Escena Primera
Míster Gordon: ¿Y cómo haremos para engañar al Gran Caballero de la Dama Azul?.
Pepe Grillo: Muy fácil. Déjame hacer a mí.
Míster Gordon: Pero rápido, Pepe Grillo, rápido antes de que se entere la Dama del Caballero.
Dolores está dormida, profundamente dormida, con un sueño pesado que se le ha convertido en pesadilla. En mitad de la noche sueña con Mickey Mouse sentado en su almohada. Y entonces Dolores abre los ojos y habla con él. El viento crea suciedad en las ventanas abiertas y hace entrar, en la casa, pelusas como de perro pero que no son de perro.
Mickey Mouse sonríe en medio de la escena. Está demasiado sonriente el ratón. Dolores sigue soñando. Ve los lavabos de su casa sucios. Ve los baños de su casa sucios. Ve las habitaciones de su casa sucios. El ratón la sigue para no perderla de vista.
Las viejas calles de la capital están llenas de paletos que vienen y van mientras las flores de los extrarrradios los saludan inclinando sus coloristas cabezas ante el paso de ellos. Son paletos. Si. Paletos que trabajan como peones de albañil en las viviendas de Vallecas City, y en los solares de Moratalaz… y son también humildes carboneros que vinieron de las Asturias patrias queridas. Son paletos. Si. Manchegos que llegan con sus tarros de miel de abeja y los graciosos borriquillos llenos de cerámica.
Sin miradas he de aprender a ser feliz, con la cuantía de besos que me faltan.
Cada noche, adentrandome en la madrugada, robo un sueño, que se me desmenuza en las manos.
Me alejo de mi misma con la idea de ser objetiva pero no lo consigo, aunque ni siquiera se por que lo hago, e| pensar demasiado no ayuda, lo sé.
Pero me es mas facil que llorar sola y a escondidas.
Todo un corazón, tan enorme, tan bello, tan complicado, tan solo…
Toda una sonrisa desperdiciada, labios que no se tornan en un arco con el afán0de sonreir. Esperanzas van, vienen, mueren, renacen, fallecen, se esfuman.
Se que vivir us complicado pero me tocó la per parte… tanto amor por dar y ninguno dispuesto a recibir.
Atravesaba la sombra de las parras y tras ellas, te encontraba entre los árboles con tu rostro curtido por el sol. Siempre te levantabas bien temprano, y sentándote en el patio dejabas que sus rayos acariciaran dulcemente tu piel. Allí arriba me parecías ser cualquier cosa menos un hombre, te veía como un ángel, perdido entre las hojas, rescatando las más tiernas, dulces y jugosas, las más grandes, siempre para mí…
Desde abajo te miraba, siempre desde abajo… Te observaba ensimismada como si de un cuento se tratara, como si fueses un dibujo maravilloso del que no me quería despegar. Cuando te percatabas de mi presencia, me mirabas, sin palabras… y yo te regalaba mi sonrisa, sin palabras….
El Gran Jugador de Fútbol Alfredo Distefano Lahule (considerado por quienes de verdad y sólo por los que entienden y saben de verdad qué es el fútbol y cómo se debe jugar al fúbol como el mejor jugador de la Historia del Fútbol Mundial) es testigo de lo que voy a escribir.
El día 6 de junio de 1962, España tuvo que jugar contra Brasil en una de las eliminatorias para llegar a la Final. España era la Gran Favorita. El presidente de la FIFA era entonces el brasileño Joao Havelange (¿se acuerda de Diesel señor Joao?. Piense. Piense. Piense en los Mundiales Sub19 jugados en Ecuador. Bueno. Pues volviendo al tema. Resulta que nos toca !vaya casualidad! eliminarnos con Brasil.
