Increible desolación un 15 de julio en Pamplona. Por primera vez en muchos días, puedes ver el suelo. Los pasos se hacen de nuevo largos. Se liberan de la opresión del no espacio. La vista descansa. Las órbitas de los ojos van parando su acelerado compás, todo lo quisieron ver. Las cámaras ya no dan abasto. Falta mucho carrete para intentar captar todo lo que sucede en una pequeña y apacible ciudad abarrotada hasta los dientes.
La ciudad se tiñe de rojo y blanco. No hay tiempo para el sueño. A las noches el cielo se viste de bonitos colores. Estrellitas de colores que suben y bajan sonriendo. Quizás estuviese mi estrellita y yo no la ví.
A cada paso una melodía diferente. La música callejera sale de cada rincón.
malabaristas encandilando corazones infantiles, ojos como platos, sonrisas abiertas.
Archivo por días: 16 julio, 2007
Me uno a las felicitaciones
Hoy no tengo deseo alguno de escribir nada literario en mi sempiterno Diario. Pero aprovecho sus páginas para señalar una fecha importante. La de la aparición del Primer Libro de Vorem.Com cara al público en general. Y me uno a todos los voremios y voremias que han felicitado pública o privadamente esta excelente idea del Grupo de dirigentes de nuestro querido Vorem. Les felicito por la idea y hago público que por supuesto corro inmediatamente a comprar un ejemplar. Felicitaciones y seguir adelante con todos vuestros futuros proyectos. Vorem. Com es, sencillamente, un hogar cálido y humano. El Libro Vorem.Com es sólo una representatividad seleccionada de toda la enorme cantidad que hay depositada en el interior del Vorem. Y todo ello gracias a mujeres y hombres que, desde cualquier lugar del planeta, escriben y leen, leen y comentan o solamente leen por sana curiosidad cosas que salen del corazón de las voremias y los voremios de este planeta llamado Comunicación.
¿Tiene fin el primer amor de nuestras vidas?
El político y escritor británico Benjamín Disreali, que vivió a caballo entre los siglos XVIII y XIX, dejó escritas para la posteridad algunas frases verdaderamente muy importantes y significativas. Una de ellas la he encontrado al abrir la página de Vorem esta mañana, porque está recogida en esa serie de frases célebres que aparecen en la cabecera del Vorem. Es una frase sencilla pero muy humana a la vez y tiene un gran contenido sentimental. Se refiere al primer amor que los humanos conocemos en nuestra vida y dice así: “La magia del primer amor consiste en nuestra ignorancia de que puede tener fin”. Me ha hecho meditar durante el día de hoy y ahora me pongo a daros a conocer mi opinión sobre el tema que, por supuesto, es una opinión personal y parte de la base de que cualquier ser humano, hombre o mujer, puede estar de acuerdo con ello totalmente, puede estar de acuerdo parcialmente, puede estar en desacuerdo con algo de lo que expongo o puede estar en desacuerdo con todo. Porque Vorem es especialmente querido por todos gracias a su libertad de expresión y libertad de sentimiento. Por eso es grande Vorem y por eso es patria mía.
Dias entre caminos
Regreso a Vorem con cierta timidez. Me sorprendo al ver que la vida se va adaptando a las muchas posibilidades de hacer una obra de arte de cuaquier texto y eso me alegra profundamente. He pasado unos hermosos dias conociedo caminos. Era una propuesta de un grupo de personas,que nos empeñamos en caminar por veredas y sendas que otros ya recorrieron. No se ha tratado de hacer otra cosa sino caminar y “hacer camino al andar”. Esta proximidad a la tierra me lenado profundamente. El encuentro con sendas perdidas ha sido lo más emocionante. La piel de la Tierra se cubre con hermosas flores y la adaptación de las plantas es increible. Mis pies han sufrido mucho, como si recogieran ese otro estado de la vida que no es el de las baldosas ni el asfalto. De nuevo entre juegos de palabras y toda esta carta nutritiva de nuevos textos. Bien por la idea de la publicación: es un detalle absolutamente genial. Saludos.
Ángel negro
Un día como otro cualquiera comenzó la historia de un personaje con no mucha diferencia a cualquier otra persona del mundo, relativamente. Una historia, que al contrario de las que nacen con una nueva vida: un nacimiento. Comienza, con un final: dramática muerte. Así da comienzo la descripción de lo impensable, haya donde la imaginación y la magia se pierden.
Pero antes de ese extraño comienzo, nos situaremos en el final que da comienzo a una nueva simbología del principio. Un entrante para mostrar esta historia, mi historia.
Helrick es mi nombre, o por lo menos el del recuerdo de quien fui, era un hombre de carácter robusto, había sido criado en las islas Canarias, en medio del Atlántico por una familia un poco fuera de lo común, con un padre especializado en medicina quirúrgica y una madre delineante.
Americalandia.
John y su hijo, John Jr., juegan apaciblemente al béisbol en el jardín de su casa, en medio de una urbanización con casa similares, unas al lado de las otras.
– ¡Hey, John, a ver si lanzas como un hombre!- le grita, divertido.
-¿Ah, sí? Jaja, vas a ver…
Grace, la madre, sale por la puerta y llega al jardín.
– Vaya par de hombretones que tengo, ¿alguien quiere galletas?
Jr. sale corriendo hacia su madre, muerto de la alegría y coge una galleta y se va a su habitación.
¡Eres la mejor, mamá!- le grita.
Grace deja la bandeja en la mesa de picnics y sonríe a John. Este le devuelve la sonrisa