Palabras

Mis palabras, algunas, no son del montón,
son como una melodía sin sentido
que solo entiendo yo.

(Y los poetas, con presteza,
echaron sus manos a la cabeza.
¿No son tus versos, Ismael, del montón?
No es lo tuyo poesía,
sino diálogo interior.)

Y lo he pensado: tienen razón.

Opiáceo sueño

…y el ojo no ve
ya el dolor,
tampoco
sufrimiento,
desdicha
o desazón…

Un ojo convertido,
individuo compartido;
antes muerte,
ahora
bienaventuranza,
como la del que llora
de emoción,
como la del que ríe
en dolorosa
situación…