!Pues resulta que llevaba usted razón mi querido “amigo” Pérez y Pérez!. Efectivamente. Después de haber recorrido medio mundo y haber observado las actitudes de multitudes de personas, gentes, animales y cosas… pues he llegado a la misma conclusión que usted “amigo” Pérez y Pérez. He llegado a la conclusión de que existen hombres, hombrecitos, monicacos y monicaquitos. El problema que usted desconoce por completo es saber quiénes son los hombres, quiénes son los hombrecitos, quienes son los monicacos y quienes son los monicaquitos. Resulta que usted que se pasó toda su vida sentado en un banco no pudo jamás saber distinguir claramente estas cuestiones.
Érase una vez, en una ciudad de las Españas, de nombre Madrid, en la que vivían dos singulares personajes. Uno de ellos era conocido como El Iluminador de TVE y el otro era el sencillo Fabián teatrero.
El Iluminador de la TVE era un poco arrogante y soberbio. Se creía un galán con las mujeres y un personaje conocedor de la vida. Mientras tanto, el humilde Fabián caminaba por los barrios extremos de Madrid acompañado de una “troupe” en una vieja y alegre camioneta.
Gervasio Lanza un S.o.s. (una Historia Israelita)
Sucedió en la época del juez supremo Samuel (de Israel) que había un niño de corta edad que pasaba hambre de la de verdad mientras tenía que cuidar de su madre enferma. Él, a su corta edad, era quien adminisraba los muy escasos bienes de su casa. La madre sufría de una
enfermedad grave. Una enfermedad que le suele suceder a muchas buenas personas.
Gervasio, como tenía que llevar las cuentas de la casa y éstas no llegaban para cubrir el mes, buscaba desesperadamente ayuda para poder salir adelante. Pedía ayuda a los amigos para no morir de inanición. Y resulta que había algunos pocos amigos verdaderos que se la daban de todo corazón.
No, Don Antonio. No tenga tanto miedo (jejeje), pero si oye ruidos por las noches no se asuste porque, en realidad, sólo son mayúsculas tertulias llevadas a cabo por los grandes escritores y escritoras de la Real Academia de la Lengua de España. No tenga miedo (jejeje) Don Antonio, porque al fin y al cabo los grandes escritores y escritoras no son fantasmas de la mente (jejeje) sino sólo seres humanos tan normales… tan normales… pero tan normales insisto… que a veces se calientan y dan golpes en la mesa cuando la tertulia “está que arde”. Usted siga, mi querido Don Antonio, calentándose en la hoguera y tranquilo (jejeje). Siga haciendo enormes parrilladas… que los grandes escritores y escritoras de la Real Academia de la Lengua de España (tanto los que hay dentro cómo los que esperan algún día a entrar) seguirán llevando a cabo, siempre, tertulias humanas y, de vez en cuando, seguirán dando golpes en la mesa cuando se calienten. Son humanos Don Antonio. Simplemente humanos. Y ya sabe, o debería saber, que los fantasmas no existen.
Y aunque nunca supe como empezar esto tu eres la cosita que yo más quiero. Como se puede ser tan cuerdo y estar tan loco por tus huesos.
Que tu eres mi fuego y cada vez que me acerco me prendo.
¡Loca me estoy volviendo de amor!
Y aunque estemos separados sabes que en donde estes te deseo, en donde estes te espero.
Recordando nuestra cita y contando los dias y las horas para vernos.
5 horas, jeje.
Una tarde tan normal dijiste que me querias y partiste los esquemas, empecé a sentir algo, extraño pero sincero.
Eres tan especial que conviertes mi sombra en mi luz.
¿Dónde vas Alfonso Pérez, donde vás triste de ti?.
En las calles te conocen… en las calles de Madrid.
Tus princesas te han dejado y en el bar lloran por ti.
Por haberlas defradudado en un viejo mes de abril en un viejo mes de abril
En la esquina de una calle el otro está allí
triste, solo y angustiado, pero sonríe feliz, pero sonríe feliz.
San Ginés es donde toma chocolate de Madrid
sin importarle tus insultos ni tu forma de reír.
