Ángel

Ángel de la muerte por él veniste
Ahora yace frío en su última morada
Y ya nadie contará nuestro secreto
En el reino del silencio y la mortaja

La luz de la tarde, el último día
Ilumina el féretro mientras desciende
A ese hueco que absorberá sus restos
Jamás volverá el sol a iluminarle

Ángel, estas aquí en tu hogar perenne
Te vislumbro sutil entre las sombras
Somos cómplices, le condenamos juntos
permanecera solo en la oscuridad eterna

Su cuerpo fue envase que contuvo su alma
Siento su presencia, aunque ya ha volado
No se a donde, quizás estoy por alcanzarle
¿Sabes, Ángel? Me debes un abrazo

Un comentario sobre “Ángel”

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Ángel

Conocí a aquel ángel cuando aún no sabía nada de la vida. Lo vi una tarde que ahora recuerdo como de ensueño, como si la magia que recuperamos para el presente de algún recuerdo decimonónico surgiese en el momento de contarlo y no en el tiempo pasado donde todo ocurrió.
Aquel ángel estaba allí, distante, mirándonos a los demás con un mezcla de indiferencia y sensible timidez. No creyó que yo me acercase, pero cuando lo vi tan distante quise que consiguiese ese calor que respirábamos todos los demás. Ante aquel acercamiento se mostró sorprendido. Luego hube de comprender la extraña faz que advirtió al verme.

4 comentarios sobre “Ángel”

  1. Da para pensar tu texto Ismael, quizás todo el mundo es Ángel para otro en algún momento, o en muchos momentos. Yo pienso en los ángeles han pasado por mi vida, y cómo siguen de alguna forma conmigo…, un abrazo

  2. Si, como dice Noeliaf, pasan a veces los ángeles por nuestras vidas. A veces los vemos y otras no. A veces se quedan mucho tiempo, pero lo normal es que se alejen pronto.
    Yo también tuve un ángel, pero se fue cuando todavía yo no era consciente de los dones que me regalaba. Creo que me observa desde la distancia. Quiero creerlo.

    Un abrazo.

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