Pondré fin a tus sufrimientos. Si vos querés, puedo sacarte de la obscuridad; si me dejás, si me das permiso… Sólo con mi ayuda cesarán tus penas. Y sólo con tu ayuda puedo ayudarte.
Si realmente lo deseás pondremos coto a tu dolor. Sólo si estás absolutamente convencido, juntos encenderemos la luz.
(Quiero salir de las tinieblas).
Si es tu profundo deseo…
(Mi profundo deseo es ser feliz).
Estaba de pie se había levantado, cerca de las 4 am a cerrar la ventana:
La manecilla marco las cuatro, y aunque no lo he sentido, he vuelto a dejar la ventana abierta, ahora estoy aquí a un costado del baño, sentada en el edredón cálido de siempre, con las pantuflas a doce centímetros de mi, frente al televisor, sobre el alfombrado de caricias azules, detrás de mi la cabecera, bajo el techado elegante que inevitablemente disfruto antes de dormir, iluminada por la luna que llena el tragaluz, a un lado del sonido de los arboles añejos, lejos de la ventana que congelo el dormitorio, rodeada de pelusas de recuerdos que se desprenden de una vieja figura de felpa, invadida por la madrugada sin poder dormir, sosteniendo la mirada en el abrigo que olvido.
Quizá no debí dejarlo, seguro que ya lo olvido… ahhhgh (bostezo) Sigue Leyendo...
Todavía camino de noche soñando tanto, aun poseo mi torpeza de creer y mi inutilidad de la esperanza, y me vienen las figuras de los garabatos de la libreta a rayas, con relatos inelegantes que tratan de contarte lo que veo y como en cada uno aparece desapercibido un recuerdo acerca de ti. Cuando lo peor ha pasado y uno se toma el tiempo para encender un cigarrillo a escondidas, cuando la madrugada nos alcanza con alguna melodía de esa que te hace miserable y la quinta de la guitara se ha roto; cuando la lluvia, las carreteras, los trenes, el poker, las películas y las cartas ya no tienen nada que ofrecer. Sigue Leyendo...
En su llama mortal la luz te envuelve
y te alimentas de su fuego y de sus células
y vas haciéndote cada vez más universo
y más hembra de ávidos abrazos.
En su llama mortal la luz te envuelve
y te vas convirtiendo cada vez más en poema
de versos llenos de hambre interminable
que comienza en tus ojos y se expande.
En su llama mortal la luz te envuelve
y empieza la vida a desbordarte
convirtiéndote en germen del orgasmo
lumínico en la noche penetrada.
El silencio pinta lejanías
El horizonte callado entre dos lunas te llama,
Quisiera detener el tiempo en el momento en que hablas
Y las palabras se callan para escucharte,
Atraparlas y quedármelas para recordarte.
Cuando el sol nace en la mañana si estás cansado de soledad piénsame,
Cuando muera el día recuerda que hay alguien que vive por ti,
Poder volver atrás cuando no sea muy tarde,
Nadie ve lo que haces ,
Nadie percibe tus movimientos,
Nadie sabe de tus sentimientos.
Derroche de palabras para describir un sentimiento.
Te extraño.
Hoy tampoco te veré, y aunque me niego a admitir que extraño ver tu sonrisa dibujada en esa cara de seriedad que tienes; suspiro, me rindo, y acepto que tú te has convertido en esa necesidad que tortura, en esa penuria que hace morir lentamente. Estos minutos que pasan y en los que logra atraparme la nostalgia se convierten en cruces que marcan más tu ausencia. Si. Duele no poder verte, duele tu ausencia, duelen estas dagas que se clavan sin piedad y sin coherencia en este corazón que estas matando a recuerdos, y es en este pecho donde a momentos todo se ahoga en el deseo de ti. En este silencio vislumbro tu figura, y me devora la urgencia, yo ya quiero tenerte de nuevo aquí, conmigo… Todo lo tuyo me hace falta. Sigue Leyendo...
Silencio que es Palabra…
Silencio que no es Nada…
Silencio que lo es Todo…
Silencio para empezar…
Silencio para terminar…
Silencio para decir Hola ola
Silencio para decir Adios dios…
Triste puente de autovía,
los colores rápidos ves pasar,
corren para un lado,
se mueven para otro.
Tú siempre permaneces encima….
Oyes músicas que pasan veloces,
conversaciones alegres,
llantos de lejanas tristezas,
risas de pasajeras alegrías.
Me pongo a pensar;
quiero escribir poesía;
pero no acierto con las palabras.
Tengo un murmullo interno,
un ir y venir de ideas,
que cansadas de esperar
en el lecho de mi mente,
se suicidan a oscuras
dejando huérfano el papel.
Los dictados del pensamiento
son ejecutados con excesivos borrones.
La claridad se ve empañada
por el vaho de la desidia.
Nada merece la pena.
Todo se torna en locura constante.
La denuncia flota en el ambiente
como algo natural y contagioso.
La razón se ve acorralada
en los tenebrosos recovecos del alma.
No finjas alegría festiva
cuando en el velatorio
de tu alma
jamás se entierra
al difunto.
El cauce de mi amor
se desborda
cuando al alba
despierto junto a ti.
Miro tu espalda,
tu dorada piel,
tu sedoso pelo-jardín de mis deseos-
y jadeo de emoción.
Cierro los ojos,
e impaciente,
espero tu despertar
para poder besarte.
Esas lágrimas
que de emoción resbalan
mansamente por tus mejillas,
llegán a mis labios
con sabor a mar.
Nando tiene anginas. Está en la enfermería. Miquel va a visitarlo, se sienta en el borde de la cama con cuidado para dejar libres sus movimientos bajo las mantas, pero notando su calor, su vida fluyendo. Está pálido, ojeroso, incluso le parece más pequeño, le apena verlo así, tan quieto. Tiene los ojos cerrados como si estuviera…-Miquel se asusta de sus pensamientos-, es sólo la fiebre, cuarenta grados es mucho.
-Oye Nando, a ver si te pones pronto bueno, Mira te he traído tebeos de los que te gustan, ¿los ves?, “El jabato”, “Capitán trueno” y algunos más. Nando, te hecho mucho de menos, todos te hechamos de menos. Así que tienes que curarte pronto, los otros vendrán a verte cuando puedan, ya sabes que no es fácil. Bueno, ahora he de irme. Sigue Leyendo...
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