Fui feliz una vez,
ahora me acuerdo,
caminaba entre montañas,
un valle verde y esplendoroso,
donde las amapolas florecian,
se sentia el murmullo
de un fresco riachuelo,
se veian volar las mariposas,
coloridos caballitos del diablo,
bajaban a las aguas calmadas,
y yo paraba y bebia el agua,
cristalina y fresca.

El sol acariciaba mi cara,
mientras la suave brisa,
movía tus cabellos,
eramos amigos entonces,
nuestro camino fué largo,
cargado de risas y llantos,
de alegrias y tristezas,
de compañia y soledad,
pero todo ese amor me inundó,
se me metió tan dentro,
que ahora sólo siento tristeza.

Añoro tus ojos negros,
de mirada limpia risueña,
tus labios frambuesas abiertas,
al contacto de mi boca,
tu dulzura cuando hablabamos,
tu pasión cuando haciamos,
el amor entre las sábanas,
todo esto vive ya sólo,
en mis perdidos recuerdos.

Es un rumor divagante,
que acompaña mi soledad,
porque tu mayor enemiga,
tu compañera hasta la muerte,
te llevó con ella lejos,
te marchastes con tu corazón,
roto por su fragilidad,
por su pálpito que naufragó,
que murió al dejar de latir.

Aunque tus labios frios,
en el lecho de tu última,
tristeza todavia hoy siguen,
en contacto con los mios
nunca olvidaré ese último,
beso y esas lágrimas salinas,
que inundaron mis ojos,
y desde entonces me acompañan.

Angel mío solo espero,
que la muerte me lleve pronto,
para volverte a ver,
y juntos transitar las veredas,
que tan felices recorrimos,
hace años de la mano.

Que bonita es la palabra
Cuando se abre el corazón
Que bonita es la alegría
Que te otorga la razón
El primero que disculpa
Es el primero en amor
No desaproveches esto
No tiendas a confusión
Pensar mal solo es de necios
Si te están diciendo amor

Aquí estoy otra vez
Sonriéndote
Buscando tus ojos
Anhelando el roce
De tus manos
Frente a ti
Cualquier pretexto
Con los labios
Mordiendo al sol
Mueren sedientos