Los humanos y la vida

Míralos. Míralos bien a los ojos. Pasan por la vida, al igual que tú, con todos sus múltiples sueños y deseos de ser felices. No es cuestión ahora de hacer un análisis crítico sobre qué es lo que les motiva o si son suficientemente independientes de cualquier presión ajena para desear lo que asumen como meta y finalidad para sentirse felices o al menos satisfechos. Ellos desean vivir. Son tan humanos como tú y, al igual que tú, sienten alegrías, penas, satisfacciones, dolores, risas y llantos… en este perpetuo caminar por esto que llamamos vida. Los humanos y la vida. ¿Qué es lo que cada uno de nosotros y nosotras creemos que es la vida o, por lo menos, aquellos que nos puede satisfacer como para decir que vale la pena vivir?. Sigue Leyendo...

Negra sombra (Rosalía de Castro)

Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

Ojotriste

Lluvia que abates incierta desde paisaje imperecedero…desconocido por tantos. Te miro con asombro, originas conmoción de libertad, de huida…de vagar sin equipaje. En tu gemido no concurren los ingredientes prosaicos de este universo áspero. No pienso más que en la colindante distancia ansiada por mi alma, tú te unes a la perspectiva y advierto que cada instante me voy arrimando más a ti. En la urbe me gusta contemplarte mientras la pobre lumbre se resguarda con vampiros de tela…el suelo queda brillante y vaporoso por el respirar y los tubos de escape de los vehículos. Los neones te reflejan, los fanales te manifiestan y la oscuridad de las sombras de la mañana te delata. Sigue Leyendo...

Historia de otro camino

Hace muchos siglos que este viaje fue engendrado. Concebido por una desazón interior que mi memoria había procurado retener como uno más de esos filamentos venéreos que guardamos inanimados en la zona de la tripa del subconsciente. En aquel momento lo presentía demasiado fantasioso, pero, )sabes?… no duelen los imposibles cuando los llevas a término y las ciudades con sus muros infranqueables, sus asustadas paredes olvidadas de metralla, los niños derritiéndose sobre el ardiente asfalto de calles barnizadas de alquitrán y jardines inyectados de hipodérmicos venenos… aún soplan cuatro gotas de viento del aguacero de anoche… Te digo que es delirante comprobar que la nada te afecta. Para qué esperar más medias horas, sin llaves, en el descansillo del portal ausente, mientras otra lágrima entrelazada salpica los adentros, cristalizándose misteriosamente… aislamiento. He conocido supuestamente la amalgama del precio por morar en la tierra de un “creador vengativo y sin escrúpulos”… indefinido entre paréntesis. Sigue Leyendo...

A ti noche

¡Vamos respóndeme!, ¡¿Dónde la tienes?!
No te quedes en silencio con tus lobregueces
¿Qué has hecho de aquella, a quien mi corazón un día le di?
¿La has visto acaso?, ¿tu viento la ha acariciado?…
Si es así ¡Vamos llévame con ella!
¡Vamos no me hagas esperar que mi corazón dolido está!
Mis lágrimas no tienen quien las recoja ni mis ojos en quien reposar.
¡Vamos habla!… no
¡no me respondas con tu brisa marina de soledad!,
estoy harto de tus burlas, ¡no la ocultes de mí!
Entre tu niebla debe estar, o tal vez entre tu oscuridad,
Como un gorrión sin nido, esperando quien la albergue en calor. Sigue Leyendo...

Mi niña,la niña que susurros vende

Cuantas emociónes tendrá,
la niña que susurros, a la mar vende,
a cuantos regalará,
aquellos que del corazón no entienden.

Sus manos solas trazarán,
mil amaneceres verdes,como las náyades verdes..

Desde la lejanía,ella sueña que él la entiende,
y despacito,cuando la brisa vuelve,le canta al oido:

-Ven mi dulce niña,vendeme un susurro mas,
ahoga tus penas en este mar,pues mi corazón entiende,
lo que callando el tuyo,no se atreve ni a llorar.

Virus (segunda parte)

No sabía cómo tomármelo, pensé que todo era una broma pesada de las muchas que vagan por Internet, o de algún conocido mío que ve la gracia donde realmente no puede existir; de todos modos, era demasiado macabra como para ser una broma de mal gusto.
“Le dedicaré un par de minutos, luego cuando vuelva de dar una vuelta”. Pensé, así que esperé un par de minutos más a mi compañero y nos fuimos a dar ese paseo.
Los paseos con mi compañero de piso se habían convertido en uno de los pocos contactos sociales que me unían al mundo durante los días de diario, hablábamos de cosas banales, chicas, coches y fútbol, lo normal en dos personas de unos veinte-pocos. Sigue Leyendo...

Mar

Cuando volví a ver el mar,
aquel verde y dulce
mar, seguía allí,
igual que siempre.

Arrastrando las olas
cabalgando a la
espuma, que blanca,
cubríalo todo, eternamente.

¡Ah, océano!,
salado corazón,
marea incansable, pintada por el cielo.