Soledad 3

Soledad, debo acostumbrarme a tí, a tu olor y a tu sabor,
debo adueñarme de tí, de tu forma, tu tamaño y tu color,
debo sentirte cerca, acariciarte, eres mi única compañía,
pero a lo mejor si tú no estuvieras el desamor no dolería.

Soledad, ven y haz lo que nadie ha hecho; ámame,
bésame, acaríciame, siénteme, o si lo prefieres mátame,
no importa, ya estoy muerto, porque sin amor no se es nada,
llévame a donde sea aunque no vuelva a ver la luz del alba.

Soledad, te pido que me acompañes y nunca me dejes sólo,
bueno, más de lo que estoy ahora en este tremendo hoyo,
del cual solo saldré hasta que te alejes de mi,
y entonces agradeceré el haber sido parte de tí. Sigue Leyendo...

Un poema que tenía guardado

No me gustaría ser poeta,
ni ser profundo,
ni tan siquiera destacar por algo.
Los poetas viven en una nube
que esconde la verdad entre vocablos,
o dicen la verdad…sin ser amargos.
Quizá porque me asuste la soledad,
no escribo sobre ella.
Ni trato de encontrar tres pies al gato,
ni una silla que sostenga la poca libertad que nos ofrecen.
Me merecen más atención,
quienes viven y no se nota,
quienes dan de comer a las palomas
porque el pan también les pertece.

¡Pulseras 1000!

¡Saludos a todos! ¿Pusera roja? ¿Pulsera verde? ¿Pulsera negra y blanca?
…Y…¿los que no llevamos pulsera? Ya sé que es una moda. ¡Paso! Todavía un tatuaje en plan soy de un clan…, pero el ver unos brazos que parecen trozos de mazapán, con tanto compromiso…¿Y los que no llevamos?
II
Echo de menos en Vorem…(y lo digo para que llgue, a quienes o quien tenga que llegar) la posibilidad de incluir alguna imagen con los textos. Quedaría mucho más guay y ya no es ese texto que se une a otro y otro…No lo sé. Podría hacerse un formato algo más excitante (dentro de lo visual, claro). ¿Es posible?
III
Ayer por la tarde una amiga me dijo que quería estar deprimida. ¡Que necesitaba en ese momento estar deprimida! Y lo decía de verdad, como si fuera una opción más dentro de su repertorio de dolencias emocionales…¿Otra moda? Sigue Leyendo...

Horas especiales

Buscamos horas especiales para llenarlas de compañía y expresar esos ecos humanos que se detentan como nuestra continua autenticidad y en esas horas es cuando nos presentamos con toda la amplitud emocional y nos desprendemos de todo para regalárselo a los demás. Entonces buscamos en nuestras conciencias hasta hallar algo de vida hacia lo nuevo, algo que compartir con los otros y las otras en este caminar de lo recién surgido al otro lado del vaso de cerveza o de la taza de café.

En esas horas especiales podemos desprendernos, por ejemplo, de una lágrima que riega la tierra y germina en la materia destellante del sufrimiento ajeno; podemos desprendernos, igualmente, de un verbo que está alojado en nuestro corazón y es paradigma de anhelo cercano enroscado en el sentir de lo humano: podemos también desprendernos de una meditación que simplemente está ahí, surgiendo como hilo enhebrado, para zurcir reflexiones en el alambique de la sinceridad; o podemos convertirnos en filósofos de los adentros en el zaguán de lo imperecedero. Sigue Leyendo...

Una invitación a la literatura

Preámbulo
Quisiera ofreceros a cuantos deséis participar en esta invitación a encadenar textos. creo que es una forma de compartir, de aglutinar, o de abrir nuevos caminos creativos. Es una experiencia ya vivida por autores de otras épocas, o aquellos juegos literarios que el dadaísmo entendía como “delirirantes expresiones de su identidad”.

SIN TÍTULO

Le hubier gustado ser caminante. Algo que había descubierto en su interior. Caminar por cualquier parte, sin rumbo fijo, pero deteníéndose para ser consciente de la belleza, la fealdad, la inocencia, la debilidad de todo cuanto pudiera rodearle. Caminar como forma de encontrar el “camino”. No importaba la meta, la llegada, la estación…sino el hecho en sí de seguir hacia adelante… Sigue Leyendo...