De repente una Princesa se ha acercado hasta allí
y al humilde solitario le ha hecho sonreir le ha hecho sonreir.
Margarita, en Teleamazonas, lee… lee… lee… y sigue leyendo un ramillete de hojas que tiene entre las manos. Se trata de una comedia titulada “Amigos para Siempre”. Lee, medita y piensa: !Mereció la pena esperar tantos años para ver esto!”. Rápidamente llama a su despacho al guionista, a quien desea ansiosamente ser el director de la comedia y al actor principal. Son ellos, por orden de prioridades, José Orero, Juan Carlos Barahona y Alvaro Correa.
– !Señores!. !Es tan magnífico este guión que espero y deseo que pasen esta misma tarde por aquí para firmar el contrato y ponernos inmediate a rodar la comedia!.
Vorem es el aeropuerto que cojo cuando necesito sacudirme el polvo del camino y elevar un rato mis agotados pies.
Es un bálsamo de fantasía para calmar las heridas del alma.Es un soplo de aire fresco que te empuja a alzar tu propio vuelo.Es un lugar donde puedes arrancarte las máscaras y mostrarte como eres sin más ni menos.
Vorem es el santuario hacia donde peregrina la imaginación, es una ventana donde puedes ver un mundo mágico habitado por los hermosos hijos de la inspiración …Y aunque me pasa un poco como a Carlota, la constancia sigue siendo una de mis asignaturas pendientes, siempre vuelvo y lo que me parece más maravilloso es que cuando vuelvo tengo la sensación de que nunca me he ido…No sé,sólo me queda daros las gracias porque en definitiva Vorem es como Hacienda, SOMOS TODOS 😉 Gracias amigos vorémicos
En lo alto de la Torre está Vigia observando. En lo alto de la Torre una flor clavada en la solapa de Vigía mueve continuamente sus tentáculos. Es una anémona azul…
Pasa el día. Vigía solo calla. La tarde está cayendo en todo el país del Líbano… y el mar está de color azul turkesa. Vigía sigue en silencio. Repentinamente, algo así como una luz encegadora pasa y pasa y pasa varias veces ante los ojos atónitos de Vígía. ¿Que está viendo el silencioso y mudo Vigía?. Quizás solo la fantasmagórica figura de una persona que plagia los textos de la vida.
Como cada día después de comer sigo el mismo ritual. Abro mi boca y muy suavemente introduzco mis dedos, se afanan por llegar hasta la glotis y conseguir el espasmo que produce el vómito, haciendo brotar fuera de mí los alimentos que dañan mi cuerpo, lo inundan, lo maltratan. Me libera de esta opresión que siento dentro de mí. He de evitar a toda costa estar gorda.
Quiero sentirme admirada por mi chico, estos 35 kilos de masa que forman mi cuerpo me agobian. -Me gustabas más antes- me decía.
Cuentan los más viejos aficionados del fútbol madrileño que, en el Campo del
Gas, hubo una vez un llamado jugador (simplemente llamado jugador) al que se le conocía como el “Chuleta”Machón. El citado Machón dábaselas de centrocampista rompedor y artista e, igualmente, de genial conquistador de aficionadas que, sentadas en las gradas de madera, le aplaudían y le vitoreaban constantemente. El “Chuleta” Machón, al que dirigía hasta con toda clase de “amores” el Míster Ordóñez y al que admiraba hasta el “éxtasis” el portero suplente Saturnino.
El viejo profesor de Filología se levnató de la cama “iluminado “, se vistión con el traje mñas elegante de su extenso repertorio, la camisa más blanca que encontró y la corbata de seda fina italiana. Vestido completamente mejor que un príncipe, se asomó narcisamente al espejo y se encontró guapo de verdad.
El viejo profesor de Filología salió a la calle de la gran ciudad de Santiago y comenzó a publicar a viva voz y a todo transeúnte que encontraba que él era Jesucristo llegado a la Tierra.
