La Nada

La verdad no lo entiendo como puede hacerlo, si es nada… Si, esa la que no existe, la que se percibe en tu mirada y en mis ojos, la nada, lo que nunca pronunciamos cuando llegamos a cruzar palabra, pues entre tú y yo hay nada, esa… esa que debería hacerme nada y sin embargo atiza en mi interior una agonía de ausencias que me enloquece.

Nada, esa que se trasmite de tus manos a las mías cuando de casualidad se tocan, y tiemblo de pies a cabeza, y no se como sucede, si es nada, es la luna blanca la cara de la nada contemplándome en mi habitación, donde nada son mis pensamientos, esos en los que no te alejas de mi mente y no hay una razón que discernir, nada es el aroma que respiro cerca de ti y que no sé como recuerdo, si es nada. La nada son tus pasos acercándose y el calor en la piel que te anticipa, y donde no hay explicación aparente, cuando todo es nada

Es algo confuso, la nada es la distancia entre tu cuerpo y el mío, y el vacío lleno de nada que se desborda en este velado sentimiento, que me hace creer que deliro, cuando en realidad estoy cuerda, es nada lo que acongoja con imágenes y anhelos, con versos y promesas que si todo es nada no logro descifrar porque están conmigo, grabados a fuego en una lengua que se me ha vuelto incomprensible.

Suspiro… Este silencio ya no puede intimidarme, no estoy alucinando, antes de la nada seguro que existió un todo que ahora se ha desvanecido, y solo queda la nada, fragmentos de memoria, ecos de llamas trasparentes sobre lo que deliberadamente hemos olvidado

Eso ha quedado en nada desde hace tiempo

2 comentarios sobre “La Nada”

  1. La nada de la luna blanca, amiga Dinora, también es un sentir que experimenté hace ya muchos años con una compañera de periodismo. Nada era la distancia entre nosotros y en nada quedó el sentimiento bajo el árbol de acacia donde nos besábamos poniendo la distancia de la nada entre la copa y las raíces. Nada de luna blanca. Todo terminó en nada. Me ha gustado mucho tu relato (escribes excelentemente bien Dinora). Se nota en tí un arte literario natural que no lo fuerzas y lo dejas deslizar entre las síntesis de lo sensual y lo i nterpretativo experimental de lo lúdico. !Tienes mucha originalidad!. Un besote vorémico lleno de toda amistad para combatir la nada de la luna blanca.

Deja una respuesta

La nada

Siempre el mismo tropiezo,
granito duro,
que me condena a soñar despierto,
ni esperanza me da,
siempre mi martirio privado,
y no quisiera verlo,
su aire me deja helado,
y su ausencia me deja incierto
y hasta mi estima me hiere,
y no, no, no quisiera verlo.

2 comentarios sobre “La nada”

  1. En lo que puedo desentrañar entiendo que esa Nada referida en tu poema es un gran contenido de experiencia sensorial. Esa Nada me suena a un Todo muy compacto, compañero. Y eso es lo congruente de tu expresividad.

  2. Edu…tu poema es una red de “reflejos en la nada”, como un rayo de sol que incide en la superficie de un lago. Sufrir es una respuesta existencial que incluye a la conciencia. La sombra es el verdadero no/sentido del Todo. Me quedo con tu último verso:
    “si atrás miro, ni la nada de mi sombra veo”.
    Jorge Manrique…un sentimiento profundo y sostenido, Tu poema tiene una calra arquitectura de la poesía inicial, de esa que expresa razón y sensación. Te pido el verso y que me dejes componer a partir de él. ¡¡¡Saludos!!!

Deja una respuesta