eres mi maravilla
con ese cuerpo subersivo
esa mirada algo fria pero tenue,
y con esa forma de hacer el amor que jamas descubrire,
dormido en tus senos,
en la playa tu acostada sobre la arena y con tu cuerpo desnudo,
y mi brazo en tu cintura,
descubri el infinito del mundo,
y llegue al centro de tu amor.
Archivo por días: 30 agosto, 2006
cuando estoy mal
Y volver… volver… volver…
Estamos volviendo del sol y de las playas. Hay que estirar los últimos días del estío que nos quedan a nuestro alcance. Este verano, una vez más, hemos desarrollado expectativas para el recomienzo de nuestras cosas y nuestras causas pendientes. La vida (como todo lo demás) no es sino una expectativa. Llega septiembre y el fútbol entre otras cosas. Un persoanje de Woody Allen decía que “el fútbol es como la vida y la vida es como todo lo demás”. Al principio son los sueños. En el camino, el entusiasmo, la voluntad y la perseverancia necesarios para procurar que se cumplan. Al final, la aceptación con la mayor dignidad posible (al igual que los futbolistas en la Liga) de lo que seamos capaces, del lugar en que la vida nos sitúe.
Esa falsa inmortalidad
Estamos sintiendo que la inmortalidd es posible. La elegimos como mal menor. una inmortalidad, donde todo lo conseguido a lo largo de una vida quedrá almacenado en un disco y la nueva vida comenzará de nuevo. Nos sentiremos incapaces de juzgar la existencia, porque…se habrán creado nuevas dimensiones virtuales de lo que podemos ser. Mientras hemos estado peleando por nuestra posición histórica…ahora, nos ofrecen la inmortalidad, una falsa inmortalidad donde a lo mejor quién sabe.
Esta mañana.
Esta mañana me he caido de la cama. Me he despertado sobresaltada y sin saber por qué he comenzado a andar. La ciudad comienza a despertar, las calles huelen a café, la gente mirando al suelo, blancos, pegados todavía a la almohada caminan deprisa ya.
Poco a poco la cuidad va quedando atrás y el frío mañanero comienza a penetrar en mi cuerpo helándome la piel, helándome la sangre. No puedo parar, debo volver pienso, pero mis piés no me hacen caso, cada vez más aprisa van derechos hacia algún lugar.
Veo un bosque, voy derecha hacia él. Me siento bien, ya no tengo ganas de volver, me adentro y me empiezo a sentir árbol, y me empiezo a sentir flor. La niebla todavía no ha levantado y yo ya no sé si estoy soñando o estoy realmente en el bosque.
Mis pies siguen locos, me abandono a ellos, que me lleven dónde quieran llegar. Como un buho vuelo ya casi en la oscuridad. El sol no puede ya pasar. De pronto mis manos rozan algo. ¿ Qué és? Es tu guitarra, si, es tu guitarra y más adelante están todos los besos que tu me has dado. Y la caracola que yo te regalé, y mis poemas y mis dibujos , y mis caricias, y las tuyas. Y un poco más allá, hay un corazón ! Es el mío! Sonrío. Sé que estoy en tu alma. Aquí me quedaré siempre. Siempre aquí me quedaré.
PASIÓN
Sara estaba sentada tras la pequeña mesa de un bar. en las afueras de la ciudad, estaba tremendamente sensual con un vestido negro de interminable escote, unos zapatos de tacón vertiginoso y una hermosa melena como el azabache sujeta en un pequeño pasador creaba una figura como si toda ella flotara en aquel ambiente, había prendido un cigarrillo y sostenía con la otra mano un pequeño vaso de vino corriente, el humo de su cigarrillo envolvía casi todo el circulo en el que se encontraba, en otras mesas de alrededor estaban otras parejas haciéndose arrumacos y pasando enteramente desapercibidos.