Noche. Inmigrantes de pie en los semáforos y soñando con elefantes. Los cayucos siguen hundiéndose en la alta mar y la mar se llena de náufragos que van llegando al “apartheid” de los semáforos.
Estoy dentro del bar La Calle. Fuera, en las duras aceras de la calle, el derecho del verbo estar se dibuja en las drogas a un euro la pastilla. Los policías arrestan indocumentados y persiguen a las mujeres desesperadas que portan heroína en sus vaginas o en bolsas de silicona debajo de la piel.
¿Es más cierta la vida que vivimos o la vida que soñamos?. No. No es cuestión de hablar ahora de lo que dejó escrito Calderón de la Barca, sino de poner en la palestra la defensa del derecho que tienen todos y cada uno de los seres humanos a inventarse la vida tal como les guste.
El caso es que un tal Settembrini firma un texto en el Boletín número 36 de la Biblioteca de Murcia en el que nos cuenta la historia de Theodosia Burr Goodman. Esta mujer nació a finales del siglo XIX en Cincinatti, en una familia judía muy humilde. Theodosia siempre estuvo empecinada en ser actriz de cine pero nunca lo conseguía, hasta que cuando cumplió los 30 años de edad, un estudio de Hollywood (la Fox) la “inventó” con la intención de fascinar al gran público. Era la époce dal cine mudo en blanco y negro. Sigue Leyendo...
El destino, al atardecer de la vida, se desliza hacia un crepúsculo lleno de olvido. Llegará el día en que hará mucho tiempo que nos hemos ido y nadie recordará nuestros nombres. No sabremos nada de lo que quede aquí y lo que quede aquí no sabrá nada de nosotros… salvo si hemos logrado dejar huellas en hijos, parientes, amigos….. que un dia, no por casualidad, nos sientan en el interior del Cosmos de la Poesía.
Lejos estaba el canto de la herida abierta, silbando entre las angustias de lo alevoso y lo carnal… y entonces el suicidio de una mosca dejó su huella en la vieja telaraña. La araña era la muerte y la mosca no pudo o no supo desviarse de su destino.
El viernes, 30 de enero de 2009,. murió el sueco Ingemar Johansson, quien fue campeón mundial de boxeo (en la categoría de los pesos pesados). El gran gigante blanco está ahora en el Walhalla, el paraíso de los viejos vikingos.
Con un último suspiro de vida se despidió cariñosamente y con nostalgia recordó el cinturón de los grandes pesos del box y se marchó, silenciosamente, para reunirse con la tierra lanzando un último crochet de izquierda al aire. Ahora está reunido con los dioses Odín y Thor.
Fue en 1959 cuando un pugilista negro, inteligemnte y agil llamado Floyd Patterson (que tenñía puños de hierro pero mandíbula de cristal), quien tumbó por siete veces consecutivas a Ingemar en la lna del Madis Square Garden, en el séptimo asalto del combate. Fue la primera muerte de Johansson.Sigue Leyendo...
Voy a coger el reloj y le voy a abrar la tapa de cristal, le pintaré nuevas cifras en la esfera y no serán número sino dibujos: los bisontes de Altamira, la Torre de Babel, Colón llegando a América, El viaje a la Luna, la batalla de Austerlitz, El Congreso de Viena, Gengis Khan… un total de doce figuras… ¿y por qué veinte?. ¿o 24?. ¿o quuizás si lo deseamos 42?. Sabesmos todos que luchar por la libertad es la expresión más grande de la Humaniad por la que millones de hombres y mujeres ofrecieron su libertad. ¿Cramos en el libertarimos de los animales y seamos completamente libres e crear los relojes de tiempo que más nos guste a cada uno!. Quizás así comprendan algunos sobervbios y avaricionssos del ñoder que nosotros, los curritos de a pie, sí qie ppodemos cambiar el mundo de verdad… pero no repartiendo flores y vistiédonoa de marionetas y releer penamintos hindíes (que se ha demostrado que son reaccionarios y por eso los de los 60 son ahora apollidos ho,bres del poder y del consumo y se llama “yuppis” clasistamente) sino haciendo cosas verdaderamente serias que son a los que poderosos les atirde y les atormenta porque no saben como combartirla. Emepcemos a cambiar el mundo con los rejores… jejjjjejejeje… y verán que trauma cojen.Chaussss y arriba…. !cambemos el mundo!!!. Sigue Leyendo...
Tarde de oro, noche de plata y tierra de bronce acicalando el cuerpo de los olivos. Andalucía abierta por los caminos, y las serranías y los pueblecitos con casas pintadas de blanco que son como poemas dedicados a la luz.
Al llegar la noche las chiquillas se asoman a las rejas para escuchar las notas de amor que cantan las guitarras de los cantautores de la tierra en las callejuelas llenas de estrellas. El blanco del alba dulce como las aceitunas es alumbrado por la luna y en todos los pueblos se escucha el murmullo de las aguas cantadas… ¿quién hizo que los poetas cantatautores hacen vibrar hasta el éxtasis a las chiquillas del Guadalquivir?. Sigue Leyendo...
