No todo es doliente, como un viento que pasa y mece, como un día frío donde llueve, como el alma escrita en las ramas de un árbol al sembrar las raíces. Como ser vivo en vida, como alegre cantar que susurra tu brisa, arrastrándome al mar, entre olas de su melodía; como andar sonriente por la melancolía…
No todo es doliente, cuando el amor no mece. No todo fuego quema la rama, pues si ésta alta se encuentra su mano es corta y no llega.
No todo es doliente en abril sin rosas, como ver el mar rompiéndose en olas, como el latir de un bebe al nacer –y llora…-, como un dolor olvidado que se demora…
No todo es duele niña, no todo es doliente. Cierra los ojos y abre el alma, el cielo, la lluvia, el amor, la vida… todo pasa.
Archivo por días: 24 octubre, 2007
Resistencia
Cuando deje de resistirme a pertenecerle resulto que fui realmente libre, tanto propósito tuve de no caer bajo su hechizo que inventé peleas donde no había motivos y problemas donde no había conflictos, entonces, era esclava de mi estado de animo y de la negación de amarle. Un día amanecí con el deseo de dejarme llevar por la marea de ese mar inquieto contra el cual jamás pudieron los remos, me deje seducir y de pronto en mis brazos y sin esperarlo, fue quien se rindió. Que ironía, que ahora que pretende seguir mi andar es cuando camino sin rumbo fijo.
Tú me abandonarás silentemente (para Maraya)
A Liliana
No puedo estar aquí en este mundo sin inventarte mil viajes imaginarios y tomar tu cuerpo y envolverlo en alma para siempre recordarte con detalle. No quiero sumergirme en la penumbra por culpa de las malicias de Rodolfo y olvidarme del amor y de sus trampas. No deseo sus puñales por la espalda para que así, de frente y sin máscara alguna, mañana tú siempre respires sueños de profunda vida. Y que el qué dicen de mi alguna gente (de Rodolfo hablo) por sentirme enamorado de tus lunas… pase resbalándote y no te duela; porque a mí, la verdad, amada mía, no me hieren para nada sus murmuraciones y seré siempre siempre siempre tan solo como soy y nada más. Recuerda que quien nada teme no tiene nada de qué ocultarse. Y como sé que Rodolfo nos lee (aún sin ser ni vorémico ni noble) te envío esta carta abiertamente sin tapujos y a pecho descubierto. Que ya tenemos bastante, en esta vida, con los millones y millones de tragedias humanas que siempre han sido causadas por la maldad, la envidia y la traición. Te amo, Liliana.
De manzanas y otras hierbas
Prejuicios
Vaciedad, ausencia y prejuicio
Palabras como fe, creencia o dios, nos son necesarias en una reflexión abierta y actual. el vacío existencial ha quedado superado por un “agujero negro que se ha tragado la historia del pasado y del presente”, y el profundo encuentro con nuestro sentido trascendente en lo vital, se desmorona. Creer en un dios es un juego artificial que proyecta la iagen de un deseo, pero no trasdente, sino de naturaleza afectiva. No cabe razonar entre las leyes taxativas de una roma Imperial con cardenales jugando a fútbol y un obispo que toca el piano. Su dios satisface su ego, a pesar de ser su creación más prodigiosa.
La mistika, lo misterioso, la larga búsqueda…sopn términos que nos confrontan con nuestra necesidad de hallar el sentido real de nuestra fe.