tan poderosa la noticia se convierte en el pensamiento de una colectividad universal. El bombardeo de desastres está servido. Lo que más me sorprende es que nadie se eche las manos a la cabeza porque el tabaco mata, porque se mueren más personas por la gripe común, que por el cancer. Nadie se plantea que la juventud revienta en medio de una generación que reconvierte en ausencia total de compromiso. Todo a punta hacia el temor de que la “sociedad del bienestar” se tambalea y el temor nos acerca a la pérdida. ¡¡¡Podemos morir!!! He aquí la gran clave det odo este inmenso tsumnami de noticias. Podemos y de hecho, es tan inevitable que…todos llegaremos. Mientras tanto, el aquí y ahora nos da vida, nos d esperanza, nos convierte en verdaderos.