Cobardía, Pereza y Soberbia: Tres Formas de Ver la Vida
Hace unos meses una amiga mía que viven en Kenia me envió una oraciñon que muchas personas elevan allï: “Dios y Señor, líbrame de los cobardes que no se atreven a enfrentar la verdad, de los perezosos que se conforman con medías verdades y de los soberbios que creen que lo saaben todo.
Nota Adjunta.- Os recomiendo a todos los lectores y lectoras que compréis y leáis el libro de mi amigo Jaime Fenández Garrido, de Ourense, titulado “Atrévete a vivir” y cuya edición está siendo publibada por por Editorial Vida (desde el año 2008) en Miami (Estados Unidos). Edición de Marta Recamán Gago y Diseño interior y de cubierta de Cristina Fernández Mershon. Este libro ya se encuentra fácilmente en las librerias de España.
Hoy mi cuento de hadas se ha roto, y mi héroe se ha transformado en villano. Hoy la obscuridad ha ganado la guerra y la desolación se ha tragado todo lo bello de la vida.
Hoy es un día triste de mi vida que marcara mi historia, aunque, todavía no tenga claro si para bien o para mal.
Después de una vida de admiración, perdón y respeto, hoy solo tengo en el alma dolor, desilusión y sobretodo desesperación.
Mi cuento de hadas se ha finalizado, y ahora veo la frialdad de la verdad, su risa burlona recordándome que ya nadie me va a salvar, que mi protector, ese por quien yo lo daba todo, no era mas que otro ser de este mundo, al que solo le importaba su propio bienestar.
La vida se va… se va… se va… poco a poco… lentamente… silbando una canción de existencia humana. La vida se va… se va… se va… mientras los ruídos de las fichas del dominó cantan su canción. Y mientras la vida se va, la “blanca blanca” va recobrando cada vez más valor mientras el “seis seis” se pierde lentamente en el olvido.
La “blanca blanca” sueña sobre la mesa… esperando sencillamente… mientras el “seis-seis” se escurre nervioso entre los dedos. Hay fuerza y ritmo en la vida. Hay fuerza, ritmo y la energía suficiente como para decir: “Esto sí es en verdad lo que Jesús decía”.
En una habitación habita un gran espejo. Nadie sabe a ciencia cierta si el espejo vive en esa habitación, o la habitación aparece en el espejo. Ivonne tampoco lo sabe. Pero cada vez que lo admira, con su marco dorada plagado de pequeñas figuras y su reflejo en el espejo, sonríe. “¡Que bonito, exclama, y que antiguo debe ser!”.
Tan antiguo, querida Ivonne…, que no alcanzan la memoria de tus abuelos a recordarlo. Tan antiguo, que el mundo era nuevo, y no había aun despertado su equilibrio natural, por el cual la vida se torcería como un péndulo de reloj a través tel tiempo, dando espacio a las fuerzas contrarias para convivir entre sí. Cuan antiguo debía de0ser, quu no había palabra alguna para definir, por ejemplo, a la tristeza y a su compañera, la alegría; y en un gran torbellino0indescivrable se mezclaban como0en un gran océano fulgoroso.
La sonrisa de la flor boliviana está triste, mustia, apagada… algo así como si un misteroso brujo hubiera dibujado, con su tétrico pincel, una diabólica línea. Mientras tanto Don Evo Morales (que quiere guiar los destinos de mi querida Bolivia a las épocas de los brujos y los chamanes, hundiendo en la ignorancia y el desconocimiento a su porpio pueblo), sigue manipulando y jugando al mus (haciendo pareja con su entrañable Chávez venezolano) con toda clase de señales prohibidas (porque hay que saber que en el juego del mus hay señales nobles y válidas y señales falsas e ilícitas. Sí, flor de mi querida Bolivia, así es la Historia del Mus del cual sabemos tanto los vascos, los madrileños y todos los españoles.