“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Qizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La Saga Fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.
Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin si sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que ya no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida. Sigue Leyendo...
Paseas y ves el mundo de cerca. No te importa si son blancos o negros o si tienen colores: pasan por la calle y abundan, como abunda la gente que ha perdido el horizonte o que jamás lo tuvo. A este paso la tele será la caja más mentirosa de la historia. Los políticos se convertirán en una raza de víboras que sólo saben jugar entre ellos. El hambre ha seguido existiendo. La crisis es la identidad natural de mi barrio, de mi calle de la gente de colores que pasea de noche y de día. El único cura que queda por aquí se lo está pensando, pero mientras le den de comer y pueda tener un banco donde sentarse…Todo ha seguido siendo igual desde siglos. Darwin se equivocó, o mejor escrito…si llega a descubrir mi barrio cambia su teoría.Sigue Leyendo...
A veces soy un grano de arena en la orilla de cualquier playa, otras un toque de sal que se diluye en el agua y siempre, siempre, circulo involucrado entre horizonte, tierra, cielo y Mar.
vida… nuevo día, pupila emotiva. Letras sin duplicación… nunca me gustaron los estribillos. Dame aprendizaje y asimilación de tu sereno y coherente conocimiento, enséñame las pautas del camino inteligente, el estudio personal de la sensibilidad…corre, corre, el tiempo teclea las etapas enmohecidas en rincón oscurecido, conducto de la transición adolescente…Ilusión, mantenme infante, para comulgar con los juegos alejados de la rutina y el desbordamiento de mañana, sí, pues a la madrugada ya no recordaré nada…me descubriré sumergido en el subconsciente cerebral de la inconsciencia adulta…¡qué extraña y penosa negligencia!Sigue Leyendo...
Es lo ultimo que te escribo, porque ya estas fuera de mi vida… aunque suene distinto al dedicarte mis ultimas palabras.
A pesar de los dias y los meses que han pasado, te recuerdo, como un flash repentino, que emana desde lo mas profundo de mi, como si mi corazon no quisiera desacerse de tu recuerdo, como si mi cuerpo te extrañara, como si dentro de mi anhelara un beso nuevamente. Me juega malas trastadas mis recuerdos, en verdad, te extraño, pero no te necesito ya.
He sido feliz a tu lado, vivi intensamente cada momento contigo, TODO fue maravilloso, absolutamente, al igual que el adios, sufri, vivi mi dolor a flor de piel, llore lo que tenia que llorar y yo creo que hasta mas por ti, lo merecias? quiza no, pero lo hice.Sigue Leyendo...
Leyendo la prensa diaria me encuentro con joyitas como esta.
¿Quién releva al filósofo?. Por lo visto eso ya no se lleva, ahora los gurus del pensamiento son otros. Activista, economistas y ecologistas comparten su tradicional lugar de influencia.
El ecofeminismo, es el fenómeno más innovador: Ecología y feminismo.
Una mujer, inmigrante de entre 25 y 40 años, “que no quiera hacer carrera docente y que no se deje comprar para salir en televisión”. Ese sería el prototipo de nuevo pensador según Norbert Bilbeny, catedrático de ética y profesor de Filosofía Moral.Sigue Leyendo...
“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Quizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La saga fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.
Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin su sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida.Sigue Leyendo...
Mientras tú no digas nada,
mi piel gritará tu nombre,
mis manos pedirán tus caricias,
mis ojos adivinarán tu cuerpo…
Hoy aún, no dices nada…
para qué decir palabras,
si con sentir es bastante
el calor del cuerpo y alma…
Hubo un día no muy lejano en el que se cobijaba bajo el influjo de sus palabras. Las sentía cálidas, suaves, deliciosas.
Palabras que nunca en su vida escuchó hasta conocerle a El. Eran armoniosas, fluían del interior de aquel personaje, tímido, extraño, cercano e intrigante a la vez.
El tiempo transcurría, segura se sentía. Estaba resguardada bajo un palio de sabiduría.
Más nada es eterno. Las palabras se esparcieron por el horizonte, perdiendo ella su acogedora y cálida guarida. Un frío intenso le estremeció. Se apagó la luz que iluminaba sus días.
De la noche a la mañana pasó de estrella a agujero negro. En la negrura va buscando una pequeña llama que alumbre su oscuridad…..Sigue Leyendo...
Cae la tarde sobre la inquieta María,
nerviosa se asoma y ve la gente pasar.
Entre la multitud se pierden sus ojos,
no ve la figura que pretende encontrar.
Cae la tarde y aún sigue esperando,
le sobran las ganas, le sobra la fuerza,
decide salir, correr a ese maldito lugar,
no puede tardar, seguro ha de llegar.
Te comento tu texto porque me agrada tu prosa amigo azul
Tus poemas son bellos y llegan hondo amiga rosa
Tus comentarios son dignos de comentarse amigo verde
Todos los colores merecen unas palabras
Pero cuidado el egoísmo se cuela por las ranuras entre los dedos
Y temblorosa la pluma llora.
Si dices guapa
Te dicen guapa
Si dices lerdo
Te dirán lerda
Es acaso que te conocen
-¿Dónde te duele, Andrés?
-¡Joder, aquí!- se señalaba el lado derecho de la tripa.
-¿Y que hacemos?
-Que vamos a hacer, ¡Pues salir a tocar!
-¡Pero como, si no puedes ponerte derecho!
-¡Venga, venga!, vamos para afuera que son las siete y la sala está hasta arriba de gente.
El cuarto curso se me atragantó. No podía con la Química. Nos daba clase D. Andrés Masiá, director del Instituto; un hombre serio e inflexible, perfectamente vestido y de aspecto patibulario, cuya sola presencia imponía.
Las clases eran mixtas y estar con las chicas me aturdía. No estaba acostumbrado a convivir con ellas, y cada vez que me sacaban a la pizarra lo pasaba mal.
Salí contenta de mi casa… ¿Qué digo contenta? ¡más que eso! Iba a ser un verano de lujo… me iba a pasar el verano con mis amigas a Almería, de playita. Toda una locura. Preparé las maletas y me fuí a casa de Tere, allí pasariamos a buscar a Isabel, a Esther y a Juanje con el coche. Los recojimos, pusimos la música bien fuerte en el coche y salimos a buscar la fiesta, y algo me decía que la ibamos a encontrar. Fué un largo viaje, De Albacete a Almería. Cuando lleguemos llamemos al dueño del apartamento y nos dió las llaves. Al poco rato llegó Javi y su colega Francisco Javier. Lo recibí con un buen beso jejeje. Por la noche nos arreglemos y salimos todos de fiesta a una discoteca cercana. Todos llevabamos los bañadores asique fuimos a la playa y nos bañemos todos, jugamos un rato en el agua y en la arena, todo iba genial… Sigue Leyendo...
El viento malgasta
el viento enfurece
las almas que andan
en cuerpos inertes.
El viento te azota
te hiere y desarma
dejando cabezas
dolientes y mansas.
El viento perdido
se prende en veleta
rastrea dirección
y vía que seguir.
El viento es respiro
es aire movido
que siente mi cara
y aleja el olvido.
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