3 de Diciembre, 2010
¿Qué haces ahí parado ¿Qué buscas?
Beber cerveza, aflojar el músculo, estar fumando un cigarrillo, encapricharte
inclinar la cabeza, ofrecer la mirada, descifrar el vínculo, arrodillarte
Lanzaré una sola flecha
desde mis ojos a los tuyos.
A ver si estimas.
Mi cuerpo está latente
y genera sexo.
Salgo al balcón para poder respirar un poco…,a estas horas la contaminación de la ciudad se aleja como puede de la avenida,pero no me llega el aire,escribo,escribo de seguido sin parar,para que no se me vaya el hilo, y pienso y sigo pensando en..y sigo soñando con.. Mis hadas me hablan ,me persiguen de un lado para otro pellizcandome los tobillos,me tiran del pelo¿que quereis?no os entiendo,la inquietud si la inquietud,lo contrario a la calma de..
Quizás escribiendo palabras,llenaré los silencios sobre un papel,intenso,siempre es intenso,las emociónes a flor de piel,mi luna,mis piedras,mi algo,mi rum rum* favorito,mi no se qué,
mi niño..,también mi niña,mi guia,mi árbol,mi todo en él.
Océano Atlántico: 15 de mayo de 1792.
Soplaba el viento de barlovento y había, en el barco, movimiento. Liliana de las Mercedes miraba, fijamente, la dorada estela del obispo de Gerona y San Sadurní de Noya. A sus recién cumplidos veinte años de edad estaba, realmente, hermosa. Era como una pricesa de cuento de hadas… pero su mente parecía estar en otro lugar. Retrocedió siete años atrás.