Todos los que oyeron tocar al polaco Fréderic Chopin en el siglo XIX, coincidieron en que siempre tenía un piano. Era El Emperador del Piano. Por eso la inmensa mayoría de su obra está escrita para este unstrumento musical. Sus partituras eran, exactamente, composiciones premeditadas y penssadas con una perfección absoluta. Aunque a veces las representaba él mismo, casi siempre contrataba cantores para sus propios conciertos.
Él fue el que encontró una voz única e irrepetibe y cada uno de sus trabajos es una obra maestra: refinamiento y alargue de un estilo simple y melodioso que escribía principalmente para aus pupilos. Sigue Leyendo...
El pasado 24 de enero, Vorem (nuestro amado y querido vorem.com) cumplió los cinco daños de existencia. Un lustro repleto de poemas, cuentos, relatos, reflexiones, pensamientos, textos de divulgación, textos de memiras, teatrillos virtuales, invitaciones a la literatura, crítica literaria… un sinfín de emociones de hombres y mujeres escriviendo y comunicándose sentimientos mutuos. Y Vorem, fuerte y vigoroso 5 años después de su feliz alumbramiento sigue siendo una isla amorosa para los habitantes que vivimos en ellas. Desde un principio (cuatro meses después de haber sido bautizada) tuve la enorme fortuna de encontrarme cion Vorem.com (por invitación de su líder Alberto) y de amarlo para siempre. Estos 5 años han sido para mí de una riqueza cultural y literaria de enorme magnitud y a través de los miles de textos y comentarios que se han ido publicando (y que sea por muchos 5 años más) he podido desarrollar el espíritu de la comunicación social y de la comunicación interpersonal al mismo tiempo.Yo amo al Vorem con toda mi alma y por eso he comprado una tarta con 5 velas para cantarle el Feliz Cumpleaños Amigos. Y que sigamos siempre siendo igual de honestos y sinceros con nuesrtra particiaciñon colectiva. !!Arriba la Libertad del Arte!!. !!1Brindo por ti Vorem!!! minetras doy cinco soplidos (uno por cada vela) para guardarlas despuiés en mi memoira y que el año de Enero de 1910 sean ya 6 las velas a apagar. Besos y abrazos para todos y todas. Feliz Vorem para todos nosotros. Yo no te olvidaré jamás y estaré siempre al pie de tu cañón..Sigue Leyendo...
El viernes 30 de enero de 1909, murió el sueco Ingemar Johansson, quien fue en vida campeón mundial de la categoría de los pesos pesados del boxeo. El gran gigante blanco estará ahora en el Walhalla, el paraíso de los vikingos.
Con un último suspiro de vida se despidió cariñosamente y con nostalgia del cinturón de los grandes boxeadores y se marchó, silenciosamente, para runirse con los dioses Thor y Odín mientras en la Tierra nos dejó un memeorable recuerdo con su biografía.
Fue en 1959 cuando un púgil de raza negra llamado Floyd Patterson (que tenia una dureza de hierro en sus puños pero mandíbula de cristal) el que le arrebtó la corona tumbándola por sietes veces en la lona en el tercer asalto. Fue la primera muerte de Ingemar.Sigue Leyendo...
“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Qizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La Saga Fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.
Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin si sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que ya no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida. Sigue Leyendo...
“Quizá nos lleve el viento al infinito” es el título de una novela del escritor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester (muerto en la Salamanca de 1999). Un título que me hace pensar en este tránsito temporal que es nuestra estadía por la vida. Quizá sea posible (como dijo el célebre autor de “La saga fuga de J/B”) que el viento nos lleve a ese infinito que presumimos que existe más allá de la muerte.
Al preguntarnos qué sentido final tienen nuestras vivencias, siempre nos encontramos con un corazón detenido (ya sin su sintomático tictac latente), sustituído por unos ojos que no ven y una boca que ya no dice más palabras salvo las que el viento haya dejado incólumes en nuestros libros de vida.Sigue Leyendo...
Tú por las calles negras y yo por las negras calles; los dos bajo una lluvia ácida de alma densa. Jamás podremos abrazarnos en el laberinto ni tú ni yo que andamos por las calles negras y las negras calles de nuestro perpetuo desencuentro. Se interpondrá siempre, entre nosotros, la nada tuya y la nada mía y entre la doble nada de nosotros dos los días serán un ahogarse sin medida. Y se apagará todo lo de alrededor. Y la luz, cuando vuelva, nos volverá a mostrar una vez más cuando nos crucemos tú por las calles negras y yo por las negras calles. Total: un perpetuo desencuentro. Quizás (y a lo sumo) un cruzarse sin mirarnos…Sigue Leyendo...
Sin mujer, sin amigos, sin fortuna,
locamente enamorado de una bailarina,
está sumido en el alcohol y la morfina
debajo de la negra noche y de la luna.
Recordó cuando era niño y en la cuna
trenzaba un sueño de loca bambalina
y ahora se encuentra solo y en la esquina
de la vida perdida en medio de la hambruna.
