Cuando el pasado puede ser el presente

A veces hablamos de que hay que vivir siempre hacia adelante, superando lo negativo que haya habido en nuestro pasado. Que hay que vivir el presente y nada más que el presente. Sí, Es buena idea y la comparto; pero en este viaje que estoy llevando a cabo por varios países americanos he podido tener tiempo de reflexionar sobre el asutno debido a los problemas que algunas personas me han contado confidencialmente. Y he llegado a la conclusión de que, en algunas ocasiones (sólo en algunas ocasiones muy puntuales) es bueno ir al pasado y vivirlo como presente. Me explico. Hay, por los menos, dos buenas razones para ir al pasado. Sigue Leyendo...

Daniel y el mar (dedicado a mi hijo pequeño)

Daniel tuvo un buen recibimiento al llegar a la playa, el viento tampoco quiso perderse su llegada aunque le provocaba miedo más que otra cosa. Corría asustado cada vez que soplaba y miraba asombrado como los árboles bailaban a su son.

El frío mar se arrastró para saludarlo y Daniel agradeció que el viento se retirara a sus aposentos con una extraña pirueta. Mientras tanto posó los pies en sus frías aguas y el calor de la mano de su hermano lo llevó junto a el, dejándose acariciar tímidamente mientras el viejo mar jugaba entre sus pies y le buscaba las cosquillas. El viejo mar se alegró de verlo, el sol brilló en sus aguas y Daniel pudo descubrirlo en todo su esplendor. Sigue Leyendo...

El jazmín de mi madre

El jazmín en la noches cuenta lunas,.
Le indican el pasaje de los años.
En rocíos afilados recuerda:
la vida no es la misma sin su vida.
La muerte de la mano con su muerte
le avisa que poco le queda a su sol,

sol que alumbró caricias que recuerda.
No tiene que contar ya más que lunas;
espera indiferente ya su muerte.
Será en cuestión de días o de años.
Se encontró en el ocaso de su vida
añorando angustias cque hoy él recuerda.

El tatuaje

El anciano permanece ausente y con los ojos cerrados. Los latidos desacompasados de su corazón cansado dan la impresión de querer rendirse ante el futuro. Los distintos monitores a los que esta conectado transmiten la situación en directo: la saturación de oxígeno, presión arterial y frecuencia cardiaca, son los indicadores de su estado actual.

Ella entró en la habitación de forma sigilosa, le colocó bien la almohada y sus delicadas manos acariciaron sus cabellos. Se sentó a sus pies y recordó la primera vez que lo vio, no quería que sufriera como entonces, merecía irse en paz. Sigue Leyendo...