Bosques, escondidos templos de la existencia.
Hojas, como palabras caídas,
como almas,
como espejos que reflejan el rostro de la luna.
Me escondo entre vuestros humedales.
Soy roca.
Formo parte de los musgos y de las gotas
de rocío; lágrimas de las flores.
Y la luz cambiante,
el tiempo entre los dedos
dibujando sombras.