Amor,
¿Te han dicho alguna vez que tienes la sonrisa torcida?
¿Te he dicho alguna vez que no me gustas?
Pues bien;
He construido un puente para ti y para mí. Para que estemos el uno y el otro, a cada lado. Tú al amanecer caminarás desde tu casa al puente, y me esperarás allí parada, mirando.
-Lidia, ¿estás borracha?-
Pregunta lanzada al aire con ese tono agudo de tu voz. Agudo, tan agudo que me obliga a apartar la cara y mirar hacia otro lado, ofreciéndote otra perspectiva angular de mi cara. Pienso, que desde tu posición, debo parecerte un triángulo obtuso mal formulado.
-Tú nunca bebes, nunca has bebido. ¿Lo has hecho hoy?-
-¿Hacer qué?- Atino a vomitar.
Palabras. Desaforadas poesías van torturando mi garganta en recorrido doloroso y ascendente, manchando de pareados y códigos mi falda y tu espalda.
Atinas a escuchar con las vértebras quebradas. Sigue Leyendo...
Eres feliz? preguntaste aquella vez mientras andábamos
conteste ávidamente que yo jamás caería tan bajo pues
la felicidad infringe estados de animo tan cómodos que
detienen lo que verdaderamente soy no era fácil que me
entendieras durante las citas nos pasábamos horas
conversando y tu me mirabas mientras yo hablaba (creo
que era parte de tu naturaleza) si siempre volvías y lo hiciste
así durante mucho tiempo, llegue a creer que era tu única
habilidad. Y esperaste en vano la celebración de fechas
importantes y la conjunción de momentos románticos y la
proclamación de palabras adecuadas de amor y nada de eso
paso… Sigue Leyendo...
En el recodo del camino
ando buscando una estrella.
Entre olmos y pinos
el Sol asoma tenue
liberando mis ansias de verte
Y entre los meandros del río
la corriente te lleva
junto al prdo florido
allí donde yo he de verte.
Se que no es bueno recordar,,
nunca estas..
Se que no es bueno soñar..
jamas regresaras ,,
aun me engaño.
hoy te extraño..
anhelo oir tu voz
aun te siento..
me perforan los recuerdos..
no puedo más..
tus palabran me alivian,.
despues me hieren,.
esto es una enfermedad..
La Vieja Abuela, sentada en la Sillasuya.
Su cara, casi… casi siempre seria.
La Vieja Abuela con sus viejas manos, haciendo punto. La fina lana se desliza entre sus viejos dedos de vieja abuela.
La Vieja Abuela, con sus cabellos teñidos de oscuro.¡ Negando la vieja cana!
La bata de la vieja abuela, la antigua bata de años atrás, de antiguos momentos de estar por casa.
La vieja abuela con la máquina de coser. La antigua máquina de coser, de la vieja abuela.
De un retrato de anciano con cabello canoso y largas barbas blancas surgió una voz: “La emoción callada, honda y contenida, dará sustancia al alma que inicialmente vacila para luego tomar fuerza en el dominio del aire que la abrirá a la vida”. La mirada del anciano retratado parecía dirigirse al infinito…
Se acercó al supersónico ascensor y apretó el teclado del piso bajo. A los pocos segundos llegó el ascensor y se abrieron las puertas. Había un nítido cristal en el fondo. Se miró en él. Se dio cuenta de que tenía un fantástico parecido facial a Walter Scott en su etapa juvenil. Rubio. Los iris de sus ojos de color miel. Nariz recta y bien formada y pómulos llenos. Sigue Leyendo...
No tenía equipaje y ningún punto geográfico al que dirigirse. Y estaba en plena ciudad, en plena niebla, rodeado de mútiples “caminos” en forma de semáforos y ojos de viandantes que parecían decirle !a dónde vas!… Tenía que empezar a aprender a leer una nueva dimensión de la vida en las parábolas del aire…
La Biblioteca Memphis era un verdadero palacio de cristal de diez pisos de altura en cuya cúpula lucía una gigantesca esfera con los cuatro puntos cardinales enmarcados en un pináculo que se elevaba hacia el cielo. Al llegar a la puerta de bronce, dirigió su vista al letrero de la entrada: “Bienvenido a Memphis. Apriete el botón de la derecha y en veinte segundos podrá usted entrar. Desactive su móvil, por favor”. Apretó el botón indicado. Sigue Leyendo...
Una de las facetas profesionales en donde más brilló el pensamiento intelectivo de Benjamín Carrión fue la comunicación social. Desde siempre, el Maestro de Loja sintió una especial inclinación por el artículo de prensa y la columna de opinión. y fue tan temprana su vocación que, ya cuando estudiaba cuarto curso de escolaridad, se decidió a incursionar en el arte periodístico, formando parte de una revista que, junto a un grupo de jóvenes coterráneos -amantes de la cultura y los saberes del conocimiento- fundan y dirigen en Loja. Es la revista Vida Nueva donde todos ellos, admiradores y seguidores de las nuevas tendencias literarias que llegan de Europa (neorromanticismo, modernismo, vanguardismo…) escriben, comentan y analizan con la firme propuesta de cambiar las anquilosadas estructuras de la cultura literaria ecuatoriana. Sigue Leyendo...
Hoy me he levantado con ganas de volver. Y volver… volver… volver… a tus brazos otra vez… (como cantaba Vicente Fernández). Volver a ser aquel poeta que andaba buscando gorriones con quien hablar. Recuerdos. Son los recuerdos de un amanecer…
Hace ya horas que ha amanecido. Horas y horas en que ha sucedido el milagro de un gol (Real Madrid 1 – Zurich 0) que ha servido para una oda al sentimiento. !Cuánta fe sobre el césped!. Recuerdos. Recuerdos de un rincón llamado Suiza (“Un rincón para vivir”). y, en medio de los recuerdos, La Mariposa Encantada ve, por fin, la luz. Sí. Hay luz suficiente para sentir la vida… mientras el Viejo Gris desaparece envuelto en el torbellino. Recuerdos. Recuerdos de una realidad. Y volver… volver… volver… Sigue Leyendo...
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