Tú…
a veces te me presentas,
sin pedirme ni permiso,
sin llamar a esa, mi puerta,
pasas y entras despacito,
sin siquiera hablar…
Tú…
Cuando te vienes y quedas,
a pesar que yo no quiera,
te cuelas entre rendijas
y no sé como decirte,
un adiós sin más…
Tú…
Deja de estarme tan cerca,
busca un alma más vacia,
alguien que te necesite,
que te llame a gritos
y llore por ti…
Tú…
Vete ahora, no te busco,
no te preocupes por mí
si algun dia te necesito,
sé… donde poder ir por ti…
Es que hay asuntos que en vez de entenderlos basta solamente con vivirlos. Muy bonito, soledad.