Que callen los besos si beso,
que no hayan palabras de más,
que el mundo gire en tus labios
en este mundo de paz.
Cuando olivos nazcan en tierra,
con ellos te alimentarás,
de los olivos de mis sueños,
de los olivos de mi verdad.
Soy un solitario desde que recuerdo, ya en la infancia, solía apartarme de los demás niños y embotellarme en mis pensamientos que eran solo míos, o eso creía por entonces. Sí, más tarde descubrí, que la tierra estaba poblada de seres, que caminaban solos porque la soledad es algo que facturamos al nacer y no sabemos resolver en vida…ahora en el silencio de la madurez, me llegan recuerdos cada vez más nítidos de los primeros años…olvidando el ayer más próximo y rememorando el antesdeayer primigenio…excepcional proceso el catalogo de la mente y sus subterfugios…tantas lagunas como días en la existencia
-2008-
Los ojos me miraban, me creía deforme, triste y frágil…mis pasos culebreaban, sentí espanto a caer en un suelo sin piso…sin fondo. La sensación desapacible de ser observado, escrutado, enjuiciado y penado sin la menor vacilación por aquellas miradas aguzadas, extrañas, violentas y dañinas. O al menos así las veía yo, en ese instante en que mi animo, como pluma de ave. Lo transportaba veloz, el aire del norte…invisible se encumbraba…y tantas veces, a tierra se despeñaba…
-2008-
Es animal terrestre trepando hacia la seguridad sin futuro, simplemente sobrevive…más…pretendiera conquistar ese afán por conocer, descubrir lo que intuye le enseñaron pasadas generaciones…todos somos mutantes del ayer atómico, ocultos en el anonimato de las sombras de alguna construcción demolida. …
Lanzado y asilado en la selva, con el cuerpo desnudo, clama a los vientos su liberación. Los relámpagos iluminan la noche…la tempestad arrecia…rayos y truenos, la precipitación golpea estrepitosamente, y siente que puede seguir empapado todo el prolongado viaje, que natura le custodia y los lobos le protegen de las fieras salvajes…
El día que me cambié de mundo, era una mañana silenciosa, amarilla…el cielo nublado de plata y perlas tintadas…agua de mar, agua de río, agua del grifo, que salpicaba en las tejas de pizarra, de las casas por las que iba cruzándose mi camino. Abertura incierta y curva sin un final glorioso, solo la ida…recuerda que pasé por aquí.
Acto I
Un día en cualquier laboratorio de investigación de una facultad o escuela técnica.
DoctorandoEsquirol: (gritando) ¡¡Al fin!! Al fin voy a dejar esta maldita casa, este maldito antro donde he palidecido todos estos años. ¿Qué esperáis todos vosotros para seguir mis pasos? (dirigiéndose al resto de miembros del laboratorio). ¡He despertado de una profunda pesadilla!
Doctorando: ¿A qué se debe esa extrema alegría?
DoctorandoEsquirol: Vamos…. ¿vais a decirme que no lo sabéis? ¡Miradme!
Todavía recuerdo el día en el que te conocí. Hablo de la fría y lógica razón, de los sentimientos y de los sueños; no de las charlatanerías que otros previamente me hubiesen contado; fruslerías vacías cuyo origen ya no atino a situar en el tiempo. En la tarde de un agosto que ya agonizaba te tuve delante por vez primera.
Y tu recuerdo fue como un cincel y yo un trozo de piedra que disfruta cada martillazo que la va acercando a figura. Imborrable. No sé nada más de aquella tarde…¿Aquella tarde? Aquella tarde fue absorbida por ti, como muchos de los tiempos que después vinieron.. Fue un comienzo, un nuevo génesis.
Una mujer me ha envenenado el alma ,
otra mujer me ha envenenado el cuerpo,
ninguna de las dos vino a curarme ,
yo de ninguna de las dos me quejo .
Como el mundo es redondo , el mundo rueda .
Si mañana ,rodando el veneno a tí llega ,
yo correré a cuidarte , curarte y de amistad colmarte .
( Este poema me lo acaban de regalar )