Diván

Papel seco y arrugado soy
Sobre mis textos de amor escritos hay.

En un viejo y antiguo diván olvidado estoy
Mi dueño en un rincón me dejo
Y sus últimos textos, cargados de pena, tristeza y desolación sobre mi escribió
Y en un rincón de aquel viejo diván los dejo.

Cansada

Mi boca no emite sonidos.
Mis ojos cansados están.
Mis parpados no los puedo abrir ya.
Mis manos y pies no responden
Se resisten a obedecer a mi voluntad.
Mi cuerpo se encuentra cansado de tanto luchar.

Mi cuerpo, mi vida, y mi alma
Viven una cruda y ruda realidad
No asumen esa realidad y luchando contra esta están.

Cuando el límite se llama Masa.

Acabo de leer el comentario de Javi. En esto de entender lo que pasó y pudo ser, todos coincidimos que los inicios son “inocentes”, pero la vida no hace propuestas minimalistas, sino que apuesta por la Masa como unidad de medida de todo. Todo lo que tiende a ser prohibido fue permitido. Desde aquí contemplaremos un espectáculo que sólo concierne al poder y a la Ley. Se estaba viendo venir este dejar que la Ley juzgue la totalidad de los actos y que la Justicia sea un duro cinturón que apriete las conciencias. No deja de ser un acontecimiento deportivo el que compitamos por ser “los más y mejor”. El cuerpo y salud son patrimonio de la Seguridad Social y de las familias. Sigue Leyendo...

Mil vidas en un vaso.

Los extremos siempre han sido complicados de llevar. El “botellón” nació cómo una pequeña reunión de amigos desnudando sus almas entorno a un vaso algo pequeño, familiar, casi íntimo en aquellas ciudades de principios de los 80, cuando nacia en cada acera la inquietud y la cultura. Entonces no estaba mal visto (salvo por las mentes retrogradas que torturaron éste país durante 40 años), eran sólo “esos modernos que beben en la calle”.
Ahora, por desgracia, todo ha cambiado: ya no hay inquietud ni cultura, sólo síndrome de abstinencia. Ya no se desnudan las almas, se destruyen. Ya no somos “modernos que bebemos en la calle”, somos bárbaros injustos con nuestros vecinos….
Que nadie piense que estoy a favor de la prohibición del botellón, la solución nunca es prohibir, pero tampoco estoy dispuesto a luchar por mi libertad etílica a cualquier precio, si tengo que luchar prefiero saber por qué lucho, y lucho por la libertad, no por el deseo…
Demostrad que os importa algo diferente y lo diferente dejará de importar, que nos tachen de locos, pero no de beodos… Sigue Leyendo...

Cosas que pasan

. No sé qué cojones escribir. Me gustaría decir por ejemplo que tengo ganas de follar aunque acabe de hacerlo. El hecho de que esté bombeando hacia mí para meterme eso hasta dentro me hace separar las piernas jodidamente y dejar escapar sonidos que ni yo misma reconozco o entiendo. No me entiendo cuando siento que me penetra. Y no paro de querer sentirlo ahí una y otra vez como si fuera a derretirme de un momento a otro y lo mío se estuviera medio fundiendo con el azúcar, todo mezclado, en una sensación de silencio penetrable. Qué vulgaridad, señores. Qué magnífica y jodidamente deliciosa vulgaridad. Sigue Leyendo...

¿El qué?

El amor fortalece mi esperanza.

Mis ganas de vivir apaciguan mi impaciencia.

Mis tormentos con tu presencia ahuyentas.

Tu audacia y valentía en mí penetró.

Tus ganas de vivir en mi pecho se clavaron
Y la ilusión y las ganas de vivir a mí volvieron.

Mi corazón escuchó a mi alma
Y le dijo que mi amor eras tú
Y que jamás perdiera la ilusión.

Este ciego y loco amor

Esos labios tuyos quiero besar
Loco me estoy volviendo al no poderlos besar .

Mi alma llora, mí corazón sufre
Al tenerlos tan cerca y no poderlos besar.

Loco me estoy volviendo
En un espectro me estoy convirtiendo
Al quererte amar, tener y no poder.

Mi vida, mi amor ciego estoy
Ciego de amor por ti estoy
Y muriéndome por tus besos estoy.

Tus labios deseo besar
Con mi amor tu corazón saciar.

Morir quiero por así frenar mi deseo
Mi deseo es besarte
Mi deseo es conquistar corazón
Mi deseo es conseguir tu amor .

Hondo y Blando

En las motas de polvo hay números
y bajo la cáscara de sortilegios de cada uno de ellos
el yugo de tu sonrisa, materia.

Era una nocturna hora, blancas cortinas susurrando.
Grillos taponando el silencio
y Girasoles albinos durmiendo sobre mi regazo (saliva de la luna).
Todo lo importante acontece cuando pestañeo.

Nada sé de la vida, deja vú astronómico,
me pego a tu cuerpo como un agujero.

En las motas de polvo hay números
y bajo la cáscara de sortilegios de cada uno de ellos
el yugo de tu sonrisa, materia.