¿A quién importa, díme tú,
que mis manos busquen horizontes
donde los cometas golpean sus dedos
con las arterias del universo pleno?.
¿Díme a quién le importa que mi vida
gire en los círculos llameantes de la historia
tropezando con los versos sucesivos
y el plasma de un instante sobre el cielo?.
Un eco. Sólo un eco. Y después se cierra el callejón y nadie que llegue atrasado entra ya. Todo esto es, en realidad, un momento entretenido, detenido y sostenido, por el reloj alargado de los años enmarcados en la telaraña del preámbulo de los paréntesis de la existencia. Un eco. Sólo eso. Un eco prolongado a través del callejón del ardor de las exhalaciones de las horas y los minutos; acompañado y ocupado, eso sí, por los aromas del tiempo dispersando todas las esencias que adornan este callejón de los discursos de las vidas de los simplemente humanos. Sigue Leyendo...
En el palacio de la memoria soy un rostro encendido, mi cuerpo se hace humo y me avento en la incesante eclosión de todo lo habitado para conventirme en pequeña transparencia de sombra quebrada por lo rojizo del atardecer. ¿Me ves?. ¿Me intuyes en este sueño brioso del crujir de los árboles bajo el viento, de la paciencia de lo inmóvil sobre las horas y de lo coloreado de mi sangre en su especie?.
Dentro de mí corre el pequeño concierto de la blanda tarde en que este cielo, lúcido de paisaje con vida, rezuma en el fuego de esas palomas que, como flechas, pasan raudas por encima de la iluminada fuerza del paisaje. Sigue Leyendo...
Yo quiero ser mañana…
tu hora conocida en la nostalgia;
tu música oída en los rumores
de ese ligero aire llamado sentimiento;
el perfil de ave combando
distancias de silueta entre tus ojos.
Yo quiero ser mañana…
la danza de las lilas deslumbradas
en el artesano abismo del diáfano
laurel mezclado en tus sonrisas.
Esa que parece la más pequeña,
diminuta piedra del camino,
es la que me hace pensar en el infinito
rodar por esta mundo llamado Tierra.
Esa que parece la más pequeña,
partícula de polvo en el sendero,
me hace meditar en lo profundo
que tiene este ansia de existencia.
De cada diez personajes que aparecen en la televisión, cinco me parecen lamentables, cuatro simplemente horrorosos y el último de ellos se me queda en lo esperpéntico. De cada diez personajes que aparecen en la televisión no me queda más recuerdo que el aparato completamente apagado. Y entonces abro un libro y leo algo como “se querían, sufrían por la luz, labios azules en la madrugada, labios saliendo de la noche dura, labios partidos, sangre, ¿sangre de dónde?. Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz…” (primera estrofa del poema titulado “Se querían” del poeta Vicente Aleixandre). Y entonces, con la televisión completamente apagada y el libro completamente abierto, me doy perfecta cuenta de la gran diferencia que existe entre ser patéticamente “muy famoso” y ser sencillamente “muy inteligente”. Sigue Leyendo...
Se cierra el interior de los párpaods de la vieja criatura y un aullido de hoy se hace pasto del futuro. En vano ensaya su conciencia de lobo herido la desaparición de su especie y el animal, al pie de la colina, desnuda la rama de sus heridas con el alimento tomado de entre los sembríos, en medio del polvo y la plaga de mosquitos que fluyó del río.
Se cierra el interior de los párpados de la vieja criatura y el lobo está ahora tumbado aquí, sobre la colina, en su peregrinar errante y herido, como si el tiempo hubiera dado ya la última hora a su especie en peligro de extinción. El lobo piensa en la supervivencia y la sueña pero la vida se le está escapando… Sigue Leyendo...
Snoopy juró de por vida ser un personaje de perrito bienpensante negando toda usurpación al colapso de la nostalgia. Snoopy formó una galaxia en sus exigencias de trabajar de firme por llevar su verdad lo más parecido a lo normal. Bajo su apariencia de icono de la elegancia tenía la coartada de verse involucrado en el pequeño universo de las grandes cosas que veía y analizaba desde el tejadillo de su caseta.
Snoopy juró tener en cuenta la opinión de la experiencia; veradera expresión de los consejos sobre la forma de ver y entender la vida llena de valores implícitos para hacer siempre crítica cosntructiva y mejorar un mundo cada vez más abatido por la falta de inteligencias. ¿Cambiarse por el tontorrón Pluto o el chorlito Goofy (Tribilín) o transformarse en el pérfido Gardfield?. No. Jamás. Sigue Leyendo...
Agua verde, magia de la bahía, en tu centro gravitatorio descansa una colmena de barcas que rezuman dentro del temprano madrugar de las gaviotas, Agua verde, remanso de un bosque de algas, de náyades y de ninfas… en tu vientre neptuniano se sumergen las azules puntas del mar y las olas blancas se espumean de fuerza en tu pecho de sueño hondo. Agua verde, sal de los marineros, en tus crespones ardientes las barcas de los mil colores abren su espalda al añil del cielo.
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