Se me cae una lágrima desde la espiral
quizás por un llamado indescifrable,
un ala rota, un beso sin destino,
o talvéz por la visión de una cruz tentadora
o de una tumba rechazada.
Gustav Mahler, su sombra,
entró como una exhalación,
abrió mi corazón a los viejos dolores,
dio un paso al abismo y se robo la luz.
San José, 1988.
Perdonenme Maestros
si me olvidé un poco
de las hiperboles e hiperbatos,
de las anáforas y la efonía,
de la riqueza de mis metáforas
y lo ingenioso en mi lenguaje figurado,
por no revisar lo suficiente mi léxico
se que no tengo defensa razonable,
que violé tercamente y con perfidia
los sabios consejos ilustrados,
que expresé sin ton ni son
mis vulgares y humanas emociones,
y así me fuí al fondo, sin forma,
y sé que es muy molesto y muy complejo
enmarcar lo indefinido
y explicar la razón del cambio eterno
y dónde empezó todo
y cuándo terminará.
San José, 20-09-97.
ESPEJISMO
Y me crié una voz,
una piel, un verso,
y una melodía,
todo para tí,
para que jamás fueras a llorar.
Nube del ayer.
Nube que fué.
Tomó un tren nuestra ilusión
y una promesa quedó ahogada
en la amargura.
…A nuestra ciudad blanca
se le han muerto sus jardines
y lo que fué real…
hoy es espejismo.
San José, 1975.
Tus poemas me hacen celebrar la sinfonía de los sentimientos, Hernán… tus alegorías sobre esa inicial e indescifrable presencia que entra en la ciudad blanca de nustras almas. Gracias, compañero, y que nos perdonen los Maestros… pero es verdad que las verdaderas enseñanzas léxicas surgen del corazón… más allá de las hiperbólicas reglas gramaticales.
Y así con tus palabras, sentimientos llenos de verdad, de corazón que se llena de plegarias he sentido una honda emoción. El texto se desliza como a saltitos, pero el contexto…el contenido es como una estrella iluminando la conciencia sensible de quienes buscamos lo humano. Gracias.