Mientras tú no digas nada,
mi piel gritará tu nombre,
mis manos pedirán tus caricias,
mis ojos adivinarán tu cuerpo…
Hoy aún, no dices nada…
para qué decir palabras,
si con sentir es bastante
el calor del cuerpo y alma…
Cae la tarde sobre la inquieta María,
nerviosa se asoma y ve la gente pasar.
Entre la multitud se pierden sus ojos,
no ve la figura que pretende encontrar.
Cae la tarde y aún sigue esperando,
le sobran las ganas, le sobra la fuerza,
decide salir, correr a ese maldito lugar,
no puede tardar, seguro ha de llegar.
El viento malgasta
el viento enfurece
las almas que andan
en cuerpos inertes.
El viento te azota
te hiere y desarma
dejando cabezas
dolientes y mansas.
El viento perdido
se prende en veleta
rastrea dirección
y vía que seguir.
El viento es respiro
es aire movido
que siente mi cara
y aleja el olvido.
En la puerta me dejaban,
trozos de ti para mí.
El señor que los traía
nada más podía decir:
Buenos días aquí las tienes
hoy llegan dos para ti…
y mis manos temblorosas,
no sabían cual abrir.
Me metía para casa,
me sentaba en el jardín
o en el patio de vecinos
que mas daba donde ir…
Si ya llevaba en mis manos
lo que me hacía sentir…
Sin mujer, sin amigos, sin fortuna,
locamente enamorado de una bailarina,
está sumido en el alcohol y la morfina
debajo de la negra noche y de la luna.
Recordó cuando era niño y en la cuna
trenzaba un sueño de loca bambalina
y ahora se encuentra solo y en la esquina
de la vida perdida en medio de la hambruna.
¿A quién importa, díme tú,
que mis manos busquen horizontes
donde los cometas golpean sus dedos
con las arterias del universo pleno?.
¿Díme a quién le importa que mi vida
gire en los círculos llameantes de la historia
tropezando con los versos sucesivos
y el plasma de un instante sobre el cielo?.
Detrás del tiempo, el árbol difumina su figura
y vuela sobre el aire la ternura
de cualquier palabra, verso o poema.
Sin nada que decir, el alma quema
su opacidad de bronce y equilibra con acierto
el frágil llegar a puerto de la existencia.
Miro hacia distancia, allá donde el árbol quedó mudo,
allá, donde el nudo atenazó mil cuerpos en un día.
La vía dolorosa, no es la hermosa pisada del poeta,
sino el rumbo incierto de los muertos silenciados,
de los cuerpos acabados tras la sinrazón heróica
de los triunfadores.
Yo quiero ser mañana…
tu hora conocida en la nostalgia;
tu música oída en los rumores
de ese ligero aire llamado sentimiento;
el perfil de ave combando
distancias de silueta entre tus ojos.
Yo quiero ser mañana…
la danza de las lilas deslumbradas
en el artesano abismo del diáfano
laurel mezclado en tus sonrisas.
Se me abren las pajarillas del alma
cuando te veo venir,
con esa melena tuya
que abriga al viento hacia ti,
con esos ojos tan negros
que me pierden si los miro,
con ese porte tan bello
que me quita hasta el suspiro.
Me encanta que, a traición,
te acerques, me abraces y me beses
que me digas, con ternura, que me quieres,
porque siento latir más fuerte el corazón.
Y bailar contigo en la cocina o el salón
si suena en la radio una canción de amor,
de esas que nos trae el viento del recuerdo
y nos gustan tanto a los dos.
Te veo desde aquí
Sumergido en el silencio
Ya no tienes mi cuerpo
Pero el dolor no deja
Que percibas mi presencia
Me gustaría ser consuelo
De todas tus lágrimas
Poder abrazarte
Que me sientas
Lo intento…
Pero nada pasa…
Permítame que sobre este lienzo
En medio de acuarelas y oleos
Retrate su rostro
Ese que sabe adueñarse de mis desvelos
Permítame que sobre este lienzo
Dibuje su sonrisa
Y así adentrarme en sus sueños
.. Y así sentirme tan suya
…casi dueña del universo
…solo allí siento
…que no corre el tiempo
Cuando llegue la luna
A la mitad de nuestro cielo
Veras…
Estaré pensando en ti
Tú piensa en mí
Y por ese instante
Tu amor
Y mi amor
Será más intenso
Cuando llegue la luna
A la mitad de nuestro cielo
Hubiera deseado sentenciarlo
Al olvido de mis besos
Hubiera deseado sentenciarlo
Al olvido de mis caricias sentidas
Hubiera deseado sentenciarlo
Más todo ha sido en vano
Vulnerable al roce de su cuerpo
Prendada a su amor
A través de los años quedo
Hubiera deseado sentenciarlo
A que desista de los intentos
Yo quiero decirme
los pasos errados
Yo quiero decirme
las voces muertas
Yo quiero decirme
el canto de un pájaro
Yo quiero decirme
donde se esconde
la luz de un corazón.
Esa que parece la más pequeña,
diminuta piedra del camino,
es la que me hace pensar en el infinito
rodar por esta mundo llamado Tierra.
Esa que parece la más pequeña,
partícula de polvo en el sendero,
me hace meditar en lo profundo
que tiene este ansia de existencia.
Quisiera olvidarte y no puedo.
A cada paso, en cada aliento,
En cada esquina
Y a todas horas
Veo tu imagen
Siento tu sombra
Rozar mis cabellos,
Invadir mi memoria
Estallas dentro de mi
Con furia tormentosa
No encuentro un lugar
Donde guarecerme,
Me acosas, te huyo,
Me agitas…no te quiero.
No puedo llevarte en mi recuerdo.
Tengo miedo de que el tiempo
se me pare entre los dedos,
de que nada se detenga y todo gire,
de que dejes un instante de vivir…
Y ese tiempo que te pares
y ese tiempo que te pares…
sea suficiente para que oigas
como mi corazón, late por ti…
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